No hay que ir tan lejos. El ruletista de Mircea Cărtărescu tiene una curiosa historia editorial. AbrÃa el compendio de relatos El sueño, textos interrelacionados que vieron la luz dos meses antes de la caÃda de Ceaucescu. El contexto puede ayudarnos a perfilar mejor la agonÃa que supone adentrarse en esos tugurios congelados donde los espectadores apuestan dinerales para ver cómo algunos miserables se sacrifican entre el miedo al derrame encefálico y la tristeza de ser el conejillo de indias de los poderosos. El narrador, un escritor de dilatada trayectoria, se siente fascinado y reconoce haber apostado por lo impagable de la experiencia, llena de morbo lúgubre y misterio para valientes cobardes que acarician los cartuchos con un deleite que apesta a privilegio.
Un buen dÃa el ritual del tugurio dignificado se transforma. Normalmente, el centro de atención era cualquier pedigüeño captado para el supremo ocio. Los criminales son matemáticos y lo expresan con la elección de la vÃctima, bella por su anonimato no reclamable que allana el camino de la desaparición silenciosa hasta que aparece el ruletista con mayúsculas y desbarata lo establecido.
El ruletista tiene, en mi modesta opinión, un claro significado polÃtico que matizarÃa su paradoja de inmortalidad y autodestrucción. El desprecio de los derrochadores, frÃvolos que malgastan sus energÃas en lo anómalo para auto complacerse, hacia los actores de la función es equiparable al ninguneo gubernamental en Rumania entre 1945 y 1989, con el pueblo amilanado con rabia contenida que debÃa encontrar la mecha justa para estallar. En este sentido, el triunfal jugador serÃa la metáfora que sintetizarÃa las condiciones ideales para un mejor porvenir nacional. Plantarse en medio, aguantar, ser constante y aceptar el daño interno para terminar dominando la situación. Es el artista quien debe mover los hilos. En caso contrario, el dinero ejecutará su palanca y todo seguirá igual, lo que desde múltiples lecturas vale tanto para los avatares de ClÃo como para la literatura, donde siempre urgen voces que no se conformen con la pauta marcada y apuesten por la diferencia con sentido en el lÃmite del precipicio.
CREO QUE LA MISION DEL ESCRITOR NO ES ENTRETENER CON HISTORIAS FANTASTICAS SINO BUSCAR
UNA MEDICINA PARA LOS MALES DEL MUNDO. EL BUEN ESCRITOR TRANSMITE FE Y ENTUSIASMO POR
LAS VIRTUDES HEROICAS. UN ESCRITOR QUE NO TIENE RESPUESTAS A LOS PROBLEMAS PSICO-SOCIALES
MEJOR QUE NO ESCRIBA .ESCRIBIR NO ES UN ENTRETENIMIENTO. ES UN COMPROMISO ENTRE EL PASADO
Y EL FUTURO PARA ILUMINAR EL PRESENTE. LA LITERATURA TIENE QUE VOLVER AL ORIGEN, A LOS
HEROES FUNDADORES DE CIVILIZACIONES MILENARIAS. LO UNICO SENSATO QUE PUEDE HACER UN ESCRITOR ES RECONOCER QUE SOLO ES UN ACTUALIZADOR DE LA SABIDURIA MILENARIA. (FOC-MAX)
Buen libro que se lee en poco tiempo y es ameno, aunque un poco fantasioso. Pero en una nota del 0 al 10 le doy un 7.
[…] This post was mentioned on Twitter by José Rafael Fariñas, Revista de Letras. Revista de Letras said: Metáforas de poder: “El ruletistaâ€, de Mircea Cărtărescu http://bit.ly/gptYYN […]
CREO QUE LA MISION DEL ESCRITOR NO ES ENTRETENER CON HISTORIAS FANTASTICAS SINO BUSCAR
UNA MEDICINA PARA LOS MALES DEL MUNDO. EL BUEN ESCRITOR TRANSMITE FE Y ENTUSIASMO POR
LAS VIRTUDES HEROICAS. UN ESCRITOR QUE NO TIENE RESPUESTAS A LOS PROBLEMAS PSICO-SOCIALES
MEJOR QUE NO ESCRIBA .ESCRIBIR NO ES UN ENTRETENIMIENTO. ES UN COMPROMISO ENTRE EL PASADO
Y EL FUTURO PARA ILUMINAR EL PRESENTE. LA LITERATURA TIENE QUE VOLVER AL ORIGEN, A LOS
HEROES FUNDADORES DE CIVILIZACIONES MILENARIAS. LO UNICO SENSATO QUE PUEDE HACER UN ESCRITOR ES RECONOCER QUE SOLO ES UN ACTUALIZADOR DE LA SABIDURIA MILENARIA. (FOC-MAX)
Buen libro que se lee en poco tiempo y es ameno, aunque un poco fantasioso. Pero en una nota del 0 al 10 le doy un 7.