Fotograma de la película 'Como si no estuviera allí'. Fuente: Corinth Films

Mujeres que escriben novelas de guerra

Fotograma de la película ‘Como si no estuviera allí’. Fuente: Corinth Films

El Institut d’Humanitats de Barcelona ha organizado un programa sobre novela y guerra a todas luces interesante en el que se tratan diez clásicos fundamentales como Guerra y Paz, de Lev Tolstoi o La marcha Radetzky de Joseph Roth, y así hasta diez, nueve escritores hombres y una mujer, Willa Cather. Cuando lo veo arrugo la nariz. Me digo, «está bien, ¿por qué no?». Pero no deja de asaltarme la pregunta: «¿es que acaso las mujeres no se han interesado por la guerra?, ¿o quizá no son suficientemente interesantes las novelas de guerra escritas por mujeres?».

Libros del Asteroide

Ni lo uno ni lo otro. Para empezar, a la cabeza me vienen varios nombres: Anna Seghers y su trepidante La séptima cruz (RBA, 2011) en torno al terror organizado nazi y su persecución obsesiva. De la novela se rodó una película en plena conflagración mundial (1944) bajo la dirección de Fred Zinnemann y con Spencer Tracy de protagonista. Tanto la película como el libro te dejan el corazón en un puño. Otro nombre: Agota Kristof, quien haya leído Claus y Lucas (Libros del Asteroide, 2019), o visto en el cine la primera parte de esta trilogía titulada El gran cuaderno, seguro que no ha salido indemne, y si no, lean lo que el mismísimo Slavoj Zizek ha escrito sobre esta obra. Un tercer nombre, Slavenka Drakulic gracias a su libro Como si no estuviera allí (Anagrama, 2001), también llevado al cine bajo la mirada de Juanita Wilson y la interpretación de Natasa Petrovic, conocimos el horror de la guerra en Yugoslavia y las violaciones sufridas por las mujeres bosnias. Otro libro fundamental, si bien no es novela sino un recopilatorio de artículos They would never hurt a fly (Abacus, 2004), en el que al estilo de Arendt ante el juicio de Eichmann, analiza su experiencia durante la guerra mientras atiende el juicio a los presos ante Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya. Ninguna de estas tres mujeres escritoras que cito se permiten una pizca de sentimentalismo, muestran la realidad cruda y buscan la polifonía y el punto de vista múltiple. No hay buenos y malos. La luz y la oscuridad están presentes en todos los bandos.

Y puestos a salir del género novelístico por un rato ahí tenemos el caso de la Premio Nobel Svetlana Aleksievich: uno de los faros de los actuales tiempos que vivimos. Recuerdo el día en que la escritora visitó el CCCB. Éramos más de medio centenar de periodistas en el auditorio cubriendo la rueda de prensa. Sus palabras resonaban en medio de un gran silencio, sólo roto por el murmullo del mecanismo de los teclados y de las cámaras: «Para una mujer la guerra siempre es asesinato», destacó. Para demostrarlo, ahí tienen ese libro que forma parte de su ciclo artístico-documental Voces de la utopía: La guerra no tiene rostro de mujer (Debate, 2015), que junto con Últimos testigos. Los niños de la Segunda Guerra Mundial (Debate, 2016) ligan con el comentario que se hace Aleksievich antes de abandonar la sala, dejando una pregunta más que pertinente en el aire: «¿Por qué un pueblo que ganó una guerra tan cruel como la Segunda Guerra Mundial, cuando es triunfadora, lleva a su gente a Siberia?».

Más nombres. ¿Recuerdan a Oriana Fallaci? A mí me marcó muchísimo durante mi época de estudiante de periodismo. Su libro Inshallah (Plaza & Janés, 1994) me hizo conocer lo que siente un soldado enviado a ese Beirut en guerra durante los años ochenta. O su libro Entrevistas con la historia (Editorial Noguer, 2006), donde hace un retrato de Oriente Medio y de los líderes políticos mundiales durante esa escalada sin fin de la que el mundo contemporáneo es heredero. ¿Conocen a Adania Shibli?, está adquiriendo una enorme fama mundial con su novela Un detalle menor (Hoja de Lata, 2020), en la que recrea la atmósfera de la vida en su Palestina natal bajo la ocupación militar israelí, mientras mira la guerra de 1948 por el retrovisor, cuando tiene lugar la violación en grupo y muerte de una joven palestina por parte de soldados.

Una vez emitidas estas propuestas, es evidente que la selección de títulos escogidos genera al menos otros tantos agraviados. Cada elección es una dirección de criterio. Dejo pues aquí una selección, y espero que, a modo de biblioteca de Babel, usted lector sume nuevos títulos y voces a este tema, el de la guerra, que es, como bien señalan los directores del curso, Andreu Jaume y Jordi Llovet, uno de los acontecimientos donde la condición humana se pone más a prueba.

Berta Ares Yáñez

Periodista e investigadora cultural. Doctora en Humanidades. Alma Mater: Universidad Pompeu Fabra.

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