PoesÃa completa. Paul Auster
Traducción de Jordi Doce
Seix Barral (Barcelona, 2012)
Siempre se ha dicho que un buen narrador -y Auster lo es- ha tenido sus comienzos en la poesÃa. Él mismo defiende todavÃa este origen, tal vez porque aquel que va a dedicar su vida a la literatura no ignora -no debe ignorar- que lo principal en este arte es conocer bien, a fondo, la materia con la que se ha de trabajar, esto es, las palabras. El poema es, de alguna manera, intransigente, dado que lo que transmite no es solo una emoción, sino una emoción cualificada, distintiva, pensada en profundidad. O cuando menos asà habrÃa de ser en el buen poema, como tantos poetas han señalado. De ahà la necesidad de valoración de la palabra.
Lo cierto, sin embargo, es que nuestro autor se ha distinguido más, hasta ahora, por sus novelas y sus textos biográfico-ensayÃsticos que por la poesÃa, pero he aquÃ, lector, que hay motivos, por fortuna, para reparar en su labor poética, ya sea por su calidad lingüÃstica como por la hondura de su discurso: “Nada menos que nada./ En la noche que viene/ de la nada,/ para nadie en la noche/ que no viene./ Y lo que se levanta al borde da la blancura,/ invisible/ en el ojo de quien habla./ O una palabra/ Ven de ningún sitio/ en la noche/ de quien no viene./ O la blancura de una palabra/ garabateada/ en el muro†leemos en su poema «Escritura mural».
La voluntad, sin duda, es la de elaborar un discurso trascendente donde, amén de una alusión implÃcita a la soledad y a los significados de la noche, hay una, al parecer, voluntad de la llamada a la consciencia, a la poquedad del individuo; un recordatorio a la transitoriedad, al tiempo como fugacidad. Y el poema, como es bien sabido, tendrÃa todavÃa tantas lecturas conscientes como lectores se acerquen a estas palabras elegidas con una deliberada voluntad pensante.
Para el lector habitual de las obras en prosa de este autor -y son muchos- supongo que será una novedad gratificante este libro, y para los lectores de poesÃa una sorpresa cualitativa, una compañÃa intimista que ayuda a transitar por la prosaica realidad, invadida ahora por los intereses materiales, más o menos manifiestos.
Ricardo MartÃnez
www.ricardomartinez-conde.es