Nuevas greguerías.
Ramón Gómez de la Serna/Chema Madoz
La Fábrica (Madrid, 2009)
En 1970, la Universidad norteamericana de Pittsburgh adquirió de Luisa Sofovich, la viuda de Ramón Gómez de la Serna, los últimos libros y manuscritos sobre los cuales trabajaba el escritor en el momento de su muerte, en 1963. Ahora, la editorial La Fábrica (en su fantástica colección BlowUp Libros Únicos) recoge 428 greguerías inéditas, extraídas de esos archivos (y clasificadas por la hispanista Laurie-Anne Laget, profesora de la Sorbona). El gran acierto de la propuesta es hacerlo junto a piezas (15 fotografías, también inéditas) del excelente fotógrafo Chema Madoz.
Según el propio Gómez de la Serna, la conjunción de los términos “humorismo” y “metáfora” nos da el resultado de la “greguería”, un nuevo género inventado por él mismo, y basado en frases breves que definen la realidad cotidiana desde una mirada lúdica. Las greguerías – nos dicen los editores – son “píldoras de poesía, imágenes que transforman la realidad y la ven desde una perspectiva nueva y sorprendente”.
La magia de lo cotidiano
Se trata, pues, de jugar con la cotidianidad (lo dado por la costumbre) para zarandearla. Gómez de la Serna es la vanguardia española en mayúsculas y sabe que la realidad es mucho más compleja que lo se ve a simple vista. Uniendo objetos o ideas que aparentemente nada tienen que ver, se descubren otras perspectivas que nos hacen sonreír pero que, a la vez, nos obligan a preguntarnos por nuestros convencionalismos. Al igual modo que el Conde de Lautréamont muestra el “encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una y máquina de coser y un paraguas”, Gómez de la Serna nos dice que la “prisa: se había puesto la sombra del revés”, que “la lluvia cree que el paraguas es su máquina de escribir” o que el “teléfono: enchufe de oreja a oreja”. Buscar en Lautréamont estas correspondencias no es gratuito. De hecho, fueron los hermanos Gómez de la Serna quienes publicaron una versión de Los cantos de Maldoror. Y es que Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888 – Buenos Aires, 1963) se empeñó en renovar el panorama literario español a través de la revista Prometeo y desde su tertulia del Café de Pombo en Madrid.
Por su parte, el trabajo de Chema Madoz (Madrid, 1958) se acerca más a la poesía visual, transformando los objectos en metáforas, que a la fotografía convencional. Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, su obra recuerda en muchas ocasiones a la de Joan Brossa. En este libro podemos apreciar recursos comunes en su trayectoria, y que enlazan también con símbolos surrealistas: cadenas, relojes, mariposas, naipes, pipas de fumar, …
Los objetos animados
La propuesta de La Fábrica, como casi siempre, es más que recomendable. Está editada con gusto y sensibilidad. Tal vez el único reproche que se les puede hacer es no haberse arriesgado más a la hora de confrontar textos e imágenes, porque daban juego a un diálogo más directo y, tal y como se nos presenta, son de una autonomía que podríamos encontrar en dos volúmenes distintos. De todos modos, es un privilegio poder disfrutar de estos dos artistas en un único ejemplar que vale la pena tener en casa para revisar de vez en cuando.
Para acabar, nos parece acertado – para entender mejor al Ramón Gómez de la Serna más completo – citar el original ensayo Ramón y las vanguardias de Francisco Umbral (Espasa Calpe, 1978) porque el autor defiende que “la greguería no es sólo poesía más humor, como él simplificaba. La araña convertida en zurcidora es ya una araña con ánima, humanizada”. De este modo, el ramonismo es, por encima de todo, “animismo”. Los objetos cobran vida para hablarnos de las paradojas, de la ironía y de que todo es un juego de espejos. Tan sólo depende de cómo miramos y de qué estamos dispuestos a ver.
Albert Lladó
www.albertllado.com
[…] [Seguir leyendo en Revista de Letras] […]
[…] Nuevas greguerías / Ramón Gómez de la Serna ; fotografías de Chema Madoz . Madrid : La Fábrica, 2009 […]
¡Albert! Me ha encantado el artículo.
[…] trabajo con la polisemia, con una larga tradición en otras disciplinas – como Gómez de la Serna en sus greguerías, Magritte en la pintura o Brossa en los poemas visuales, por poner algunos ejemplos -, le permite a […]
[…] paraguas, o como Brossa y sus poemas visuales, llenos de confetis e ilusionismos, o también como Gómez de la Serna, en esa ecuación de la greguerías, donde metáfora y humor levantan nuevos mundos en los […]