Puesto que él es este silencio
(Prosa para Henri Meschonnic).
Jacques Ancet
Traducción de Joséphine Cabello
y Régulo Hernández
Salto de Página (Madrid, 2013)
El poema es, en buena medida, no solo comunicación, sino expansión. Expansión por cuanto nos lleva (o puede llevar) más allá del autor y lleva al lector a conocer nuevos paisajes emocionales, a discernir de una manera diferente, a cultivar memoria y futuro a un tiempo.
Leyendo este libro denso, claro, generoso con la memoria y limpio con las palabras, todo en el lector suscita ese más allá que, de tan notorio, suscita un más acá enriquecedor.
Más allá porque alude a lo pasado (ese emocionante homenaje al poeta, filósofo y lingüista Henri Meschonnic, fallecido en 2009). Más acá por cuanto, en la rememoración, ensancha nuestra percepción de la bondad, de la excelencia del aludido y sus textos: “Lo intentamos de nuevo. Al otro lado de la mirada hay un oÃdo. Lo que se ve se oye. ¿No era eso lo que él decÃa? La visión en la voz, el pensamiento en la boca, ¿o qué? Vemos un silencio y, debajo, rostros, gritos -un árbol del que sale volando un pájaro negro-, un prado, un bulldozer. Lo vemos, pulgarcito perdido en el bosque del tiempo sembrando a su paso las piedrecillas de sus palabrasâ€.
MagnÃfica y serena lectura meditativa, reflexiva, invitación a participar del bien de las palabras y del homenaje a la amistad. Y elogiar, a la vez, la labor llevada a cabo por el taller de traducción literaria de la Universidad de La Laguna.
Ricardo MartÃnez
www.ricardomartinez-conde.es