Lo más interesante de la Semana Negra, en mi humilde opinión, es conocer a los autores de aquellas novelas sobre las que siempre te preguntas: “¿quién estará detrás de esto?â€.
Pues bien, debo reconocer que los autores con los que he ido coincidiendo sorprenderÃan a todos sus lectores. Dejemos que sean ustedes quienes juzguen si para bien o para mal. Claro, que para poder juzgar deberÃan asistir a alguna de sus conferencias, o presentaciones, etc.
Me decÃa Francisco José Jurado, autor de la novela Benegas (Almuzara) que el autor siempre está escribiendo, aunque no esté sentado delante del folio, del ordenador. Y, cuando te fijas en ellos aquÃ, hablando, intercambiando ideas, nombres de libros, autores, sabes que lo que dice Jurado debe ser verdad. Sientes que en cada cosa que hacen están montando una trama en la que tú eres uno de los personajes.
Pero no sólo de charlas vive el hombre (vino o cerveza mediante). A las 18:00 horas en la Karpa MoviStar, Santiago Gamboa presentó su novela Necrópolis (La otra orilla), una obra, presentada por Francisco Ignacio Taibo II, como una “novela de congreso macarraâ€. Taibo, durante la intervención, señaló que esta, más que una novela, son siete relatos que el autor ha conseguido hilvanar para transformarlos en novela.
Gamboa, a su vez, explicó que lo que quiso con Necrópolis fue crear una obra que aunara varios rasgos que la hicieran lo que es. Estos elementos son: personajes de un congreso de intelectuales, el diálogo al estilo del Decamerón y, como ya hemos señalado, el hotel como escenario principal. Dijo que las biografÃas que le interesan son las de las personas normales. “Los hoteles son escenarios que ayudan a encontrar a aquellos que amas, odias…â€, continuó.
Y de Necrópolis a El ladrón de morfina (451 editores) de Mario Cuenca Sandoval. En esto, precisamente, radica la riqueza de la Semana Negra, en la amalgama de autores dispares.
La de Cuenca Sandoval, como afirma Ricardo Menéndez Salmón, presentador en esta ocasión, es la novela española que mejor crÃtica ha recibido este año. La presentación transcurrió en un ambiente de conversación entre ambos escritores.
Ricardo Menéndez: ¿Te esperabas el éxito que ha tenido tu novela?
Mario Cuenca Sandoval: Me ha pillado totalmente por sorpresa. Yo le decÃa a Chavi Azpeitia: “¿tú sabes lo que vamos a hacer, sabes lo que yo vendo?â€. Era una apuesta arriesgada. Pero llegó la crÃtica y, sÃ, se ha portado muy bien, aunque debo decir que lo difÃcil es encajar todas esas buenas crÃticas porque hay que saber filtrarlas y quedarte con lo que hay de verdad.
R.M.: Hablas de cierta dificultad para encajar el tema del libro porque parece que los españoles debemos ocuparnos de asuntos de nuestro entorno. ¿Qué te llevó a enfocar la mirada en la guerra de Corea?
M.C.S.: Se podÃa haber desarrollado en cualquier otro conflicto bélico, pero me interesó que en esta guerra intervinieron paÃses de Hispanoamérica, como Colombia. Yo siempre digo que la mÃa es una novela en la guerra, no de la guerra. QuerÃa hacer que prevaleciera un discurso literario, no me interesaban los hechos históricos. Hay otro componente que me lleva a la guerra de Corea: la nieve. Mi paraÃso es la nieve, el hielo.
R.M.: Uno de los elementos interesantes es cómo has combinado la tradición literaria (el tema del manuscrito encontrado, por ejemplo, que ya se usa en El Quijote) con parte de la tópica posmoderna.
M.C.S.: La poética de mi novela es la relación que hay entre las cosas, la relación simbólica que hay entre los elementos que proviene de la poesÃa. Si el lector intenta desmenuzar los porqués del comportamiento de los personajes se encontrara con un fracaso en su tarea, porque es una novela que se construye sobre la sucesión de imágenes, no hay un porqué. Este es un componente de la narrativa posmoderna.
R.M.: En la novela hay dos ideas fuertes, una de ellas me atrapa especialmente. Creo que existe una reflexión sobre la belleza del horror, o la estética de lo feo. La novela arranca con una imagen inolvidable: un paracaidista que cae, llevando en su bolsillo un libro de Poe.
M.C.S.: La novela sitúa en un plano amoral, un plano estético. Hay un pasaje que es Copo de Nieve Betley que fue la primera persona que fotografió un copo de nieve a través de un microscopio. Hizo fotos a miles de copos. Ese no es un comportamiento cientÃfico, sino poético.
R.M.: Otro asunto capital es el lenguaje.
M.C.S.: Creo que es una importanción del mundo de la poesÃa, lo que resulta peligroso porque puede hacer que pierdas el pulso narrativo.
R.M.: Parece que en la narrativa española actual está habiendo un cambio de paradigma: está soltando el realismo más inmediato. ¿Cómo te sientes tú?
M.C.S.: Se ha hablado mucho de la Generación Nocilla y cuando se habla de una generación nueva, los autores que ya están ahÃ, se echan a temblar con razón. Pero esa era una visión muy simplista de lo que estaba pasando. En el sustrato lo que habÃa era un grupo de escritores nacidos en los años 70. El fenómeno era el de una transición, pero la clave del cambio se está produciendo en la crÃtica.
Y como la Semana Negra presume de ser una de las ferias de libro más originales y que más quiere al libro y cuida a los autores, la presentación de Mario no fue la última. A esta siguieron las de la novela Amerika (Algaida) de Lorenzo Luengo, autor con el charlamos un poco ayer, y del que no dijimos que presume de ser uno de los escritores jóvenes con una voz más original y la de ¿Quién necesita a Cleopatra?, de Steve Redwood, que estuvo magnÃficamente acompañado por Elia Barceló y Cristina MacÃa que leyeron dos fragmentos de la hilarante novela de Redwood.
Ahora, cuando son las 2:41 de la madrugada, y una se sienta a escribir la crónica para esta revista que ustedes leen, tiene la sensación de que le queda tanto que leer y tantos autores con los que seguir de copas…
Carmen Moreno
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NOTA DE PRENSA DE LA ORGANIZACIÓN – GANADOR CONCURSO DE POESIA SERIE B
Al I Concurso de poesÃa de serie B se han presentado 249 poemas no sólo de España sino también de Latinoamerica.
Han sido 20 los trabajos finalistas todos ellos de gran calidad.
La ganadora ha sido Vanessa Perez Sauquillo. Madrileña nacida en 1978. El poema ganador será leido por la propia poetisa el lunes a las 20:30 en la Carpa de Aquemarropa Movistar.