Sentados en la sala de residentes del Colegio de España de ParÃs, la mirada de Antonia Maria Mora Luna y de Pedro Ordoñez refleja el entusiasmo de Artes[H]oy, un festival que, como indican los dos organizadores, quiere ser “un espacio para la celebración, la discusión y la reflexión acerca de las artes en tiempos de crisisâ€. Artes[H]oy es un proyecto nacido del entusiasmo de estos dos doctores –ella con una tesis sobre la historia de la educación literaria y él doctor en musicologÃa- que desde hace más de un año viven en ParÃs, donde, como muchos otros jóvenes investigadores, buscan un espacio para proseguir y afirmar una carrera profesional e intelectual brutalmente interrumpida en España. Con Artes[H]oy, Antonia y Pedro quieren dar voz a jóvenes creadores y jóvenes investigadores de ámbito humanÃstico, ofreciendo un espacio y un altavoz potente a través del cual hacer escuchar sus voces. Las de aquellos que, a causa de polÃticas in-culturales y de la elitización educativa y cultural, han tenido que hacer sus maletas e irse, llevando consigo sus conocimientos, sus iniciativas creativas, sus proyectos, ese capital intelectual que ningún paÃs deberÃa dejar escapar.
¿Cómo definirÃais Artes[H]oy?
Pedro. Artes[H]oy es un festival y como tal es una fiesta. Es un espacio para celebrar las artes, un lugar donde la teorÃa artÃstica pueda encontrarse con la creación, es decir, con exposiciones, conciertos o la puesta en escena de obras de teatro.
Antonia. A veces, todos aquellos que, desde el ámbito académico, nos dedicamos a la crÃtica o la teorÃa artÃstica, nos olvidamos de la práctica artÃstica di per se, la colocamos en un segundo lugar con respecto a la teorÃa o a las disquisiciones crÃticas, de tal modo que, al final, termina por no tener cabida en el ámbito universitario. Nuestra idea, como respuesta a este hecho, era la de unir estas dos realidades.
Pedro. Y, además, no querÃamos juntar en Artes[H]oy estas dos realidades convirtiendo la práctica artÃstica en un mero anexo de las mesas redondas y de los debates crÃtico-teóricos, al contrario, querÃamos darle protagonismo, situar la práctica artÃstica en el mismo nivel ocupado ya por la reflexión crÃtico-teórica.
PodrÃa pensarse Artes[H]oy como una serie de conferencias y actividades culturales que deberÃan enmarcarse en el ámbito universitario y, sin embargo, el proyecto nace y se llevará a cabo fuera de la universidad.
Antonia. En la universidad difÃcilmente hubiera tenido cabida, ante todo porque tanto Pedro como yo somos jóvenes investigadores y en un departamento universitario para que un proyecto como este o similar pueda llevarse a cabo debe ser propuesto por un investigador senior, a nosotros nunca nos hubieran escuchado.
Pedro. Además hubiera sido imposible conseguir el presupuesto que sà hemos conseguido aquÃ, en el Colegio de España de ParÃs. Si Artes[H]oy es posible es, en gran parte, gracias a que es acogido por el Colegio de España, que nos ha ofrecido no solo ayuda para la financiación, sino también el apoyo y, sobre todo, ha confiado en esta idea propuesta por nosotros, dos de sus residentes.
Deduzco que Colegio de España en ParÃs no es solo una residencia.
Antonia. El Colegio de España no fue, a lo largo de su historia, y no es, actualmente, una simple residencia. Es cierto que para las personas que pasan por aquà durante poco tiempo –durante lo que se suele llamar una estancia breve- el Colegio cumple la función de residencia, de una residencia cualquiera; sin embargo, para quien llega a ParÃs para permanecer varios meses y poder asà establecer una relación con el ambiente cultural de la ciudad y con sus distintos ámbitos académicos o artÃsticos, el Colegio juega un papel importantÃsimo, como intermediario y como lugar de encuentro. De hecho, se nutre de la convivencia entre los distintos colegiales que lo habitan, jóvenes de procedencia geográfica y profesional diferente que enriquecen culturalmente el ambiente que se vive aquÃ.
El Colegio cumple entonces, el papel de promotor que, quizá otras instituciones, como la universidad, no han jugado.
Pedro. De todos modos, es necesario matizar que, si bien para organizar Artes[H]oy no hemos recibido ayuda directa por parte de las instituciones universitarias, en el Festival participan distintos docentes universitarios, provenientes tanto de distintas facultades de ParÃs como también de España.
Antonia. Y esto lo hemos conseguido porque, al fin y al cabo, para bien o para mal, nosotros dos pertenecemos al ámbito académico, de allà provenimos y allà enmarcamos nuestras carreras profesionales.
Es paradójico que el dinero de otras instituciones públicas para el fomento de la cultura y la investigación sea el mismo que, al final, os ofrece otra institución pública, el Colegio, localizada en el extranjero.
Pedro. Sin duda es paradójico. Personalmente creo que si se ha podido llevar adelante este proyecto ha sido, esencialmente, por dos motivos: en primer lugar, por el Ãmpetu, el entusiasmo y la confianza que tanto Antonia como yo hemos tenido en el Festival y, en segundo lugar, por el carácter receptivo del Colegio de España, que ha creÃdo en el proyecto, y por la aceptación que ha tenido entre todos aquellos que fueron invitados a participar y que, inmediatamente, se sumaron.
Antonia. Para comprender el apoyo recibido es necesario tener presente que aquÃ, en el Colegio, los verdaderos protagonistas son los residentes, es decir, los jóvenes que están realizando su tesis o que ya la han concluido y están haciendo sus propias investigaciones: ellos son los protagonistas, y no los grandes popes de la academia. De este protagonismo que se les da a los jóvenes investigadores nace Artes[H]oy y, sobre todo, recibe el apoyo que ha recibido desde el primer momento.
Pedro. Además, el Colegio siempre ha manifestado a sus residentes la idea de que la estancia aquà debe ser considerada como una oportunidad para realizar proyectos, llevar a cabo iniciativas que, en otras circunstancias, no serÃan posibles.
El Festival y sus actividades gravitan entorno al concepto de crisis. Si bien lo vinculáis al ámbito artÃstico, ¿no consideráis este concepto es demasiado recurrente? ¿Acaso no es posible proponer una reflexión cualquiera independientemente de la crisis?
Pedro. Es importante el corchete que acompaña el tÃtulo del festival, pues subraya que se trata del arte en crisis, es decir, del arte como vÃctima de la crisis social y económica que inevitablemente afecta al creador como artista e individuo, y del arte en tiempos de crisis en cuanto el arte que nace en distintas coyunturas que impiden o dificultan la creación artÃstica, bien se trate de conflictos bélicos, de sistemas dictatoriales en los que se impone una censura o, como se ha visto en determinados paÃses del norte de Ãfrica, en medio de protestas y revoluciones populares.
Antonia. A pesar de ello, tenemos que ser sinceros y confesar que es verdad que, en cierta manera, hemos recurrido al concepto de crisis y, sobre todo, a las circunstancias que actualmente se viven en España, y no solo, para proponer una reflexión en torno a la creación y a la expresión artÃstica.
Como subrayaba Paul de Man, etimológicamente, el concepto de crisis implica siempre la crÃtica. ¿Debemos leer el tema de la crisis en el arte y del arte en crisis una declaración de intenciones en cuando crÃtica al sistema socio-económica?
Antonia. A pesar de que no se refleje en los planteamientos de partida, no se puede pasar por alto que nosotros somos los primeros en estar en una situación de crisis: hemos tenido que abandonar nuestro paÃs puesto que no tenemos lugar en el actual sistema universitario, hemos tenido que marcharnos sin tener tampoco muchas certezas y afrontamos una situación de incertidumbre constante. Nuestra propia experiencia nos ha llevado a proponer como eje temático del Festival el concepto de crÃtica y, sin duda, con una gran connotación crÃtica con respecto a la situación que vivimos y, más en concreto, a la situación crÃtica que se vive en el mundo del arte y las humanidades.
Pedro. El ejercicio humanÃstico debe ser crÃtico y el ejercicio crÃtico no se desgaja de la creación asà como tampoco de la reflexión teórica. Los distintos ponentes invitados son reconocidos, además, por su posición crÃtica con respecto a su disciplina y con respecto a la realidad que los rodea.
Antonia. Proponer una mesa de análisis en la que se debata acerca del uso y el no uso de las artes en la enseñanza obligatoria no es inocente, tiene una intención clara. En una realidad tan pragmática en la que se cuestiona si la filosofÃa debe estudiarse en las aulas, obliga a una reflexión y, sobre todo, obliga a reivindicar la importancia de esta disciplina como asignatura obligatoria en las aulas. La presencia de Justo Zambrana o Agustà Escolano Benito responde precisamente a esta necesidad de reivindicar reflexivamente acerca de la pérdida en los planes de estudio de la filosofÃa o también de la música. Zambrana, Escolano Benito, juntamente con Antonio Luzón, nos permiten repensar lo que está sucediendo en el actual sistema educativo, resultado, sin duda, del sistema capitalista neo-liberal en el que todos estamos inmersos. A fin de cuentas, nada es casual en el programa de Artes[H]oy, cada ponente responde a un deseo de proponer una reflexión y, como tal, una crÃtica que abarque, desde el arte y la creación artÃstica, también la realidad social actual.
Pedro. De hecho, la apertura del Festival corre a cargo, entre otros, de José Maria Ridao, cuyo último ensayo lleva como tÃtulo La estrategia del malestar.
En el Festival dedicaréis un espacio a gestión de las industrias culturales, un concepto –el de industrias culturales- muy criticado por convertir la cultura en mercancÃa. ¿No os alejáis asà del ámbito propiamente artÃstico-teórico siendo benévolos con la mercantilización de la cultura que algunas instituciones defienden?
Antonia. Una de las ponentes de la mesa dedicada precisamente a la gestión cultural es Apolline Pradeilles, una investigadora de la Universidad Paris 3 cuyo trabajo gira en torno a la observación y el análisis de cómo el artista sobrevive en la sociedad en épocas de crisis y se centra sobre la figura del artista en el Madrid del siglo XX. Pradeilles estudia las distintas fundaciones y organizaciones públicas y privadas que intervienen en la financiación de la creación artÃstica. El ejemplo de Pradeilles es elocuente, pues subraya que por parte del Festival no hay ninguna intención de convertir el arte en mercancÃa, sin embargo tampoco podemos negar que hoy dÃa tanto el arte como el creador no pueden vivir o sobrevivir sin ese aparato institucional. Por ello, creo que es necesario incluirlo como tema de discusión en el Festival y proponer una reflexión crÃtica acerca de lo que significa este aparato económico-empresarial y qué efectos tiene en la creación.
Pedro. CreÃamos que era necesario que, en un Festival como Artes[H]oy en el que se va a hablar de artes en crisis y, sobre todo, del arte en tiempo de crisis, acudieran como participantes expertos en gestión asà como directores de distintos organismos, públicos o privados, que se pelean dÃa a dÃa para sacar adelante proyectos artÃsticos. No podemos descontextualizar el arte de la situación social, económica e ideológica en el que está inserto, por ello en el Festival se hablará de gestión cultural, pero también de cuestiones ideológicas o económicas y se discutirá acerca de las dificultades a las que se enfrentan las distintas organizaciones que se interesan por la creación artÃstica y su difusión.
El espacio que concedéis a la práctica artÃstica me hace recordar la frase un profesor mÃo: “No nos olvidemos de la obra, pues sin obra no hay ejercicio teórico ni crÃticaâ€.
Antonia. Ninguno de nosotros tendrÃamos profesión sin el contexto artÃstico, es decir, sin la creación, sea esta literaria, musical, pictórica o cinematográfica.
Pedro. La inclusión del aspecto creativo en el Festival no solo responde a esta reivindicación, sino que es su seña distintiva, pues sin la presencia de las manifestaciones artÃsticas, dejarÃa de ser un festival para convertirse en un congreso más. El festival implica creación, implica práctica artÃstica.
ParÃs, la ciudad que acoge el Festival, se convierte en sÃmbolo crÃtico y reivindicativo al poner sobre la mesa la parálisis cultural de nuestro paÃs y la constante huida de jóvenes formados en busca de posibilidades en el extranjero.
Antonia. Exacto y, de hecho, el cartel del Festival es simplemente un paquete con un matasellos en el que está inscrito el nombre de ParÃs. Esta imagen pretende ser una carta, una misiva, en definitiva, un paquete dirigido a España, un paquete que lleva consigo un mensaje muy claro y es que fuera, a nosotros, los jóvenes, se nos valora, desde fuera se nos considera lo suficientemente formados para llevar a cabo un proyecto como este. ParÃs no es anecdótico, significa exilio e inmigración, significa capital cultural, proyección internacional…
Pedro. El hecho de que se haga en ParÃs responde, ante todo, a la circunstancia que tanto Antonia como yo estemos en ParÃs; probablemente si hubiéramos estado en otro lugar el Festival hubiera tenido otra sede, aunque en verdad estos son meros comentarios cabalÃsticos. Lo que sà es cierto es que a nosotros nos gustarÃa que el Festival creciera y el próximo año volver a organizarlo, pero esta segunda vez en otra ciudad. Evidentemente, esta primera celebración del Festival está influida por nuestra estancia en ParÃs, sea por los ponentes invitados sea por la colaboración recibida, de forma completamente, desinteresada por algunos de nuestros compañeros en el Colegio de España. Además, como ya ha subrayado Antonia, el hecho de que nos encontremos en ParÃs no es casual, responde a las circunstancias que se viven en España y la escasez de oportunidades que nuestro paÃs nos ofrece. A estas circunstancias nuestras se suma el apoyo recibido por el Colegio de España en cuanto institución pública que se ha volcado en nuestro proyecto, sin ese apoyo no hubiera sido posible organizar un festival como Artes[H]oy.
A la vez, ¿no se corre el riesgo de idealizar una ciudad como ParÃs donde los recortes en cultura y en servicios sociales son a dÃa de hoy más que notables?
Pedro.Eso ocurre y es habitual, cuando el paÃs que te acoge y te ofrece aquellas posibilidades que tu paÃs no te ha podido dar, sueles idealizarlo, es algo frecuente.
Evidentemente, os pregunto en base a vuestra experiencia como jóvenes investigadores y no por el hecho de que el Festival se ubique en ParÃs.
Antonia. Estar fuera siempre es ideal en tanto que es enriquecedor e importante que alguien ya formado, antes de asentarse laboralmente en un lugar fijo, pueda viajar e impregnarse de nuevas culturas, acrecentar su formación con nuevos conocimientos y nuevas experiencias lejos de su ciudad o de su paÃs de origen. En este sentido, irse fuera del propio paÃs es ideal cuando es opcional y temporal, otra situación completamente distinta es aquella que se vive cuando irse a un paÃs extranjero es irremediablemente la única opción y no una elección: estar lejos de casa, en una realidad lingüÃstica que no te pertenece no es fácil.
Para terminar, se dice que en época de crisis nace el mejor arte, ¿tópico o verdad?
Antonia. Pienso que es un tópico que como todo tópico tiene algo de verdad. Quizás una época de crisis invita a las personas a moverse más, a tener más iniciativa para poder buscarse un hueco en su profesión y buscar un sustento para su vida; todo esto implica, por tanto, dejar atrás la pasividad, pues ya no podemos pensar que todo nos viene dado, lo tenemos que buscar nosotros. En este contexto, seguramente la creación artÃstica o la producción intelectual se ve beneficiada pues nace de un estÃmulo mayor, de una necesidad de crear a pesar de todo.
Pedro. Sin duda en esta época, hay una mayor necesidad de expresarse y de manifestarse ante la situación que estamos viviendo y esta necesidad expresiva da lugar a una mayor creatividad. Es patente que, hoy por hoy, el deseo de expresión y de manifestación impregna la sociedad, cada uno de nosotros elige un medio para hacerlo, desde escribir un blog hasta manifestarse, cada uno elige sus propias herramientas y entre estas herramientas están, indudablemente, aquellas del arte. Una situación de crisis provoca, conmueve y lleva a la acción a la persona y la acción artÃstica es, indudablemente, una acción muy potente a través de la cual decir y expresar un determinado momento. La crisis ha despertado el deseo de expresión, de decir algo a través de la creación artÃstica, luego si esta creación artÃstica tiene un valor di per se lo podremos apreciar en perspectiva, una vez haya transcurrido el tiempo y volvamos a mirar y a estudiar el arte creado hoy en dÃa.