Es cierto que todos los regalos son siempre bienvenidos. Pero hay ocasiones en que son, además de bienvenidos, especiales. Es el caso de este libro que ahora muestro en este singular escaparate: Diván de poetisas árabes contemporáneas. Y es un regalo especial por dos razones: por quien me lo obsequia y por su temática. No es fácil hallar en el mercado editorial un libro de estas caracterÃsticas, menos aún cuando sus protagonistas son mujeres árabes, y, además, poetisas. No me negarán que no tiene la cosa enjundia. Hay que estar hecho de una materia especial para atreverse a reconocer públicamente la integración de la mujer, a más árabe, en el cerrado mundo de la poesÃa. Un acto revolucionario si nos atenemos a los hechos que vienen sucediéndose en la sociedad árabe desde tiempo inmemorial. Mostrar el lado femenino de la literatura árabe, y en especial el de la poesÃa es merecedor de todo encomio.
A nadie se le escapa la dificultad para afrontar un trabajo de estas caracterÃsticas, y es de justicia reconocer esta labor, precisamente en la persona de Jaafar Al Aluni, un hombre, que no, curiosamente, una mujer, lo que añade más valor si cabe a esta publicación. En palabras de Ibn ArabÃ: “Todo lugar que no acepta lo femenino es estéril, no cuenta†y el poeta Adonis, autor de la presentación de este libro añade: “la masculinidad que anula la feminidad se anula a sà misma, y esta es la situación actual de las sociedades árabes e islámicas: están anuladas, tanto en lo masculino como en lo femenino. La mujer en estas sociedades es un objeto religioso codificado, enjaulada en lo lÃcito y lo ilÃcito, es un ser sin rostro, y todo ser que carece de rostro, carece de identidadâ€, y concluye, refiriéndose a esta antologÃa:
“En esta selección de poesÃa femenina árabe, el lector encontrará diversas maneras en las que la mujer poeta se expresa a sà misma, expresa su libre feminidad, su cuerpo, su relación con el mundo y con las cosas, y, sobre todo, su relación la lengua árabe femenina, la cual, en sà misma, necesita la libertad y liberarse de lo masculino que dirige la tierra en nombre del Cieloâ€. Por su parte, Jaafar Al Aluni, autor de esta edición y traducción nos acerca a la poesÃa árabe escrita por mujeres mediado el siglo XX, años después de lo que vendrÃa en llamarse “el despertar árabeâ€.
Será entonces cuando la poesÃa árabe femenina comience su andadura y su presencia sea más activa, aunque dadas las circunstancias sociales del mundo árabe no sean las mejores para una verdadera difusión del quehacer poético de las mujeres árabes, relegadas y silenciadas sistemáticamente. Diez son las poetas seleccionadas por Aluni para este Diván, diez voces diferentes que abren el camino a un mayor conocimiento de la poesÃa árabe. Fadwa Tuqán y Názik Al-Malaika inician el movimiento poético femenino y son las primeras en introducir cambios en la tradición poética a partir de los años cincuenta. Para Aluni los años sesenta representarán la entrada de la modernidad a través de la revista Sh’ir, con poetas como Saniya Saleh y Ãmal Yarrah. El papel de la libertad de la mujer y su papel en la sociedad es asumido poéticamente por las poetas LamÃa Abbás Amara, Suad Al-Sabah y FawzÃa Abú Jáled, en los años setenta y ochenta. Concluye su selección Aluni con la representación de poetas pertenecientes a los paÃses orientales, como la libanesa Souzanne Alaywan, de los occidentales la marroquà Widad Benmusa y de los paÃses del Golfo a la yemenà Huda Ali Iblán.
Una muestra tan heterogénea como acertada si nos atenemos a los propios textos que avalan la trayectoria poética de cada una de las poetas seleccionadas por Aluni. Como prueba de lo dicho sean los versos de las poetas representativas de las etapas expresadas anteriormente. De Tuqán, del poema Tu nombre:
“¿Tu nombre? / Oh suspiro de flor que exhala en el rocÃo de la palabra, / ¿tu nombre? / Oh luz de madrugada que apareciste / cuando caà en la oscuridad del camino. / Oh melodÃa que me levanta y me acuesta con su armonÃaâ€.
De Saniya Saleh, del poema Patria:
“Mi patria es mi sueño, / cabeza y corazón / ardiente y palpitante. / Mi patria son los caminos aislados, / la tumba y las salas de esperaâ€.
De la tercera etapa seleccionamos a FawzÃa Abú Jáled y los contundentes versos de El poema del agua:
“Sumergió sus dedos en el desierto, / y con el agua del espejismo escribió un poemaâ€.
Y de la última etapa sean estos versos de la marroquà Benmusa, donde el silencio es el eje de la vida:
“El viento del silencio / penetra mi cuerpo / heme aquà celebrando / una soledad distinta…â€.
No cabe duda de que este libro Diván de poetisas árabes contemporáneas marca un antes y un después, que es una referencia clara de la poesÃa femenina árabe, y que todo él trasluce verdad e inteligencia, ética y estética para un tiempo nuevo en el que la mujer no puede seguir representando “lo estérilâ€, sino todo lo contrario, el fruto de una manera diferente de entender el mundo, también de construirlo.