La escritora neozelandesa Katherine Mansfield (1888-1923) es uno de los referentes del modernismo literario inglés cuya obra destacó por sus cuentos y relatos y novelas cortas, géneros en los que sobresalió desde pronto, como en la poesÃa, con publicaciones en revistas. Su fama, no obstante, también se debe a su muerte prematura por tuberculosis y a sus años de enfermedad. Poco después de su fallecimiento, su marido y albacea, John Middleton Murry (1889-1957), editó una recopilación de sus textos privados, Ãntimos, bajo el nombre de Diarios. Como explica en el prólogo de Sopa de ciruela (Eterna Cadencia, 2022) de manera magnÃfica Eleonora González Capria, quien se ha ocupado de la selección y notas de los textos que conforman este volumen, con el paso de los años y el estudio del material original, se fue descubriendo que Mansfield no escribÃa en realidad diarios en la manera tradicional que concebimos el género, sino que en realidad los cuadernos personales que legó estaban compuestos por fragmentos de cuentos y de relatos, de ideas sueltas, de borradores de cartas, de pensamientos cotidianos, de recetas, listas de gastos, poemas, crÃticas literarias y, sÃ, entradas de diario, las cuales surgÃa de manera esporádica, no bajo una cierta sistematización de escritura de diarios. Sin embargo, durante años, las ediciones de su marido daban la sensación de que sà habÃa existido esa pulsión diaria de Mansfield.
Con Sopa de ciruela, la editorial Eterna Cadencia y González Capria, buscan una forma de enmendar lo anterior: al final y al cabo, aquellos Diarios eran en verdad reescrituras de su marido del material de Mansfield y, por tanto, entregaba una visión sesgada, manipulada, a partir de los originales de la escritora. En esta edición, se ha partido de los manuscritos originales para realizar una amplia selección a partir de los cuadernos, correspondencia y artÃculos publicados en revistas. El volumen se divide en varios bloques –El hambre, El buen beber, En un café, La escasez, Recetas & retazos, En viaje, Entre jardines– y tiene como ejes vertebradores temas como el deseo, el placer, la comida y cocinar como refugios y la escritura como proceso tanto creativo como vital para Mansfield.
Sopa de ciruela es un libro cuya fragmentación opera, curiosamente, como ordenación de un conjunto de textos de distinta procedencia que conduce al lector por un itinerario narrativo que va variando de un texto a otro. Con ello, nos acerca a Mansfield desde diferentes perspectivas que dan cuenta de la persona, de la escritora e, incluso, del imaginario que puede el lector tener sobre ella. Además de las anotaciones para posibles relatos, donde se aprecia, aunque sea a modo de bocetos, el estilo de Mansfield y su visión del mundo, interesa esas pequeñas entradas cotidianas, en apariencia insignificantes, y que, sin embargo, esconden una mirada hacia aquello que la rodea muy particular, poetizando, desde la prosa y el comentario en apariencia casual o espontáneo, aquello que, a priori, parece insustancial. AsÃ, en Sopa de ciruela, encontramos a una escritora, a una mujer, que atendÃa al mundo desde una posición de gran vitalidad, de profundo humanismo, y, en muchos casos, desde un cierto humor que se puede rastrear en algunos comentarios en sus cartas. Un libro cuya recopilación muestra gran inteligencia y conocimiento de la autora para ofrecer un material literario que hasta no hace mucho daba una idea manipulada de Mansfield.
La idea es buena, pero falta un texto de la escritora para aquilatar el comentario. No cuesta nada.