El campo literario de la Ciencia-Ficción es tan inmenso y de tal complejidad estructural -los géneros y los subgéneros, las especializaciones, los hÃbridos procedentes de las asociaciones con otros géneros, las diferencias por la procedencia geográfica o cultural de sus autores…- que para un lector no especializado el recorrido por la bibliografÃa de reciente aparición, limitada a las traducciones al castellano y a unas cuantas editoriales contrastadas, está sujeta a sorprendentes descubrimientos. Reconozco, y que me perdonen los aficionados al género, que jamás habÃa oÃdo hablar de Ian Watson, pero sólo con repasar su inabarcable bibliografÃa, paso previo a la primera lectura de un autor desconocido, uno se da cuenta de que este señor no es ni un cualquiera ni un advenedizo en esas lides; asà que, provocado por esa intuición y justificado por el prestigio de la editorial, verdadera punta de lanza de las traducciones del género, uno se enfrenta a las más de seiscientas páginas del volumen con la ilusión del neófito.
El volumen, que toma el nombre de una de los textos que incluye, es el primero de la futura recopilación sistemática de la obra temprana de Watson, y está compuesto por tres novelas: Incrustados (The Embedding, 1973), El Kit Jonás (The Jonah Kit, 1975) y Orgasmatrón (Orgasmachine, 1976, publicada en inglés en 2010).
En Incrustados: Un grupo de niños son encerrados en un entorno experimental, sometidos a inmersión en lenguajes lógicos, y el fracaso del experimento porque la cantidad de información colapsa sus cerebros; la construcción de una gran presa que inundará la selva amazónica y provocará el exilio de una tribu en concreto; la visita de una nave extraterrestre perteneciente a una civilización técnicamente avanzada; la polÃtica de bloques que, ante la amenaza exterior, se convierte en alianza.
En El Kit Jonás: El descubrimiento y estudio de una zona de colisión de galaxias, y el hallazgo de que el ruido de fondo del universo se asemeja al sistema de comunicación de los grandes cetáceos; un niño autista fugado de una institución muestra una extraña predilección por los cachalotes; un matemático descubre las fórmulas que demuestran la existencia de Dios, pero en un Universo que no es el nuestro; el despertar de la conciencia de un cachalote a quien se ha implantado un modelo matemático.
En Orgasmatrón: «Chicas a medida» es una factorÃa en la que se fabrican mujeres por encargo, cada una con sus especificaciones; espectáculos de sexo en directo con retroalimentación por realidad virtual a los espectadores y teleespectadores; máquinas expendedoras de sexo; rebelión de las esclavas sexuales contra el patriarcado…
Incrustados es uno de los libros de SF más extraños que he leÃdo jamás: la multiplicidad de tramas, originalmente inconexas y que, a medida en que avanza la acción, van encontrándose; la caracterización de la multitud de personajes, siempre forzosamente desdibujada, y adquiriendo sus atributos en función de su rol en la acción; el tratamiento de los aspectos cientÃficos, desde la etiologÃa hasta la psicologÃa, desde la fÃsica cuántica hasta la astronomÃa, perfectamente concordantes con las subtramas tratadas; y ese efecto «envolvente» de una prosa ágil y directa, que no se entretiene en barroquismos -en el sentido peyorativo del término- y cuyo ritmo acelerado lleva al lector en volandas hacia la ¿conclusión? En resumen, unas novelas tan desconcertantes como, tal vez por esa razón, adictivas.