La hermana de Justo Navarro

Hermana Muerte
Justo Navarro
Seix Barral

Hermana muerte del granadino Justo Navarro es bÃ¡sicamente una atmÃ³sfera. En sus pocas pÃ¡ginas se recogen los recuerdos de un adolescente que asiste al deterioro progresivo de su padre y luego de su muerte al desarrollo de unos hechos que tiene que ser desconcertantes a esas edades. La novela tiene su trama ligada a la especulaciÃ³n inmobiliaria que es metÃ¡fora y fuente que nutre el deterioro de las vidas del adolescente y de su hermana. El patetismo de los frecuentadores de la hermana, sus nombres y sus costumbres dan cuenta de una psicologÃa que se advierte bajo esos detalles sin ser necesario la exhaustiva explicaciÃ³n de las debilidades y complejos de aquellos personajes. Obra inquietante y que deja abiertos muchas vÃas de reflexiÃ³n, Hermana muerte es toda una lecciÃ³n magistral de construcciÃ³n concienzuda de la atmÃ³sfera. Cuando se lee la novela el entorno del lector se llena del polvo de las obras, del ruido de las grÃºas y las noches se iluminan con las luces de estas. Y el silencio, al leer se oye el silencio de los domingos cuando las obras paran en la novela.

El lenguaje consigue que con pocas palabras veamos el barrio desahuciado a favor de obras de nuevo cuÃ±o y vivamos inmersos en una casa con su atmÃ³sfera cargada de rencor, sensualidad (que no debe ser entendida como â€œsexualâ€ sino todo lo contrario) y sobre todo de onirismo como vÃa de vuelta a aquellos recuerdos por un hombre.

Consigue el granadino una de sus mÃ¡s importantes obras (El alma del controlador aÃ©reo, siendo mÃ¡s larga y de otro registro muestra como el escritor ha crecido en el dominio de su oficio). Es un trabajo como digo de atmÃ³sfera y de condensaciÃ³n psicolÃ³gica de los personajes. La brutalidad recordada por el adolescente, la naturalidad con la que acepta que su hermana se estuvo prostituyendo dan cuenta de cÃ³mo es en la actualidad el hombre que recuerda aquellos dÃas con una frialdad que espanta. Ve en los amantes de su hermana partes de su padre, voz, espalda, nariz (como si se tratara de un destripador), que entiende como una seÃ±al del difunto. El narrador-personaje que recuerda todo aquello serÃa en la actualidad un ser frÃo, que no muestra remordimientos por lo que hizo, que no siente empatÃa por la hermana prostituida, que distorsiona el recuerdo del padre y de la madre cleptÃ³mana (otro tema en el que abundar), podrÃa perfectamente convertirse en un psicÃ³pata de libro. QuizÃ¡ Justo Navarro pueda construir una novela negra de las que tanto le gustan con el perfil psicolÃ³gico de este hombre que mira al pasado sin rabia pero sin mostrar la mÃ¡s mÃnima sensaciÃ³n de tristeza por lo que hizo. El asesinato de la maestra o de MartÃn y la distancia que toma el personaje de esta brutalidad dan cuenta de su radical pÃ©rdida de toda empatÃa. El lenguaje consigue que con pocas palabras veamos el barrio desahuciado a favor de obras de nuevo cuÃ±o y vivamos inmersos en una casa con su atmÃ³sfera cargada de rencor, sensualidad (que no debe ser entendida como â€œsexualâ€ sino todo lo contrario) y sobre todo de onirismo como vÃa de vuelta a aquellos recuerdos por un hombre. El pasaje de la casa del novio de la hermana que parece un laberinto dentro de una fÃ¡brica, da la sensaciÃ³n necesaria de distorsiÃ³n de fantasÃa evocada asociada a un sueÃ±o por lo raro del lugar.

La fiesta final es tambiÃ©n una especie de bacanal, como si fuese una suerte de aquelarre al que asisten todo tipo de seres convertidos en fantasmas mientas el novio de la hermana yace muerto (Â¿o no?) en la carretera. Sistema de expresiÃ³n con una solidez que se encuentra en pocas novelas de las dimensiones de esta, la obra de Justo Navarro debe ser leÃda como ejemplo de construcciÃ³n precisa, de economÃa de palabras y de uso sutil de metÃ¡foras que volvemos a decir, constituyen el fundamento de una atmÃ³sfera que envuelven al lector en una historia inquietante y que definitivamente da para comenzar con una saga que solo Justo Navarro podrÃa convertir en un Ã©xito literario seguro.