La editorial Nocturna publica Alrededor del mundo (2014; 2020, edición en castellano), de Laurent Mauvignier, de quien ya habÃan editado En la turba (2006; 2017, edición en castellano), y con la que comparte el interés del escritor francés tomar hechos reales para, a partir de ellos, llevar a cabo un trabajo de ficción en el que lo real deviene en paisaje, casi en excusa, para elaborar trabajos narrativos con aliento experimental, algo que también sucedÃa en otras obras como Lejos de ellos (1999; Cabaret Voltaire, 2014), Aprender a terminar (2000; Pasos Perdidos, 2012) u Hombres (2009; Anagrama, 2011).
“Luego sobreviene una calma pesada y extraña.
Una calma extenuada y vibrante, peo vibrante esta vez a causa del silencio y del peso de la tregua. La vida parece afluir y reconquistar el silencio de la tierra. 14 horas, 46 minutos y 44 segundos, hora local, cuando empezó la cosa. Más de dos minutos y unos cuantos puñados de segundos arrojados al loco temblor. El asunto ha durado dos minutos, salvo que, en verdad y a partir de se momento, los minutos ya no significan nada. Ya no se puede aislar ni separar nadaâ€.
Con En la turba, Mauvignier partÃa de un acontecimiento muy particular: las secuelas de algunos personajes que sobrevivieron a la tragedia de Heysel, en Bruselas, el 29 de mayo de 1985, cuando antes de comenzar la final de la Copa de Europa entre la Juventus y el Liverpool casi cuarenta personas murieron aplastadas y cientos resultaron heridas. En Alrededor del mundo, sin embargo, no indaga en el pasado a través de las heridas que ha dejado a través de una mirada en perspectiva, sino que relata desde el presente, aunque su escritura sea, igualmente, desde tiempo después. Para ello, toma como punto de partida el 11 de marzo de 2011 cuando un terremoto y un tsunami golpearon a Japón y propiciaron la tragedia posterior de Fukushima.
Sin dividir el libro en capÃtulos, Mauvignier sigue a diferentes personajes en distintas partes del mundo que, de una manera u otra, acaban teniendo alguna relación con el desastre natural. El escritor francés parece tomar la idea de las grandes olas para construir una novela que fluye de un personaje a otro, de una situación a otra, de manera lÃquida, con transiciones tan abruptas como bien entrelazadas y que, en determinados momentos, se asemejan a montajes audiovisuales que pasan de un espacio a otro mediante transiciones rápidas de una historia a otra. Mauvignier logra esta sensación gracias a un elaborado trabajo narrativo que concreta y diferencia cada espacio y cada personaje, pero creando una sensación correlativa: forman parte de un todo incluso en la lejanÃa.
“Contempla, sin saber por qué, su fotografÃa, su nombre y apellidos, su número identificativo, sus medidas, sus rasgos caracterÃsticos, y es igual que si observase el retrato de un personaje de ficciónâ€.
AsÃ, Mauvignier ha escrito una novela mapa, más que una novela rÃo, para crear una red de personajes e historias cuyos relatos tienen validez en su particularidad, sin necesidad de significar algo en relación con el resto de las narraciones. Su relevancia se encuentra en la manera en que el escritor francés ofrece una mirada hacia un mundo hipervisualizado en el que los personajes parecen vivir realidades mediadas por imágenes: Mauvignier introduce algunas fotografÃas en el libro que resultan ilustrativas y contextualizan cada historia; sin embargo, resultan tan voluntariamente tópicas y fácilmente identificables que devienen en crÃtica visual sobre su existencia y su significado en el conjunto creado por Mauvignier: un mundo globalizado y falsamente conectado en el que las conexiones humanas se buscan bajo la artificialidad de nuestra realidad.
El tsumani surge como violento recordatorio de una realidad tangible, aunque brutal, frente a un mundo etéreo en cuyo interior se intenta llevar a cabo una vida normalizada. Y se consigue, pero todo resulta demasiado frágil, absolutamente volátil. Mauvignier retrata ese mundo, nuestro mundo, a partir de voces individuales: en Alrededor del mundo el narrador asume una forma completamente demiúrgica al pasar de un personaje a otro, como si estuviese contemplando a todos y cada uno de ellos. AsÃ, la novela de Mauvignier conduce al espectador a través de una red narrativa compuesta por diferentes historias que dan como resultado un relato abrumador y en constante movimiento para transmitir esa sensación de un mundo globalizado incapaz de detenerse. No hasta que una gran ola y un movimiento de tierra obligan a que el movimiento cese. Y, entonces, surge con total desnudez las grietas del sistema.