Es muy frecuente, en estos últimos años, la edición de libros de haikús, tal vez por esa misteriosa y mágica estructura de 5-7-5 versos que hacen de la concentración silábica y la reflexión de lo cotidiano joyas de incalculable valor. A nadie le es ajeno que precisamente por estas condiciones especÃficas la dificultad en la resolución de un verdadero haikú es mayor, aunque parezca a simple vista lo contrario. El poeta que se atreve con este tipo de composición lo sabe bien y aunque su proliferación haya aumentado, la verdad es que no siempre con el mismo efecto según sean sus autores.
Para esta ocasión abogamos por un libro, Diecisiete alfiles y una autora MarÃa Ãngeles Pérez López (Valladolid, 1967), poeta y profesora titular de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, una de las voces femeninas más interesantes del panorama poético actual y que, entre otros, ha publicado: Tratado sobre la geografÃa del desastre, La sola materia, La ausente, AtavÃo y puñal, Fiebre y compasión de los metales, Interferencias o Mapas de la imaginación del pájaro.
Diecisiete alfiles, al cuidado de Abada Editores es un libro polifónico en el cual hallaremos haikús de temáticas variadas (del amanecer, de Epicuro, de las perseidas, del trabajo, del hielo, del camino…), hasta 32 en total. En cada uno de ellos Pérez López nos muestra la belleza y el hondo pensamiento, trasunto de la cotidianidad, de la vida en su natural esencia, del asombro ante lo mistérico o desconocido:
«Frente a los páramos / desnudan los jardines / sus pies de sándalo. // Libar la vida. / Que en su jugo se empapen / omega y sigma».
La magia de la palabra, esa que nace del abismo y vuela hasta alcanzar el nombre de las cosas, puro mestizaje de forma y fondo, ética y estética en equilibro, sincero lirismo que adecua al tiempo que le toca vivir. Asà MarÃa Ãngeles Pérez López recorre la singular aventura de la palabra escrita, en un continuo fluir, sin desvanecimiento alguno, segura de su magisterio y de sus creaciones.
En Diecisiete alfiles, como dice la propia autora en su final de epÃlogo “se juega el mundoâ€, “con una tensión estilÃstica infrecuente en un género que suele practicarse con ligerezaâ€, como asà matiza Erika MartÃnez en el prólogo. Hay, sin duda, en este ramillete de kaikús una extraordinaria sensibilidad que va más allá de la anécdota, convirtiendo el detalle en manantial de luces que sacian toda sed, que deslumbran hasta encoger el alma:
«La luz primera. / Desacato en las hojas / que se impacientan. // La luz cerrada. / En la noche del cuerpo, / rezuma el alba».
IntensÃsima la voz poética de MarÃa Ãngeles Pérez López, abarcadora y profunda, nacida para redescubrirnos el mundo, el universo que contiene sus versos en un reto que se impone a sà misma de manera natural, y libre, que quiere recorrer todos los caminos posibles o abrir las puertas, el corazón, abrazar la vida al fin y al cabo:
«En cada puerta / un camino se abre / y otro despierta».
La efectiva musicalidad del haikús, la elegancia del verso y su cadencia deleita la lectura de Diecisiete alfiles y nos confirma la excelencia poética de su autora, MarÃa Ãngeles Pérez López.