Foto: Susan Soosay Flickr Commons

¿Quién nos contará el storytelling que salve a los periodistas?

/
Foto: Susan Soosay Flickr Commons
Foto: Susan Soosay Flickr Commons

Según Christian Salmon, escritor y miembro del Centro de Investigaciones sobre las Artes y el Lenguaje (CNRS), el storytelling es la narración de una historia apelando a la parte emocional del receptor de la misma para captar su atención. Si nos centramos en el ámbito de los periodistas, vemos que su historia no acaba de enganchar con la sociedad actual, ya que es una de las profesiones más castigadas por la crisis y que más dificultades tienen los nuevos licenciados/graduados para abrirse paso entre sus redes laborales. Por lo tanto, alguien, algo o muchos debe ayudarlos con un buen plan estratégico de mercado como Sherezade que se inventó mil y una historias para ser salvada de una muerte horrible… ¿Quién será la Sherezade que logre salvar a los periodistas de un cruel destino?

Esta no es una fácil respuesta, y a mi parecer debería ser trabajo conjunto de la sociedad, quien debería levantar el dedo de la misericordia para con ellos; y de los mismos periodistas quienes están obligados a seguir los anhelos de esta sociedad cambiante y saber adaptarse a ellos. Actualmente, en la era tecnológica, los periodistas ya no solo deben competir con sus compañeros de profesión, sino que deben competir con todo aquel que tenga acceso a internet, a los smartphone, a todo aquel que pueda narrar una buena historia, contarla, plasmarla audiovisualmente, etc. Con tanta feroz y buena competencia; ¿cómo se sale vencedor? A mi modo de ver, solo se vence si se consigue dar eso que los demás no pueden dar; innovando. Creando. Buscando. Trabajando. Reinventándose. No hay nada que llame más la atención de un público que lo nuevo, lo poco visto o lo diferente; por lo tanto se reserva un sitio para el más genuino como ganador de la batalla Ciudadano 2.0 vs Periodista. Genuino u Homo Sampler al cual Eloy Fernández Porta define como persona derivada del Homo Sapiens Sapiens que toma materiales ajenos pero mantiene sus fuentes. Lo que le diferencia del mero plagio, emergiéndose en artista. El artista periodísticamente hablando sería la persona que vio más allá y que entiende el mainstream, esos pensamientos de una sociedad en un momento determinado; tal y como diría Vicente Verdú el que realizó el paso de lo pesado a lo liviano.

Sin embargo este esfuerzo vocacional de los periodistas que se ve intensificado en los tiempos que corren, queda vacío de significado si la sociedad no lo puede valorar. Actualmente nos encontramos en una situación de mínimos, que provoca que todos los sectores se reduzcan a lo estrictamente necesario. Y no hay que olvidar que la imagen que se tiene en España del periodista medio, no es la misma que se tiene en otros países como en Alemania, donde son mejor tratados. También nos encontramos con una población sobresaturada de información (TV, Internet: facebook, twitter, móvil, diarios online, publicidad,…) hay tantísima información que produce la desinformación de la sociedad, creando una sensación de sobreabundancia, como cuenta Paul Virillo profesional del ámbito de la arquitectura y el urbanismo. Que se produzca este fenómeno no significa que la población no quiera estar informada o no se sienta fuertemente atraída por los medios, tal y como dice Ramon Salaverria, profesor de la Universidad de Navarra, 20 años después de que las tecnologías impactaran de lleno en el periodismo, los ciudadanos, lejos de perder el interés, le prestan más atención todavía. Así, en consecuencia, solamente se debe saber llegar al ciudadano, darle esos mínimos necesarios que se buscan en estos momentos y hacer del producto periodístico un mínimo requerido y del que no se pueda huir ni en tiempos de crisis. Con el concepto mínimos me refiero a no perder la rigurosidad periodística a la hora de contar una historia, pero ser capaz de sintetizar lo esencial y sustituir el contenido denso por diferentes soportes visuales más directos y atractivos para el espectador, es decir, vídeo, imagen, animación, gráfico etc. Todo aquello que sea capaz de captar el interés.

Volviendo a la pregunta inicial, ¿quién nos contará el storytelling que salvará a los periodistas? Personalmente, apuesto por una Sherezade que reside en cada innovación, que está colgada en la bombilla de una nueva idea, que está esperando en el quiosco junto al periódico, que reside en los twitters informadores que corren por el mundo, en una cámara de fotos, en una audiovisual… Sherezade es solo la ilusión de seguir viviendo cada día y de no rendirse. Sherezade es la historia de periodista y de ciudadanos que luchan por salir a delante, así que ¿y si este storytelling lo contamos entre todos?

Sònia Granero (Barcelona, 1990) es licenciada en Derecho pero ha enfocado su carrera hacia las letras y la comunicación. Ha realizado este artículo dentro de las actividades del Curso de Periodismo Cultural de Escuela de Letras.

Revista de Letras

Revista digital de crítica, cultura y pensamiento. Publicación bajo licencia Creative Commons. Desde 2008.

3 Comentarios

  1. Hi, yup this post is truly fastidious and I have learned lot of things from it dbagkcfadbkf

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Previous Story

Poesía Sci-fi

Next Story

Esa apasionante rutina

Latest from Escuela de Periodismo Cultural