“Sus cuentos son excesivos, raros, violentos, divertidos y alucinados. Por eso mismo resultan iluminadores de este delirio colectivo al que llamamos normalidadâ€.
“no creo que sea adecuado hablar de relato experimentalâ€, comenta su traductor al castellano Ben Clark, “no opino que Saunders experimente, Saunders hace, creaâ€.
Edicions de 1984 y Alfabia
En su itinerario creativo, Pastoralia puede considerarse un proto ejercicio literario de lo que luego fue Diez de diciembre, un ejercicio que, al menos en apariencia, resulta más accesible para la lectura, pero que, sin duda, sigue siendo un reto para sus traductores. Ellos, Ben Clark y Yannick GarcÃa, mejor que nadie han penetrado en el universo saunderiano que no empieza ni termina en una única obra, un universo en el que la novela ahora publicada ocupa un lugar imprescindible:
“Es cierto que Pastoralia fue un terreno de experimentación para Saunders, donde empezó a forjar un surtido de temas, estilos, a explorar un terreno ficcional, que ha ido prosperando estos años hasta llegar a Diez de diciembre. Sin embargo, yo no lo llamarÃa jamás un mero ejercicio literario. Es una obra en sà misma, que en su dÃa supuso una ruptura atrevida, una apuesta por el feÃsmo literario, bastante insólito en la narrativa generalistaâ€, comenta GarcÃa, en consonancia con Clark, ambos reniegan de toda reducción de Pastoralia a un mero ejercicio literario, a una mera experimentación.
“Para mà todo se reduce a contestar a la siguiente pregunta: ¿Cómo decimos esto aquÃ? Y, en el caso de Saunders se añade, forzosamente: ¿Cómo podrÃamos decir esto en castellano? En este sentido y, si he entendido bien lo que plantea el profesor López Guix, no soy partidario de los rasgos lingüÃsticos autónomos ya que no acabo de creer que existanâ€, comenta Ben Clark, mientras que el traductor al catalán, no sólo entiende “el concepto de rasgos lingüÃsticos autónomosâ€, sino que se confiesa “muy partidario de este enfoque, siempre que sea posible, en mis traduccionesâ€, puesto que, añade, “aporta longevidad a tu traducciónâ€. Para Yannick GarcÃa, “los idiolectos que aparecen en los relatos de Saunders rara vez tienen una base geográfica, sino que la distinción es más bien diastrática, de clase social y formativa. Es factible su correlación con equivalencias idiomáticas propias, pero requiere el esfuerzo que, por otro lado, cualquier traducción rica exige: buscar, excavar, cotejar, reflexionarâ€.
La matización de Yannick GarcÃa sólo es posible entenderla enmarcando a GarcÃa, asà como a Clark, en una nueva generación de traductores que, lejos ya de seguir el modelo de traducción que se impuso a finales del siglo XIX e inicios del XX, ya no buscan las equivalencias lingüÃsticas asà como tampoco, en el proceso de adaptación, convierten las variaciones diatópicas en diastráticas, reconversión que, como puede verse en las primeras traducciones de Dickens -en las que el cockney era sustituido por andaluz- rompe la lógica original a la vez que falsea el contexto ficcional de la obra. Ante este cambio en el modus operandi y ante la disyuntiva de recurrir a una equivalencia del referente lingüÃstico original o, por el contrario, en concordancia con lo que afirma López Guix, de huir de las equivalencias en busca de una valor significativo dentro de la ficción, los dos traductores parecen converger en su elección:
Ben Clark es más contundente, su rechazo de los paralelismos es radical “las equivalencias no existen, sólo existen las aproximacionesâ€, sentencia de inmediato, para posteriormente añadir: “no busco equivalencias, pero busco lo que podrÃa parecerse y, sobre todo en el caso de Saunders, he buscado conservar a toda costa el humor, la extrañeza que provoca su lenguaje y su gusto por las expresiones curiosas. En ese sentido mi yonki del cuento Pastoralia habla como un macarra ochentero de El Raval y mis padres adinerados del cuento A casa hablan como ciertos pijos de Madrid que veranean en Ibizaâ€. A fin de cuentas, como dice Clark, se trata –y en esto los dos traductores parecen coincidir- de “intentar conservar el tono de Saunders, costase lo que costaseâ€.
“La biblioteca del traductor debe ser dos veces más grande que la biblioteca del creador que lee en un solo idioma. Debe contener los originales y sus correspondientes traducciones. En este sentido ser traductor es carÃsimoâ€, comenta Ben Clark, cuyas palabras son suscritas por Yannick GarcÃa, para quien “es imposible traducir bien sin ser un lector ávido, curioso, diversificado y más o menos al dÃaâ€, puesto que, continua, “metes mano del recurso que en ese momento tengas presente y creas que mejor desencadena la sensación lectora original en tu traducciónâ€.
Sin embargo no basta con hablar de lecturas con Ben Clark y Yannick GarcÃa, a su tarea de traductores se suma su faceta creativa: Clark es autor del poemario La fiera, premio Ciutat de Palma, mientras que Yannick ganó el premio Documenta 2013 por su libro de relatos La nostra vida vertical. Para gran parte de la crÃtica no hay duda posible, su trayectoria en cuanto creadores aporta un plus a la traducción, aunque ellos dos parecen recelar de dicha afirmación:
Por su parte, GarcÃa subraya el aspecto negativo, “creo que, en muchos casos, tener un estilo propio muy marcado puede incluso ser un obstáculo para la traducción, en caso de que te sientas tentado a imponerle al autor tus elecciones, tus girosâ€, aunque no tarda en matizar: “si sabes contrarrestar ese impulso, toda la exposición a la lengua que hayas acumulado, en cualquiera de sus vivencias —lectora, escritora, traductora— acaba revirtiendo en la calidad de tu producción. O al menos eso es lo que esperasâ€.
Más allá de la posible influencia positiva que su actividad creadora pueda haber tenido en la traducción de Pastoralia de Saunders, no hay duda de que el regreso del autor norteamericano viene respaldado por dos extraordinarias traducciones que, en palabras de Miguel Morey parafraseando a Benjamin, consiguen “plasmar en la lengua de destino el pulso que late en el originalâ€. Si la lectura de Georges Saunders es siempre recomendable –casi prescriptiva-, si es de manos de Ben Clark y de Yannick GarcÃa se hace ineludible.
Yannick GarcÃa es, precisamente, el autor de la traducción al catalán del poemario La fiera, con el que como bien dices, Ben Clark ganó el premio Ciutat de Palma. Ambas versiones están publicadas por la mallorquina Sloper.
[…] al castellà Ben Clark i el nostre traductor Yannick Garcia. L’article ha aparegut a la Revista de Letras, i el signa Anna Maria […]
No te tortures George. Hoy no he dormido. Jamás subiré al Metro. Su velocidad estorba mi decadencia. Todo está bien, por ahora. Trataré de enderezar mi espalda y dormir. Ya te escribiré. Es un compromiso, casi un dogma. Asà me refiero a mis manifiestos fuera de época. Esto que hago, es poco razonable. Sin embargo, lo asumo. Habrá tiempo para improvisaciones. No lo dudes.
Yannick GarcÃa es, precisamente, el autor de la traducción al catalán del poemario La fiera, con el que como bien dices, Ben Clark ganó el premio Ciutat de Palma. Ambas versiones están publicadas por la mallorquina Sloper.