Segunda sesión: Mesa redonda de ilustradores con Gusti, Elenio Pico, Sergio Kern, Gustavo Roldán, AgustÃn Comotto, Pedro Strukelj y Feliciano GarcÃa. Modera Andrés Ehrenhaus.
LibrerÃa Calders
Del 25 al 30 de mayo
“Los primeros en llegar a la Luna fueron los Lumière: siempre llegan antes los artistasâ€.
Elenio Pico
Iban a ser cuatro los ilustradores que ayer participaron en la mesa redonda de la Semana del libro argentino, pero acabaron siendo siete. Y bien avenidos. Comparten todos, como mÃnimo, dos cosas: dibujan y han emigrado. Preguntados por qué, respondieron rápido: dibujan por la historieta. Dijeron que no nos imaginamos la importancia de la historieta en Argentina y explicaron que la historieta se basa en el valor narrativo del dibujo: en dibujar para contar algo como si fuera cine.
En cuanto a la segunda cuestión, emigrar, le echaron la culpa a la técnica; no a la suya sino a la técnica-técnica: a la de las máquinas. La dictadura de los impresores, la bautizaron. En Argentina, las máquinas no funcionaban bien. Todos vienen de una crisis: explican personajes multiplicados –a veces, donde habÃan dibujado dos, aparecÃan impresos media docena–, objetos flotantes –un elefante pisaba una nuez que, impresa, le aparecÃa flotando entre las patas-, gatos que aparentaban, en vez de saltar, caer despeñados. Y correctores, editores, ciegos: nadie parecÃa darse cuenta de todo esto hasta que el libro llegaba al dibujante… Y al dibujante, claro, le llegaba la desesperación.
Hablaron de su técnica también: de cómo uno puede llegar a cansarse de su propio estilo, de cómo el reto llega cuando se llega al borde del dibujo, allá donde las cosas ya no se pueden explicar simplemente dibujándolas: cuando hay que inventar incluso evocaciones. También apuntaron diferencias entre obreros y artistas, y explicaron cómo el dibujante necesita contar algo, no ser solo una herramienta.
Fueron más de dos horas de conversación animadÃsima que fue del detalle de la marquita del rascado de la cuchilla en la viñeta en la que algo se corrigió, a la amplitud del estilo marcado por una crisis económica nacional, y de toda una generación de dibujantes.
Demasiado para meterlo todo en este torpe esbozo que les acabo de hacer.
La coletilla de la librera:
“El libro que te habrÃas comprado hoy seguro si hubieras venidoâ€.