Cuando Shulem Deen (1974) comenzó a escribir su blog Hasidic Rebel -a escondidas, por supuesto- hizo evidente las huellas de su herejÃa. Iniciaba entonces un viaje de no retorno que lo separarÃa de forma definitiva de su mundo, de la comunidad judÃa ultraortodoxa a la que pertenecÃa y de su familia. Su trepidante relato autobiográfico Los que se van no regresan (Capitan Swing) muestra la angustiante lucha de este jasÃdico por mantener la fe y no perder la custodia de sus hijos, a la vez que inicia el proceso de transformación e incorporación al mundo secular. Sus memorias le han valido diversos premios como el National Jewish Book Awards (2015) y el Prix Médicis (2017). No es para menos, este trabajo exhibe dotes narrativas y gran calidad humana: ni cantos de sirenas, ni autoengaño ni resentimiento, su relato es honesto y tiene calidad intelectual.
¿Te sientes cómodo con la forma en que la serie Unorthodox retrata la secta jasÃdica de Williamsborough (Brooklyn) y trata la huida de la joven?
E l libro en el que se basa, a cuya autora conozco, y la serie de televisión son muy diferentes. Creo que es importante distinguir entre ambos. Luego de ver la serie pensé que era una fantasÃa; porque lo que vienen a decir es que, por un lado, hay gente que es primitiva y fanática, reliquias arqueológicas de un mundo muy extraño y entonces una joven valiente decide rebelarse y luchar contra las fuerzas del patriarcado de ese mundo extraño y con coraje va a Alemania donde encuentra un mundo maravilloso. Todos la acogen, hace pronto amigos, entra en contacto con uno de los mejores conservatorios del paÃs, consigue una audición… Al verlo yo pensaba para mis adentros: ¡eso no pasa! Para la mayorÃa de la gente que es ex jasÃdica es un sueño encontrar tu lugar en el mundo. Ese es el objetivo por el que muchas personas luchan el resto de sus vidas, no se logra en tres semanas, ¡eso no sucede!
Para empezar, la mayorÃa no habla inglés.
Además, pero en general tiene más que ver con la diferencia radical de mundos. El jasÃdico es muy extraño, pero el mundo moderno secular es brutal. La serie hace que el mundo secular parezca estupendo en contraste con el jasÃdico, pero es brutal. La sociedad secular no es particularmente acogedora con aquellos que le resultan extraños, incluso si hablan su idioma. La serie no trata una cuestión clave como es la alienación que experimentamos los que abandonamos un mundo que dejamos de sentir nuestro para introducirnos en otro que es aún menos nuestro. Se necesita mucho tiempo para sentirse integrado, las crisis de alienación son profundas y duraderas. Pero la serie parece mostrar lo contrario, yo creo que por falta de conocimiento.
¿Qué es el Jasidismo?
Es una filosofÃa y una forma de vivir la vida. Actualmente, el modo de vida es muy rÃgido, antimoderno, anti intelectual, de fe ciega. Hay un miedo enorme al mundo exterior y a las influencias externas y se enfatiza la separación, el estudio y la vida estrictamente según la ley. Pero cuando esta filosofÃa nació en el seno de la religión y la cultura judÃa, lo hizo precisamente como reacción a la rigidez legalista. Cuando se fundó en el siglo XVII, el movimiento jasÃdico decÃa que todo es alma y que habÃa que servir a Dios con alegrÃa y sin juzgar a la gente, pero, ¿dónde está ahora el sentimiento?, ¿dónde está esa cercanÃa a Dios que el hombre religioso quiere sentir?
¿Se ha perdido el punto mÃstico?
Puede darse en individuos concretos. Hay jasÃdicos maravillosos muy centrados todavÃa en su relación interna con la divinidad. Pero la práctica actual del jasidismo en la comunidad o en la sociedad es una ideologÃa basada en ideas muy simplistas, donde la principal es: «el mundo exterior es malo y nosotros somos buenos». Hay una dinámica reaccionaria contra el mundo exterior.
Una buena parte de las vÃctimas judÃas de la Shoah estaba formada por jasÃdicos. ¿Quizá influyó en este reaccionarismo?
Ciertamente, la Shoah ha afectado profundamente. Sacudió a todos. No hay nadie en el mundo jasÃdico que no haya perdido a buena parte de su familia. La comunidad jasÃdica estadounidense en particular fue construida por refugiados, por personas que lo habÃan perdido todo y también a la mayor parte de sus familias. El abuelo de Esti, mi exesposa, llegó a los Estados Unidos después de la guerra. En la Shoah perdió a su esposa y a diez hijos de los quince que tenÃa. Se volvió a casar en Estados Unidos y tuvo otros ocho hijos, luego tres más, y asà reconstruyó lo que quedaba. Empezó de nuevo. Esa era esencialmente la condición humana en el mundo jasÃdico tras la Shoah. Los judÃos jasÃdicos no vivieron precisamente una buena vida en Europa. HabÃa una tremenda pobreza, especialmente en los paÃses de la Europa oriental. No hay duda de que en Estados Unidos su vida es mucho mejor. Pero la ruptura con el pasado fue muy fuerte. La Shoah reforzó el argumento de aquellos que decÃan que el resto del mundo nunca dejarÃa de verlos con hostilidad, y que incluso la más moderna y civilizada cultura como llegó a ser la alemana habÃa intentado su aniquilación. Esto aviva esa ideologÃa reaccionaria de mantener el mundo exterior fuera, para que no tenga influencia sobre los individuos; se refuerza la idea «¡quieren matarte, nunca confÃes en ellos!»., y de esta forma crean un profundo sentido de desconfianza hacia el exterior. La consigna es: «¡Mantén el mundo exterior alejado!»
¿Esperan al MesÃas?
Ciertamente, la cuestión mesiánica es fundacional en el judaÃsmo. Para el judÃo religioso es fundamental creer en la venida del MesÃas, y para los ortodoxos ese es probablemente uno de los artÃculos de fe más importantes. Asà que, sÃ, ¡absolutamente, esperan al MesÃas! Pero también…, ¿sabes?, una de las cosas que he pensado a menudo es que… ¡Ninguno quiere realmente que el MesÃas llegue! ¡Sólo va a complicar las cosas! (rÃe). Es un principio teológico difÃcil de compaginar con el tiempo real del dÃa a dÃa, cuando sólo te preocupas de pagar tus facturas, de comprar comida y de que los niños dejen de llorar… Lo más importante, desde un punto de vista teológico, es que aún no ha venido y, por tanto, prevalece como una condición: va a venir, pero todavÃa no. Como un retraso permanente.
¿Qué quiere decir el proverbio que da tÃtulo a su libro? «Los que se van no regresan».
Procede de un proverbio de la Biblia. Trata la cuestión de las tentaciones, en particular de la tentación sexual y de hacer uso de la prostitución: una vez que caes en la tentación, no regresas, las fuerzas de la tentación te dejarán completamente lejos. Luego, los rabinos del Talmud interpretaron este proverbio dándole otro sentido, explican que cuando la Biblia dice que todos los que se van no regresan no se refiere exactamente a la transgresión sexual, sino a la herejÃa: es una metáfora de la herejÃa. Todo el que se deja arrastrar por las fuerzas de la incredulidad no regresan, no hay marcha atrás. Hay un camino de vuelta de la tentación sexual, pero no de la falta de fe. La transgresión puede ser enmendada, pero no puedes enmendar una pérdida de fe. Pero luego, la ultra ortodoxia lleva esta interpretación a una reacción contra la modernidad y señalan que lo que el Talmud dice sobre la herejÃa es que aquel que se expone a cualquier cosa del mundo exterior y recibe las influencias seculares no regresa. Asà que crearon esta idea de que incluso un pequeño libro en yiddish es peligroso. Y por esa razón, no permiten que se lea nada que no haya sido escrito, o publicado dentro de la cosmovisión ultraortodoxa.
Tú formas parte de los que reciben la influencia exterior y pierden la fe. ¿Has logrado regresar? Intentaste recuperar la fe a través de la razón.
La cuestión es que ni asÃ. No creo que haya bases racionales en relación con la fe. Pero agradezco la pregunta porque… creo que, aunque la fe es algo muy separado de la razón, la necesitamos en nuestras vidas para nociones más básicas. Olvidémonos de Dios por un momento. ¡Necesitamos la fe para sentir que el ser humano importa, para creer que el ser humano es algo con valor! En este sentido he encontrado la fe, como la encuentro en la importancia de diferenciar lo correcto de lo incorrecto, y lo bueno de lo malo.
¿Has podido recuperar la confianza de tus hijos?
Tengo contacto esporádico con la segunda de mis hijas, a través de mensajes de móvil, aunque sé que no se siente a gusto haciéndolo. Pero a veces me envÃa fotos de su bebé. Con los demás he perdido todo contacto. Tampoco conozco a mis cuatro nietos.
¿Has logrado integrarte?
¿En el mundo exterior?
SÃ. En ese mundo exterior y secular.
Bueno, hay que afrontar varias cuestiones, una de ellas depende de cómo ves cuál es tu lugar en el mundo. Otra es en relación con los demás, el hecho de que te afecte más o menos cómo te perciben. Creo que para mà este ha sido el mayor cambio. Es un proceso de madurez. Primero necesitaba que el mundo secular me indicara de alguna manera que me aceptaba. Cuando a lo largo de los años me di cuenta de que no necesitaba esperar la aprobación, cuando ésta me dejaba de importar, fue cuando empecé a obtenerla y a integrarme.
¿Te identificas más con los israelÃes laicos o con los neoyorquinos laicos?
No me identifico especialmente ni con unos ni con otros. La judeidad es esencial en mi identidad, pero no me lleva a identificarme especialmente con ellos. Creo que incluso me identifico más con la comunidad ortodoxa que con la no ortodoxa, al menos como comunidad organizada. No entiendo del todo cómo está organizada la comunidad judÃa no ortodoxa, no la siento. Pero tampoco el mundo del judÃo secular, esta tampoco es mi identidad.
¿Qué es para ti la identidad judÃa, la judeidad?
Creo que es el mito de venir de un mismo lugar e ir también a un mismo lugar. El mito de compartir ancestros, de formar una misma familia. La Biblia habla de Israel como la casa de todo Israel, la casa de Jacob. Es, antes que nada, una familia. Creo que es ese sentido de familia lo que es judeidad para mÃ; y también el sentido de destino. Esta comprensión de que donde van los judÃos voy yo.
En Europa entendemos el judaÃsmo laico por las pelÃculas de Woody Allen.
¡Yo también entiendo el judaÃsmo secular a través de las pelÃculas de Woody Allen! Pero los seculares que más me gustan son Larry David, el guionista de la serie Seinfeld que a mi entender tiene mucha sensibilidad judÃa; y Bernie Sanders, que para mà representa lo más comúnmente judÃo secular americano, en conexión con la herencia, y en la disidencia por la lucha por la justicia.
*La entrevista forma parte de un proyecto en el que investigo el concepto de «Hospitalidad» en su amplio significado: invitación, cobijo, asilo, refugio, albergue, intercambio, acogida y responde siempre a cuestiones de identidad, reciprocidad y alteridad; pero también de violencia y expulsión. La idea del proyecto surge tras la entrevista que en 2018 mantengo con Judith Butler, en torno a la vulnerabilidad como esencia de la humano: «no hay forma de entender quiénes somos o los motivos que nos mueven si no es en relación con la manera en que somos afectados por los demás».