Para quienes amamos Portugal con la ingenuidad y la fe de un niño, con la eterna inocencia que pregonó Alberto Caeiro, estos dÃas son de celebración. Suroeste, la revista que el genial José de Almada Negreiros fundó y publicó en el año 1935, ha encontrado sucesora de espÃritu en estos tiempos gracias a la impagable labor lusófila de nuestro mayor especialista en las relaciones literarias de la modernidad ibérica, Antonio Sáez Delgado.
La revista, que en buena medida sigue la senda espiritual de Espacio/Espaço escrito, quizá tiene como origen la exposición “Suroeste. Relaciones Literarias y ArtÃsticas entre Portugal y España 1890- 1936â€, que tuvo como sede El MEIAC de Badajoz en 2010, exposición que dejó un magnÃfico catálogo que puede considerarse libro ineludible, de referencia, sobre las relaciones ibéricas en el seno de la literatura de vanguardias.
En este primer número el lector puede encontrar provechosos alimentos literarios, todos ellos inéditos. PermÃtasenos destacar los versos de Antonio Gamoneda, Fernando Pinto do Amaral o César Antonio Molina asà como las narrativas de Fernando Aramburu, João de Melo, Mário de Carvalho, Xuan Bello o Gonçalo M. Tavares. También es posible disfrutar interesantes estudios de temática literaria e ibérica. Todo ello en una edición bellÃsima con unas calidades materiales y gráficas fuera de lo común.
Resulta especialmente inspirador y apropiado el recuerdo de las palabras de Almada en el envés de la revista. Texto que puede comprenderse como el espÃritu de la publicación:
“A dualidade Portugal e Espanha é afinal o segredo da vitalidade da penÃnsula ibérica e da sua civilização. Portugal e Espanha são dois opostos e não dois rivais. Os opostos são complementos iguais de um todo. Este todo está representado geograficamente pela penÃnsula ibérica e em espÃrito pela civilização ibéricaâ€.
Asumir nuestro Sudoestismo absoluto, nuestra esencia antagónica, múltiple, nuestra pluralidad de sentires, de identidades que dialogan asombradas buscando la unidad, literaria más que polÃtica, cultural más que administrativa, de lo múltiple bajo un nombre, una bandera poética o una forma de hacer arte parece nuestro destino de pueblo que asume la esencial heterogeneidad de su alma, nuestra esencia de sagrado mestizaje con aromas árabes, africanos, mediterráneos y atlánticos.
Asumirlo para que nuestras lenguas ibéricas, y no sólo el portugués y el castellano, se mezclen y se fundan, se saboreen y se anuden en el seno de nuestra matria, en el abrazo eterno del saudosismo y el quijotismo, de la presencia de lo ausente pasado y futuro. Para remembrar las palabras ceremoniales y litúrgicas de Unamuno y Gómez de la Serna:
“¿Qué tendrá este Portugal –pienso- para asà atraerme? ¿Qué tendrá esta tierra, por de fuera riente y blanda, por dentro atormentada y trágica? Yo no sé; pero cuanto más voy a él, más deseo volverâ€. (STV, Unamuno).
“Portugal es una ventana hacia un sitio con más luz, hacia un más allá más pletórico, es una larga galerÃa de cristales que afronta una luz más cálida y una aire más yodado. Parte de la luz que nos viene y de que vivimos nos viene por ahÃ. No lo olvidemos. Nuestra luz central, ese resumen de luces distintas en que fraguamos nuestras cosas está influida por esta luz portuguesaâ€. (Automoribundia, Ramón).
Y todo en la certeza de que sólo sabiendo, es decir, saboreando Portugal, dialogando con sus misterios y entretelas podremos saber lo que nosotros, españoles de padres diversos, somos.
Recordemos para terminar las palabras de aquél monstruo literario policéfalo, primo carnal de Shakespeare, discÃpulo insospechado de Nietzsche y amigo Ãntimo de Borges, guardador de rebaños de sensaciones, poemas y filosofÃas, que poco antes de su muerte recordando el espÃritu de los miembros de Orpheu en la Suroeste de 1935, dijo “Cá estamos sempre. Orpheu acabou. Orpheu continuaâ€. Retomemos estas palabras para repetirlas hoy en la alegrÃa y la certeza de la perennidad de nuestra voluntad ibérica y sudoestista: Aquà estamos y estaremos siempre. Suroeste continúa.
Pablo Javier Pérez López
Suroeste está publicada por la Editora Regional de Extremadura, junto con la Diputación de Badajoz, y distribuida por Latorre Literaria.