Antonio Sáez Delgado, profesor de Literatura en la Universidad de Évora, ha sido galardonado con el premio Eduardo Lourenço 2014 en reconocimiento a su destacada dedicación a la literatura y a los estudios que vinculan a los dos paÃses -España y Portugal-. Autor de los poemarios Miradores (1997) y Ruinas (2001). En su faceta como traductor ha trabajado a Pessoa y Lobo Antunes, entre otros. Su obra ensayÃstica incluye los tÃtulos: Órficos y UltraÃstas. Portugal y España en el diálogo de las primeras vanguardias literarias (Editora Regional de Extremadura, Mérida, 2000), Adriano del Valle y Fernando Pessoa (apuntes de una amistad),(Libros del Pexe, Gijón, 2002) y Corredores de fondo (Libros del Pexe, Gijón, 2003).
¿Cuándo nace su pasión/vocación por la cultura portuguesa?
Quiero creer que de niño, cuando mis padres nos llevaban a mi hermano y a mà a pasar siempre las vacaciones a Portugal. La esencia está ahÃ, en esa educación que me dieron mis padres. El descubrimiento de la gastronomÃa, un paÃs limpio y de gentes amables y que hablaban en voz baja. Más tarde, en la adolescencia, llegó la literatura, de la mano de una traducción de Fernando Pessoa hecha por José Luis GarcÃa MartÃn. Ahà descubrà a Ãlvaro de Campos y me quedé deslumbrado.
En términos culturales, ¿sabe más Portugal de España que a la inversa?
Esta es una pregunta compleja, que es difÃcil responder de una forma rápida. Si nos referimos al conocimiento que tiene la sociedad portuguesa en general sobre España, sà sabe más que la sociedad española sobre Portugal. Los medios de comunicación portugueses están atentos a España, algo que no sucede al contrario.
Si atendemos a la permeabilidad entre las dos culturas a lo largo del siglo XX, por ejemplo, la respuesta no es tan fácil ni sencilla, y probablemente podrÃa ser otra.
Puestos a resumir, ¿cómo definirÃa la cultura portuguesa?
Creo que es una cultura muy marcada por los rasgos identitarios, por un sentido de ser portugués y del ser Portugal muy destacable. Lo impresionante es que convivan en la PenÃnsula un estado con esa manifiesta hiperidentidad (Portugal) con un estado que adolece de lo contrario, de la fragmentación de la identidad. En esa diversidad y en esa divergencia radica, en mi opinión, la potencia de la cultura ibérica (en singular o en plural, como se quiera).
¿Qué queda por hacer para continuar estrechando lazos?
Falta mucho, como siempre ha faltado. Falta, sobre todo, que Portugal y España aprendan a convivir con sus vecinos aceptando sus diferencias y aprendiendo de ellas, y no intentando homogeneizarlas.
Ha traducido a Pessoa, Lobo Antunes, José Gil, Pascoaes… ¿cómo definirÃa su faceta de traductor?
El trabajo del traductor literario (solo traduzco literatura) es tal vez, como ningún otro, el que mejor consigue conciliar una vertiente cientÃfica y otra puramente creativa. Es un trabajo parecido al del escritor, pero con mucha menos libertad y sometido a un amplio conjunto de reglas de naturaleza cientÃfica, sin las cuales el éxito de la traducción no se contempla.
En todo caso, creo y me gusta pensar que el traductor de un texto literario es, sobre todo, un gran lector de ese texto, un lector fuerte, el mejor lector posible.
Es profesor en la Universidad de Évora. ¿Cuál es el estado del estudio del español en Portugal?
PodrÃa decir que la situación de los estudios de Español en Portugal es la mejor que se ha vivido hasta ahora, con un gran interés y demanda por parte de los estudiantes y con un amplio abanico de posibilidades en las universidades. Y no estarÃa mintiendo. Pero también podrÃa decir, y tampoco mentirÃa, que los estudios de Español en Portugal arrastran lacras sistémicas durante dos décadas y que en raras ocasiones gozan del estatuto de prestigio cultural que han tenido y tienen otros “estudios extranjeros†en Portugal. El medio es, demasiadas veces, resistente a los cambios.
¿Cómo ve el futuro de las humanidades en general?
Yo no creo en una sociedad sin Humanidades, en un conjunto de ciudadanos que puedan regir su destino ateniéndose solo a la urgencia de las cifras y las estadÃsticas. No creo en ello. Creo en la posibilidad de una tercera cultura, que englobe y haga sostenible la situación que vivimos pero amparada en unos principios éticos y de pensamiento que solo las humanidades pueden proporcionar.
Desde esta perspectiva, creo que más tarde o más temprano (espero que sea pronto) nuestras sociedades se darán cuenta de ello, y las Humanidades gozarán de nuevo de ese prestigio tantas veces perdido en estos tiempos de mercancÃas intelectuales y basuras seudocientÃficas.
Es autor, más allá de los ensayos, de diferentes obras de poesÃa. ¿Cómo se siente más cómodo, cómo académico o cómo escritor?
Son trabajos muy diferentes. Creo que en mà hay siempre alguien que crea y alguien que piensa, que razona, que analiza. Lo importante es no confundir las cosas, y dar a cada una de esas partes su espacio. Nada peor que un poeta que intenta ser académico con las herramientas de la poesÃa; o que un académico que intenta llevar a la creación literaria el rigor cientÃfico de la investigación. Son campos separados, que confluyen a veces en el mismo individuo y, sin duda, conforman a la misma persona. Pero los procedimientos y las herramientas son profundamente diferentes.
¿Qué le ha aportado el ejercicio de la creación literaria a su formación académica?
Completando la respuesta anterior, creo que mucho. Uno es el que es, con todas sus facetas (o a pesar de todas sus facetas). En mi caso, creo que me aporta una visión complementaria, algo más creativa, que intento canalizar siempre a través de los principio metodológicos de la ciencia.
¿Nos puede avanzar algún proyecto futuro?
Este año lo tengo bastante pessoano. En junio se inaugura en la Biblioteca Nacional de Madrid la exposición Fernando Pessoa y España, de la que soy comisario junto con Jerónimo Pizarro. Y, en octubre, saldrá al mercado, en la editorial Pre-Textos, mi traducción del Libro del Desasosiego, inaugurando unas Obras de Fernando Pessoa para esa misma editorial. Es un proyecto de largo alcance y que me llena de emoción.
Imagino que debe sentir un gran orgullo y honor que un paÃs al que ha dedicado gran parte de su trabajo le reconozca la trayectoria profesional. ¿Qué significa Portugal para usted?
Portugal me ha dado todo, o casi todo. Incluyendo muchos dolores de cabeza. Llevo casi veinte años trabajando en Évora, una parte de mà ya es portuguesa. En Portugal conocà a mi mujer. Portugal es la mitad de esa patria que todos llevamos dentro, y que vamos conformando con fragmentos de lugares y estados de ánimo que visitamos a lo largo de los años. Con frecuencia me siento más extranjero en España que en Portugal. En ese sentido, el Premio Eduardo Lourenço es, además de una responsabilidad, un enorme orgullo del que espero estar a la altura intelectual y humana.
No hace falta creer o no creer en una sociedad con o sin Humanidades. Es una evidencia de pura lógica. Quitarnos las Humanidades es quitarnos lo que es nuestra esencia de seres humanos, y la esencia de cualquier sociedad que se precie: la espiritualidad y la ética, y cernirnos a todos a los que tienen más poder. Una sociedad asà serÃa, o es, sencillamente: el Caos!, sin ética alguna y sin sustancia.
[…] Sol tomando como original la de Richard Zenith también. Finalmente llegamos a la traducción de Antonio Sáez Delgado (2014) para Pre-textos que sigue la edición de Jerónimo Pizarro para Tinta da China (2013). […]
fui alumna en los cursos de verano .y aprendi muchoon el .fue una semana . y con los pocos ejercicios que hice se me quedadon muchas cosas .que ahora corrijo al escribir .