– El intelectual se define por hacer uso público de la razón, por ser una persona comprometida en el espacio público. –dice el entrevistado.
En el estudio 1 de Rà dio Estel se encuentran el periodista Emili Pacheco y el teólogo y escritor Juan José Tamayo. Está a punto de dar comienzo la entrevista de la tarde en el programa De llibres i més. Tamayo acaba de publicar el libro Cincuenta intelectuales para una conciencia crÃtica, editada por Fragmenta Editorial.
Pacheco da la bienvenida a Tamayo. Es jueves por la tarde, aunque el programa será emitido el próximo sábado a partir de las nueve de la noche, de ahà la respuesta del entrevistado:
– Buenas noches y muchas gracias por este grato encuentro en la noche, que es un horario que nos permite reflexionar con serenidad después de un dÃa de trabajo intenso.
La gestación de esta edición del De llibres i més comenzó una semana o diez dÃas antes, cuando el presentador y el equipo de guionistas del programa solicitaron a la editorial el libro de Juan José Tamayo, al considerarlo uno de los ensayos más sugerentes publicados durante las últimas semanas.
– El intelectual también está presente en espacio público, sÃ, pero con conciencia crÃtica, sobre todo crÃtica del poder, de los grandes poderes que dominan en mundo y la sociedad. –apunta el autor.
La colaboración con las diferentes editoriales es fundamental para llevar a cabo el programa. Cada semana se publican una gran cantidad de nuevos tÃtulos. El trabajo de los guionistas comienza por mantenerse informados de la actualidad editorial, ya sea a través de las páginas web de los diferentes sellos o bien a través de reseñas y crÃticas aparecidas en otros medios de comunicación. La elección de las obras se basa muchas veces en los gustos y querencias de cada miembro del equipo. Cuando un nuevo tÃtulo resulta atractivo a alguno de ellos, el siguiente paso es contactar con la editorial con el propósito de recibir un ejemplar en la redacción del programa. Un ejemplar que el guionista lee y valora, para finalmente escribir las impresiones que les ha suscitado e incorporarlas al guión del programa. En ocasiones, para enriquecer el conocimiento de determinadas obras, se intenta concertar entrevista con el autor, como es el caso de hoy.
Tamayo sigue describiendo el rol de lo que deberÃa ser un pensador comprometido.
– Ha de ser también crÃtico de la sociedad, una sociedad drogada, eferma, adormecida, una sociedad que se adapta fácilmente y se acomoda a la realidad que está viviendo sin levantar la voz. –argumenta, contundentemente.
Durante la entrevista, Juan José Tamayo ofrece las claves para entender mejor cuál es el perfil que comparten los personajes que ha biografiado en su libro Cincuenta intelectuales para una conciencia crÃtica.
Tras la entrevista, se da paso a la habitual conexión telefónica con Mar Arenaza, la librera que, desde Calella, comenta varios de los tÃtulos llegados a las librerÃas durante la última semana. Luego es el turno de Entre bambalines, la sección conducida por el periodista Biel Cadilla, una sección centrada en la actualidad teatral y las artes escénicas.
Llega la recta final del programa. Se retoma el tema principal, los intelectuales y la conciencia crÃtica. Los guionistas han pensado en la idea de buscar más personajes que respondan al perfil de intelectual comprometido con la sociedad. El libro de Juan José Tamayo habla de cincuenta, pero se entiende que la lista es ampliable. Pensando en otros posibles nombres, en seguida salen personajes como José Ortega y Gasset o Nicanor Parra, cuyas ideas inspiraron nuevas formas de pensar y de actuar en el resto de la sociedad.
Es el momento de la canción. Se intenta que de alguna manera guarde alguna relación con la temática del programa. Hoy es un buen dÃa para despedirse escuchando a una artista que también se podrÃa incluir en la lista de intelectuales con conciencia crÃtica. Es un buen dÃa para escuchar alguna canción de Violeta Parra.
Suena Mazúrquica modérnica.
Entre bambalines
Los espectadores llegan a la Sala Muntaner y les recibe el pequeño escenario, al desnudo, sin telón alguno, en el que sobresalen dos muros en posición oblÃcua. Unos muros que toman gran protagonismo en la ingeniosa puesta en escena de Gust de cendra, del dramaturgo catalán Guillem Clua, por parte del director, Josep Sala.Horas después de la estrena, ambos se sientan en el estudio 1 de Radio Estel frente a Emili Pacheco y al colaborador del programa, Biel Cadilla, que inaugura con esta entrevista la nueva sección Entre bambalines. Durante veinte minutos, se ofrece información de servicio, como un amplio repaso de la actualidad y de la cartelera teatral de Cataluña en general y, sobretodo, de Barcelona. Se subraya la obra mejor valorada por la crÃtica, citando a los principales medios y articulistas especializados en la materia. Y se entrevista a los protagonistas (dramaturgos, directores, actores…) de alguna de las obras en cartel.
Para la elaboración del guión, el responsable de la sección, Biel Cadilla, se mantiene permanentemente informado de las novedades del sector, mediante los medios de comunicación generales, revistas culturales y especializadas y, también, las redes sociales. Ello le permite conocer las novedades de la cartelera y elegir semanalmente una de las obras para la entrevista de la sección.
En este caso, el nombre de Guillem Clua, autor de obras de éxito como Smiley, Marburg o La piel en llamas, fue el reclamo que atrajo sin dudarlo la atención de Biel. Y la intuición no le falló. Lo que no podÃa sospechar era que, en este caso, la calidad del autor irÃa, además, acompañada del talento emergente del joven director Josep Sala y de un reparto de actores todavÃa desconocidos por el gran público, pero con un porvenir prometedor.
No fue difÃcil dar con Clua. Es muy activo en las redes sociales y, en su página web, facilita un correo de contacto. Asà que fue tan senzillo como escribirle un e-mail, que respondió de manera casi inmediata con una encomiable predisposición. El mismo dramaturgo enroló al director en la aventura de la entrevista radiofónica. Y ya solo fue necesario atar los cabos con el responsable de prensa de la Sala Muntaner, dónde se representaba la obra.
Surgió la idea de premiar la fidelidad de los oyentes. Y asà fue como empezó el concurso, en el que cada semana se sortean dos entradas para ir al teatro. Los seguidores solo deben responder una pregunta a través de las redes sociales y, a cambio, pueden disfrutar de una buena función.
Se apagan los micrófonos. Se baja el telón. Aplausos. Otro éxito. La semana siguiente, otro programa, otra entrevista, otro guión.