«Contra el viento del norte», de Daniel Glattauer

Contra el viento del norte. Daniel Glattauer
Traducción de Macarena González
Alfaguara (Madrid, 2010)

Poco a poco voy asimilando que debería huir despavorido cuando pretenden venderme un libro haciendo uso del éxito obtenido en otros países. Cuanto mayor sea el número de ejemplares vendidos, más lejos debería estar de él. Sin embargo, he vuelto a cometer el error de acercarme a un best seller, Contra el viento del norte, novela que despertó mi curiosidad en mala hora. Para ser consecuente, expondré la opinión a vuelapluma, técnica que parece ser utilizada también por Daniel Glattauer para escribir.

Dos personajes, Emmi y Leo. Ambos parecen vivir en una eterna adolescencia a pesar de su edad (que no desvelaré porque, ¡oh! es un dato fundamental que forma parte de la «intriga», imaginen el nivel), y mantienen una relación amorosa a través de mensajes electrónicos sin conocerse, debido a un error de la primera al querer anular la suscripción a una revista. A golpe de correo, nos vamos enterando de pequeños detalles de sus vidas, para nada felices, y nace una relación que nunca les sacará de la pantalla del ordenador, salvo en una ocasión en la que se citan como dos pipiolos para jugar a intentar descubrirse entre el ambiente de una cafetería.

Siento lástima por Emmi y Leo, que llegan a crear una fantasía (sin que se elabore juego de seducción alguno) de manera tan ridícula. Sus vidas, por supuesto, han de estar tan vacías que la única manera de llenar los huecos es intentando volver a tener quince años. Daniel Glattauer, el hombre que ideó semejante cosa, ha sabido darle al público algo con lo que identificarse: La comunicación presencial se ha resentido a consecuencia de la facilidad con la que nos desenvolvemos en internet. No es que nos comuniquemos menos, es que no sabemos con quién nos comunicamos porque nuestro interlocutor ya no está frente a nosotros. Está «al otro lado». Y esa cercanía con la experiencia de millones de personas, sospecho, es lo que provoca el éxito de la novela. O quizás sea el querer sentirnos como estos dos personajes porque nuestra vida, como la de ambos interlocutores, está hecha un desastre. Tanto una opción como la otra debería hacernos reflexionar seriamente en lo que aceptamos como un buen libro y en lo que nos ha llevado a reconocer que nos gusta. Da un poco de miedo, ¿no? Pero, por eso, Contra el viento del norte es tan fácil de leer como de olvidar. La consumimos de la misma manera que nuestra vida: Cuanto menos pensamos mientras vivimos, más entusiastas.

La narración no es tan original ni tan fuera de lo común como la pintan. Sospecho que en las carpetas privadas de la mayoría de nuestros correos conservamos correspondencia mucho más interesante y visceral que la que contiene esta obra. Seguro que nos encantaría colarnos en el gmail de una cuñada para chismorrear. Pues Glattauer nos ofrece algo así como el sustituto del correo de la mujer que aguanta a nuestro hermano.

Por supuesto, lo de citar piezas maestras de la literatura epistolar, a Flaubert o a Zweig, como se ha leído en algunas críticas, me parece fuera de lugar. Insisto en que la seducción, imprescindible en este tipo de relaciones, brilla por su ausencia. No hay nada inventado, claro, pero tampoco pongamos el libro de Glattauer a una altura que no le corresponde. Semejante ñoñería, más cercana a la literatura de Federico Moccia, no puede mezclarse con los clásicos, háganme el favor. Y les aseguro que si deciden leerlo sin referencias a los intocables, al menos llegarán a reirse.

Estamos, digámoslo ya, ante la superficialidad en estado puro, una historia hueca cubierta de celofán para lectores poco exigentes, con dos personajes cuyas reacciones son más propias de chavales inmaduros que de personas con amplio bagaje emocional. Emmi es una mujer agotadora, pesadísima, manipuladora, celosa, egoista, que cuando algo le molesta o se siente incómoda se dedica a escribir sobre el tiempo. Y Leo es tan corto que le sigue el juego en varios mensajes soporíferos sin acabar de echar el cierre. Seguir sus textos, largos o breves dependiendo de las ganas de escribir que tuviera Glattauer, es una manera estupenda de adentrarse en la siesta. No quiero olvidarme de los golpes de efecto facilones, a modo de cliffhanger televisivo (creo que esto ya lo he utilizado en alguna otra reseña, debe estar de moda), que desvían la atención para alargar la trama (no me tiren de la lengua, evitemos arruinar los pocos momentos que pueden hacer entretenida la lectura) rumbo a una segunda parte (¡!) que se anuncia al final del libro: Cada siete olas. El título de la continuación ya remite a la rutina. Si se atreven con la primera y sus energías neuronales están bajo mínimos, podrían llegar al orgasmo y recomendársela a todos sus amigos.

Les doy un consejo: Por favor, denle la oportunidad a una obra mucho más intensa, elaborada y repleta de recovecos que, a mi juicio, ya perjudicado debido a novelitas como la que nos ocupa, resulta de mejor factura, abordando una relación a través de internet y sms: El arte de perder, de Lola Beccaria, ganadora del Premio Azorín y publicada por Planeta. Léanla y comenten. De antemano, les prometo unas horas mejor aprovechadas que con el super éxito de Glattauer.

Y, como digo siempre, empecemos a valorar los libros por lo que son y no por lo que aparentan o pretenden ser.

José A. Muñoz

José A. Muñoz

José A. Muñoz (Badalona, 1970), periodista cultural. Licenciado en Ciencias de la Información, ha colaborado en varias emisoras de radio locales, realizando programas de cine y magazines culturales y literarios. Ha sido Jefe de Comunicación de Casa del Llibre y de diversas editoriales.

24 Comentarios

  1. Respeto profundamente su opinión, José A. Muñoz. y la comparto sólo en algunos aspectos.
    Cierto que no es el mejor libro que se ha escrito jamás, cierto que no es intenso ni elaborado, que su estilo es directo y facilón. Pero no es menos cierto, y por ello me gusta, que refleja unas vivencias que se dan mucho más de lo que nos imaginamos en la vida real. Usted y yo podríamos empezar a intercambiar correos sobre críticas de libros y… quién sabe si podría surgir algo…
    Justo antes de este libro, leí El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, así como Vida y Destino, de Vasili Grossman. ¡Nada que ver! ¿verdad?.
    Hay momentos en que uno se siente en condiciones de acometer la lectura de libros como estos (en mi caso, habitualmente). Pero en otros momentos, se agradece un libro como el que nos ocupa, fácil de leer y real como la vida misma.
    Además, libros como este acercan la literatura a aquéllos que la viven desde lejos. Si con un libro así, la gente se engancha a leer, bienvenido sea. Más sencillo empezar por este que por otro. Y si hay suerte y el lector descubre el placer de leer, él mismo será capaz de llegar a la buena literatura.
    Yo, por mi parte, me he quedado intrigada y le aseguro que voy a leer la segunda parte. Sabiendo qué clase de libro tengo entre manos, desde luego, sin pretender clasificarlo donde no le corresponde. Cada libro hay que juzgarlo en virtud de lo que pretende y este tipo de libros no creo que pretenda más que entretener al lector y punto.
    Un saludo

  2. Gracias por el comentario, Ana.
    Efectivamente, el libro no es más que un simple entretenimiento, y creo que eso queda claro en la crítica. Lo que pretendo, en el fondo, es dejar claro que se trata de eso, con toda la superficialidad que conlleva la lectura de esta novela (seguramente, si mantuviéramos un diálogo vía email sobre crítica literaria, podría resultar algo ameno pero, ¿cómo llegan estos dos personajes a amarse tan apasionadamente sin ni siquiera decirse algo interesante?), y que esa grandiosidad que le ha encontrado buena parte de la crítica, poniéndola a la altura de los grandes clásicos de la literatura epistolar, es tan falsa como un billete de tres euros.
    Por supuesto, sobre gustos no hay nada escrito y, si en algo nos caracterizamos en RdL, es en la completa libertad de opinión al margen de tendencias, modas, campañas de marketing o cifras de ventas. Es por ello que, en la misma web, hemos publicado una eligiosa reseña hacia este libro, firmada por el apreciado Javier Munguía. Y ofrecemos la posibilidad de que los lectores también tengan su voz a favor o en contra.
    ¡Saludos y gracias de nuevo!

  3. Parece que está empezando un nuevo contraste de pareceres con referencia al libro Contra el viento del norte.
    Pienso que es una lectura veraniega y sin pretensiones, a mi me enganxó y pienso leer la continuación. He de deciros que este verano me leido otros libros que considero mucho mejores. por ejemplo:
    LAS VIDAS DE LENUSH de Catherin Cusset
    LA EXTRAÑA DESAPARACIÓN DE ESME LONNOX de Maggie O’Farrell
    Y unos deliciosos cuentos de Soledad Puértolas COMPAÑERA DE VIAJE, hacia mucho que no leia nada de Soledad Puértolas.
    Alguien ha leído alguno estos? puede dar su opinión?
    Saludos
    Roser

  4. Josep, valoro positivamente la libertad de crítica de RdL. Y ciertamente,el libro puede ser original y entretenido, con algo de fondo. Pero… estoy de acuerdo con usted. Para ser un clásico le queda, afortunadamente, un buen trecho.
    Un saludo.

  5. Esto de acuerdo con Josep. Esta novela no vale un duro. Hay obras maestras fáciles de leer que podrían atraer a un no-lector hacia la lectura, sin tener que recurrir a esta bazofia. También hay algunos best-sellers que cumplen la misma función. Pero el Daniel palomo este es un escritor pésimo. Bastan cinco munutos de lectura rápida frente a los estantes de la FNAC para verlo.

  6. Bolmangani, acabo de descubrir tu blog y no puedo menos que felicitarte.
    Gracias por escribir tantas verdades.
    Un abrazo.

  7. Parece ser que quereis seguir con la polemica de este libro, pienso que asi se le da más importancia de la que realmente tiene.
    Anteriormente pregunté si alguien habia leído algún libro que yo he leido. Hoy voy a pedir más opiniones
    Alguien a leido a Monika Zgustova o a Flavia Compnay?
    Hace un tiempo leí a Joyce Carol Oates, ayer me compré su ultimo libro AVE DEL PARAISO. Puedo conocer la opinión a alguno de vosotros?
    Un saludo

  8. Hola, Roser, no he leido a Monika Zgustova. Pero sí a Flavia Company. Concretamente un relato suyo que aparece en la antología que hicieron Juan Francisco Ferré y Julio Ortega, «Mutantes». La antología en sí tiene, como todas, altibajos. Y no recuerdo el relato de Flavia (algo de ciencia ficción erótica, espacial, sideral) como especialmente memorable.

    Como veo que tus preguntas en este hilo han sido todas sobre literatura escrita por mujeres, me atrevo a recomendarte una autora que igual ya has leído: Carmen Sanz. Dos de sus novelas, «Animales domésticos» y «Black, black, black» (esta última, finalista del premio Anagrama del año pasado), me parecieron especialmente logradas. De la última puedes encontrar una especie de nota en mi blog: http://bolmangani.blogspot.com/2010/07/black-black-black.html

    Saludos.

  9. Hola Bolmangani
    En primer lugar gracias por tu respuesta y por tu consejo, buscaré el libro que me recomiendas. No conozco a Marta Sanz, voy a buscar en internet lo que encuentre de ella para conocerla y saber de su obra. Me fio bastante de las editoriales, me gusta ojear los libros antes de comprarlos y sobretodo de la lectura de la primeras página, pienso que es muy importante el arranque.
    Ya puestos en el tema y con el triste panorama literario que hay, me puedes recomendar algun libro escrito por un hombre que merezca ser leido?
    Gracias y saludos
    Roser

  10. Hola, Roser…

    Respecto a las autoras que mencionas, tengo especial debilidad por Flavia. Su talento para los cuentos es innegable, aunque tampoco está mal su producción novelística. Aquí puedes escuchar una entrevista que le hice hace algún tiempo:

    http://webdelibros.blogspot.com/2009/04/1-flavia-company.html

    Respecto a la Zgustova, la he leído en catalán. Tengo un grato recuerdo de «Jardi d’hivern». Pero, de tener que escoger, me quedo con la primera.

    Un autor al que se le debería tener en cuenta es Manuel García Rubio. Su obra, publicada en Lengua de Trapo, es de las más interesantes de los últimos años. Pero como es un tipo modesto que huye del faranduleo, sigue siendo desconocido para la mayoría.

    http://www.lenguadetrapo.com/libro.php?sec=NB&item=268

    http://webdelibros.blogspot.com/2009/04/entrevista-manuel-garcia-rubio.html

    ¡¡Saludos y gracias!!

  11. Hola, Roser.

    Así, sin conocer tus gustos, es complicado. Ya sabes, el lema comercial de Amazon, «Otros compradores también compraron…», o «Si te ha gustado, también te gustaría…». Pero podemos intentar acertar, como hace Josep, por ejemplo con Sergi Pàmies («Si te comes un limón sin hacer muecas»), Juan Bonilla («Basado en hechos reales»), Antonio Orejudo («Ventajas de viajar en tren»), Manuel Vilas («Aire nuestro»), Agustín Fernández-Mallo («Nocilla Lab»), Francesc Serés («Materia prima»), y un norteamericano, para no ser tan chovinistas, Denis Johnson («Ãngeles derrotados»).

    Ahora un poco de publicidad: todos estos libros seguro que los encuentras en La Central, carrer d’Elisabets, 6 (Raval), o en Mallorca, 237. (He dicho publcidad, pero yo s’olo soy un mero comprador de tan estupendo establecimiento.)

    Espero haberte sido de provecho.

    Saludos.

  12. Muchas gracias a los dos por vuestras respuestas y consejos. A Sergi Pamies, lo conozco, he leido casi todos sus libros, a los demás los conozco de nombre pero no por sus obras, me pongo a ello.
    Soy asidua visitante de La Central y también de LAIE, pero tengo una buena libreria en Badalona, la ciudad donde vivo. Gerard, Silvia y Gemma, estan completamente al dia de cualquier novedad, son grandes lectores y organizan eventos muy interesantes.
    Entre los dos me habeis dado muchos datos para que tenga buen trabajo de indagación.
    Además de las lecturas que mencioné anteriormente también he leido a Vila- Matas, Poe, Auster, Murakami, Mann… etc.
    Josep te puedo preguntar si estás relacionado con algún taller de escritura?
    Saludos y repito muy agradecida
    Hasta pronto
    Roser

  13. Hola, Roser… Tengo afinidad hacia l’Escola d’Escriptura de l’Ateneu, peró no estoy vinculado a ella ni a ningún taller.
    ¡Saludos y gracias!

  14. A ver… haablando de lo mejor que he leído este verano: A TODOS NOS MATAN ANTES DE MORIR, de Pilar Bellver, Ed. Algaida. Es una escritora tan descomunal (de grande) como invisible, por lo que parece, para el inmenso mundo. Pero es de lo mejor que tenemos en la actualidad, hombre o mujer, aunque en su obra queda bien claro que es una mujer. Me estoy planteando incluirla como sugerencia para que alguna alumna/o haga una tesina sobre ella. Si queréis comparar su talento con el de escritoras tan conocidas como Esther Tusquets, Marta Pessarrodona, Montserrrat Roig, Ana María Moix, Carme Riera. Marina Mayoral, Cristina Peri Rossi, Flavia Company (de la que habláis aquí)), Isabel Franc, Luisa Etxenike, Mabel Galán, Thais Morales, Jennifer Quiles… no tenéis más que leeros la antología UN DESEO PROPIO, Ed. Bruguera, en la que hay una novela corta suya, VECINAS, que hace palidecer a todas las demás. La diferencia de enjundia literaria es, en ciertos casos, aplastante. Voy a ver si escribo algunos comentarios por ahí porque no entienndo que la conozcamos sólo un puñado de lectores «muy enterados» y algunas «profes» que tenemos la literatura española contemporánnea como trabajo. Su primera novela, VEINTICUATRO VECES, Ed. Lumen, ya fue una muestra clara de que nos esperaban obras de la categoría de esta A TODOS NOS MATAN ANTES DE MORIR. Es un texto no muy largo, de una modernidad cargada de contenido y de un clasicismo esperanzador (en el panorama vacío que nos rodea), y es esa mezcla entre lo nunca escrito y lo perfectamete escrito en castellano, lo que convierte la obra de esta mujer en un portento de honestidad y verdadera innovacción. Leedla y ya me diréis.

  15. Por muy a vuelapluma que haya sido escrita -según usted afirma-, su crítica, Sr Muñoz, me ha parecido magistralmente elaborada a la par que exageradamente injusta. Coincido con usted en varios puntos, entre ellos en el de que está absolutamente fuera de lugar comparar esta novelita con obras maestras como las escritas por Flaubert, Zweig, Zola, Perez Galdós, Delibes, los grandes rusos, …….También reconozco que dado el limitado número de novelas que podem0s llegar a leer a lo largo de toda nuestra vida (yo he calculado que no podré llegar a las 5.000, incluídas las que es casi obligado releer) es, tal vez, una pena, pasar el tiempo con libros tan intrascendentes y literariamente poco significativos como «Los pilares de la tierra», «El niño con el pijama de rayas», «El tiempo entre costuras» y Contra el viento del norte», por citar sólo cuatro ejemplos de algunos de los grandes éxitos de ventas de los últimos años. Confieso que he leido con placer estas novelas citadas y no me arrepiento de ello; igual que no me arrepiento en este momento de estar releyendo «Grandes esperanzas». No me parece, la verdad, que sea incompatible.
    Compartiendo con usted en que a «Contra el viento del norte» le falta calidad literaria -aunque le sobran agilidad y dosis de humor -, discrepo rotundamente en su análisis de los personajes y hasta del fondo de la novela. Yo sí creo que existe en ella el juego de la seducción, del coqueteo…¿Recuerda usted «Veinticuatro horas en la vida de una mujer?. A la protagonista sólo la sedujo el movimiento de unas manos, de unos dedos frenéticos. Ella también podría haberse enamorado por e-mail.

  16. Ay, Maite… Estoy de acuerdo con usted en que no es incompatible la lectura de libros como los que cita con otras obras de hondo calado. No es incompatible pero sí fácilmente evitable si se desea. Y con esto no digo que debamos tomarnos la literatura como algo del pasado o que no podamos disfrutar de novelas «ligeras» y agradecidas en determinados momentos, pero no se debería confundir a los lectores/compradores y vender un entretenimiento banal como si fuera lo más glorioso salido de la imaginación de un escritor desde Henry James. Disfrutemos de la lectura pero siendo conscientes de lo que estamos leyendo.

    Zweig sabía de sentimientos y de aquello que te puede llevar a perder la cabeza por alguien de manera irracional, sin necesidad de palabras o haciendo de ellas el caudal de donde brota el deseo. Llámeme insensible, pero en la novela de Grattauer no veo nada de eso, al menos no en la narracción-diálogo. Si existe en la historia, el autor se olvidó contarlo. La señora C. es un referente que me resulta difícil de relacionar con esta obra, como no sea tirando de hilos de manera muy forzada.

    Saludos afectuosos.

  17. Josep, yo leí el libro ayer, en un par de horas, supongo que como la mayoría de gente. Estoy de acuerdo contigo en algunos aspectos, no pretendo leiendo está clase de libros a clasificarlos con los mejores libros de mi vida, pero no creo que sea ni mal libro, ni que se merezca tanta crítica.
    De hecho, estoy encantada de que existan está clase de libros, estoy estudiando, y trabajo. No dispongo de todo el tiempo que me gustaría para leer. Este libro es rapido, senzillo, y te engancha desde el primer momento. Para mi, en este momento, esto son virtudes. Cada etapa de tu vida te apetecerá un libro diferente, y en este caso, este me ha encajado a la perfección.
    Es un libro que trata una historia de amor, más desde el punto irónico y humorístico, con unos dialogos «interesantes» que unen a dos persones de vidas paralelas.
    Desde mi punto de vista no es baboso ni empalagoso. Tratar el amor con está idea y me gusta, (y en mi opinión Moccia si es baboso, pero ameno. Y no tiene nada que ver con está historia de amor, contada desde un punto de vista totalmente diferente).
    Pasado mañana me dejan la segunda parte, Emmi y Leo no pueden acabar así.

    Bessades!

  18. 1) El libro es simple y rápido de leer, reconozco que no me puede dormir hasta que no lo acabé, te deja un poco en un sinvivir.

    2) El primer o primeros capítulos me parecieron graciosos y los personajes me parecieron simpáticos.

    (No seguir leyendo si no has leido el libro)
    3) A partir de ahí se acabó el romanticismo, los personajes empezaron a caerme mal, me parecieron fríos y no vi romanticismo por ninguna parte, una chico enamorado no se acostaría por venganza (No se que venganza…) con la mejor amiga de Emmi, y menuda amiga… ¿si es su mejor amiga como serán las demás…? digo yo…

    4) Emmi está loca y necesita un psicólogo, y creo que poca gente quiera quedar con una loca.

    5) He leido todos los correos de los dos y no me enamoraría de ninguno de los dos, solo escriben cosas superfluas, pero no dicen nada de ellos (Marlene y poco más…), como pueden ser: hobbis, aficiones, colores, películas favoritas, ideales… (Por decir algo). No conozco gente que se haya enamorado de la nada por mucha imaginación que tengan.

  19. Me alegra encontrar esta crítica y algunos de los comentarios que la apoyan. Si esta clase de libros es lo que ‘entretiene’ diría como se dice en Colombia: «Esa platita la perdimos». Creo que se confunde expectativa con ‘entretenimiento’. Uno puede quedarse atrapado en el morbo de cualquier noticia. La perdida de tiempo no debería llamarse entretenimiento. Este libro es malo porque tiene un defecto imperdonable en las historias de amor: carece de una historia, la vitalidad del conflicto que quiere mostrar está en las atípodas de la vida de cualquier conflicto de esta índole. Parafraseando a XiscoSL, nadie se enamora de la nada. Pero nosotros los lectores nos entretenemos, nos enganchamos, suspiramos y nos enamoramos de la nada que nos venden los best-sellers. Tienen razón los colombianos: «esa platita la perdimos». ¡A cerrar el quisco!

  20. Hola me podrias ayudar con esta pregunta que tengo dudas 1- Como se ayudo leo para describir a las posibles emmi?

  21. Acabo de terminar de leer ese libro y por un momento pense que me enocontraba en un mundo hecho a la medida de Glattauer, esto por un sin numero de criticas favorables que encontré en la red (como no) Me agrado su critica y la comparto en su totalidad.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Previous Story

Empieza a leer «El expediente Archer», de Ross Macdonald

Next Story

Las imágenes no representan el contenido real: «Lamentaciones de un prepucio» de Shalom Auslander

Latest from Críticas

La memoria cercana

En 'La estratagema', Miguel Herráez construye una trama de intriga que une las dictaduras española y

Adiós por ahora

Eterna cadencia publica 'Sopa de ciruela', volumen que recupera los escritos personales de Katherine Mansfield