A Jigsaw | Foto: Pedro Almeida

A Jigsaw: «Creamos un álbum como si fuese un libro»

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A Jigsaw | Foto: Pedro Almeida
A Jigsaw | Foto: Pedro Almeida

¿Qué mejor presentación de una banda que la celebración de catorce años encima del escenario? Volví al Salão Brazil en Coimbra el pasado mes de diciembre como invitado a una de las fiestas que homenajeaban el aniversario del grupo A Jigsaw (João Jorri, João Rui, Maria Côrte y Guilherme Pimenta). Cuando llegué a la sala de conciertos estaban realizando pruebas de sonido con esa minuciosidad quisquillosa que tanto exaspera a los técnicos de sonido y que tanto dice de los músicos. La celebración se iba a desarrollar en dos días e iba a contar con dos conciertos en los que el repertorio y los músicos invitados iban a ser diferentes en cada ocasión.

Cuando nos acercamos a una creación artística la pregunta por el discurso que la sostiene emerge ante la necesidad de sentido y de encuadramiento. De forma paralela también nos preguntamos si el discurso proviene de una identidad o, por el contrario, si esta es configurada por dicho discurso. Así, cuando me acerqué al último trabajo de la banda, las primeras preguntas que me hice fueron esas y el siguiente texto es un intento de respuesta.

A Jigsaw | Foto: Diego Giménez
Foto: Diego Giménez

El trece de diciembre tuve la suerte de cenar antes de la actuación junto a los músicos y amigos de la banda. João Jorri Silva, como quien no quiere la cosa, entre plato y plato, comentó que a la hora de crear un álbum, lo primero que hacían era centrarse en un concepto sobre el que trabajaban durante un año o dos. Así, recopilaban bibliografía, veían películas y creaban el mapa estético sobre el que iban a crear las canciones del álbum. Precisamente, sobre Drunken Sailors & Happy Pirates: “Somos en todo momento el principio y el fin de nosotros mismos. Entonces ¿cómo se llega a ser y qué se es entre uno y otro? Este es un álbum que nos habla de la construcción del individuo”. Si aplicamos el leitmotiv al grupo, podemos decir que a Jigsaw es aquello que hay desde el principio hasta un fin cuyo horizonte parece lejano, a saber: From Underskin (2004), Letters From The Boatman (2007), Like The Wolf (2009), Like The Wolf Uncut (2010), The Strangest Friend (2011), I Have Been Away For So Long (2011), Drunken Sailors & Happy Pirates (2012).

Más tarde, João Rui me diría que la banda surgió como una banda de garaje, como otra cualquiera. Aunque desde el principio mostraron un interés en la parte artística, de creación. Le pregunté a João por los conceptos y me respondió, animado, «creamos un álbum como si estuviésemos escribiendo un libro. Tiene que haber un concepto que lo englobe todo. Para nosotros un álbum es mucho más que un conjunto de canciones. Tiene que haber una razón de ser, que para nosotros es siempre un concepto. Las canciones están concebidas para describir aquel concepto, no para estar en un álbum. En el caso del último se trata de la construcción de la identidad, cómo llegamos a ser nosotros mismos».

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Rui matizó, «la construcción de la identidad pasa por las influencias que hemos tenido, que nos transformaron. No solo de personajes reales, sino también de ficticios. Por ejemplo, la canción Until You Break se inspiró en el capitán Ahab de Moby Dick de Herman Melville. Pero también hay una canción en el álbum llamada The Last Waltz que está inspirada en Nerón. Escribimos nuestra historia a través de estos piratas y borrachos». Poco después me diría, sin darme pistas sobre el concepto de la nueva creación, que están a punto de comenzar a grabar el nuevo disco y me confesó que cierta insatisfacción es necesaria para poder avanzar.

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Entre ambos conciertos tocaron, además de los habituales Susana Ribeiro, Maria Côrte y Guilherme Pimenta, con las bandas Blind Zero, Tédio Boys, BunnyRanch, Tiguana Bibles, d3O, Birds Are Indie, Sean Riley & The Slow Riders y Corsage, y con músicos como Tracy Vandal, Angel Carmona, Miguel Gomes, Laurent Rossi, Guilherme Barbosa y Miguel Guedes. La atmósfera de ambos conciertos fue completamente diferente. Si bien el trece fue más cañera, el catorce fue más intimista. En ambos casos fue a Jigsaw. Mientras retiraban los bártulos en esa procesión de final de fiesta que es recoger y guardar los instrumentos, me acerqué a los Joãos que, como dos piratas embriagados después de una tormenta perfecta de música, sonreían con esa ataraxia que da el haberlo dado todo. João Jorri me dijo entonces que la «banda es como un ser vivo» y Rui recordó, haciendo balance de los 14 años, que una de sus preocupaciones era encontrar una voz propia y que si tenía que encontrar un momento de epifanía seria la grabación de The Trail, en que ambos se miraron y se preguntaron a qué suena esto? A a Jigsaw. Esa identidad viva, construida a base de conceptos, canciones y el ansía de algo veraz, se pudo oír en el Salão Brazil durante dos días en los que la ciudad bailó al son de a Jigsaw.

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Diego Giménez

Diego Giménez, doctor en filosofía y pensamiento (UB) con una tesis sobre "El libro del desasosiego" de Fernando Pessoa, ha realizado diferentes actividades relacionadas con la literatura y el periodismo. Ha trabajado como redactor de LaVanguardia.com y en 2008 cofundó Revista de Letras.

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