Algo extraño pasa en el Romea

Llum de guàrdia.
Autores: Sergi Pompermayer y Julio Manrique
Director: Julio Manrique
Escenografía: Sebastià Brosa
Vestuario: María Armengol
Iluminación: Jaume Ventura
Reparto: Mireia Aixalà (Clara Azpeitia i Sara Dalmau); Ivan Benet (Àstor García Roig); Cristina Genebat (Mirta Blanc); Oriol Guinart (Àlex Pérez Feliu); Xavier Ricart (Charlie); Marc Rodríguez (Abel Borràs); Andrew Tarbet (Josh L. Franklyn)
Producción: Teatre Romea

Teatre Romea (Barcelona), hasta el 9 de octubre de 2011

Julio Manrique ha querido estrenarse como director artístico del Romea con una pieza que ha escrito junto a Sergi Pompermayer y que se pregunta por el mundo del teatro. La escena y sus fantasmas. El éxito y su relatividad. La búsqueda de un argumento que, seguro, está dentro de cada uno de nosotros.

Se dice que entre las bambalinas de la mítica sala de la calle Hospital se escuchan ruidos, voces. Algunos aseguran que se trata del espíritu de la actriz Margarita Xirgu, que tantas veces actuó allí. Para ahuyentar los malos farios, Manrique ha desarrollado, desde el humor, la historia, recreándose en ella.

Llum de Guàrdia comienza con la rueda de prensa del equipo encargado del proyecto: un director norteamericano que destaca por sus inacabables groserías; un dramaturgo que, entre frase y frase, cita a Kant y a Nietzsche; un actor que sólo suelta tópicos; una actriz trasnochada, y la protagonista, la delicada Clara Azpeitia, que asegura (únicamente con gestos, ya que es muda) haber visto el fantasma de Xirgu, quien le ha pedido que no hagan la obra. Algo terrible les podría pasar.

Mireia Aixalà (foto © David Ruano/Teatre Romea)

Y les pasa. Una de las luces provoca un incendio y se quema todo el teatro. Clara muere y, en la siguiente escena, han transcurrido siete años. Es catorce de septiembre y Josh L. Franklyn está a punto de aterrizar, de nuevo, en Barcelona. Pese a haberse convertido en un director de cine de terror de éxito, se siente vacío, y ha abandonado a su mujer e hijos. En el avión, se encuentra a Sara Dalmau, una activista de una ONG en Tanzania, que viene a enterrar a su madre. Es idéntica a Clara (una maravillosa Mireia Aixalà interpreta a ambas), la actriz que había fallecido en el Romea.

Entran, en ese momento, dos personajes al juego. Uno es un presentador de radio freake, admirador de Josh, y quien le entrega el guión de una posible película sobre lo que pasó hace siete años. El otro personaje, Charlie, se convierte en un elemento fundamental. Aunque había sido técnico del teatro Romea cuando se quemó, ahora es un taxista que lleva y trae a los personajes, perdidos en un futuro al que no saben enfrentarse.

Marc Rodríguez y Xavier Ricart (foto © David Ruano/Teatre Romea)

Abel Borràs ha pasado de ser un actor conocido a desarrollar todo tipo de trabajos. Es escultura humana en las Ramblas, recoge vasos en una discoteca, hace masajes con «final feliz» incluido, o lo que haga falta para sobrevivir. Mirta Blanc – ex amante del director norteamericano que ahora está casada con el autor de la obra – pregunta a todo el mundo si la ven guapa. Se dedica al doblaje y ha perdido la ilusión por el teatro y la vida. Àstor García, el dramaturgo, se siente profundamente bloqueado pese a la fama que ha conseguido. Y Josh deambula borracho por la ciudad, rogando a Mirta que vuelva con él…

[…]

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Albert Lladó
www.albertllado.com

Albert Lladó

Albert Lladó (Barcelona, 1980) es editor de Revista de Letras y escribe en La Vanguardia. Es autor, entre otros títulos, de 'Malpaís' y 'La travesía de las anguilas' (Galaxia Gutenberg, 2022 y 2020) y 'La mirada lúcida' (Anagrama, 2019).

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