Aventuras, furias y Charles Manson

Cosas que hoy decíamos. Neil LaBute
Dirección y dramaturgia: Julio Manrique
Traducción: Cristina Genebat
Reparto: Andrew Tarbet, Norbert Martínez, Oriol Guinart, Xavier Ricart, Mireia Aixalà, Cristina Genebat y Ernest Villegas
Producción: Sala Beckett y Grec 2010 Festival de Barcelona

Sala José Luis Alonso del Teatro de la Abadía (Madrid)

La fragilidad de las relaciones humanas se pone de manifiesto de manera brutal en tan sólo un instante. Después del quiebre, mucha gente intenta continuar como si nada hubiera sucedido y algunos lo consiguen, seguramente pagando un alto precio emocional. Otra gente se libera a la vez que libera a la contraparte del contrato que les ha unido. Incluso existe un tercer grupo, los que ponen punto y final como si emularan a los actores de las tragedias griegas, varias veces mencionadas en Cosas que hoy decíamos, la obra de Neil LaBute y que el director barcelonés Julio Manrique ha traído al Teatro de la Abadía.

Cosas que hoy decíamos está compuesta de tres series de diálogos íntimos: «Aventura» («Romance»), «Las furias» («The furies»)» y «Tobogán» («Helter Skelter»). El tríptico nació en el marco de los cursos de verano de la Sala Beckett de Barcelona, donde Neil LaBute suele ser un habitué. En las tres partes priman los temas que nos llegan hondamente a todos: la soledad, el desamor, los miedos, las pérdidas y la muerte. El humor, desternillante por momentos, consigue meter a los espectadores en un bucle imparable de risas que mitigan, a la vez que aguijonean, las puñaladas certeras (que no traperas) del texto del autor nacido en Detroit.

«Aventura». ¿Por qué alguna gente se empeña en obtener respuestas de hechos que sucedieron en el pasado? ¿Por qué volver a la vida de alguien con el que ya ha habido una despedida definitiva? El dolor al que un personaje (Norbert Martínez) se expone cuando decide reaparecer en la vida del hombre que amó en otro tiempo (Andrew Tarbet) pidiéndole explicaciones. ¿Es necesario interrogar hasta escuchar verdades que le harán tanto daño?

Unas veces se sienten «Las furias» porque el equilibrio de pareja se hace añicos en el instante en el que en la vida de una mujer joven (Mireia Aixalà) se presenta la situación más extrema: la aparición de la enfermedad que inevitablemente conduce hacia la muerte. La brutal incomprensión de un otro (Xavier Ricart) con el que hasta entonces la moribunda ha compartido parte de su vida, de un otro falto de personalidad e influenciado por una hermana gamberra y llena de fina crueldad interpretada por un genial y travestido Oriol Guinart.

Otras veces, como si se tratara de una predicción de Charles Manson, la vida desciende por un «Tobogán» y el equilibrio vital se estrella violentamente. Una mujer embarazada (Cristina Genebat) descubre que su pareja (Ernest Villegas) le ha ocultado durante mucho tiempo una historia con otra mujer. El descubrimiento de la infidelidad ocurre en tan sólo un instante y gracias (o por desgracia) a un beso en un portal. Genebat, quien a su vez se ha encargado de la traducción del texto de LaBute, borda magistralmente al personaje.

A través de una escenografía muy bien lograda por Lluc Castells, los espectadores se sitúan, bien como voyeurs o bien como comensales, en un restaurante que se adapta a la situación de cada una de las partes del tríptico. Y Julio Manrique conduce con maestría a un grupo de magníficos actores y actrices desbordantes en sus papeles y que consiguen, mediante la risa o el pellizco de dolor, implicar a los mencionados espectadores en lo que ocurre en la mesa vecina.

Atreverse con un texto de Neil LaBute requiere el coraje de un director que quiera sacar partido de los entresijos ocultos del alma de los seres humanos, un director al que le interese jugar sobre el escenario con las pasiones bajunas que nos iguala a los hombres y a las mujeres, independientemente de la clase socio-cultural a la que pertenezcan. Y Manrique ha demostrado ser de esa clase de directores, como ya lo ha demostrado en anteriores montajes de David Mamet o de Mark Ravenhill o haciéndose cargo de la dirección artística del Teatre Romea de Barcelona.

Neil LaBute elaborando los textos de las tres piezas breves y Julio Manrique a través de un montaje fascinante han creado a dos manos, aunque cada uno con su paleta y sus pinceles, un cuadro lleno de colores vivos que esconden los más oscuros de la infelicidad.

Daniel Dimeco
http://www.cafecopenhague.blogspot.com
http://danieldimeco.wordpress.com

Fotos: © David Ruano

Daniel Dimeco

Daniel Dimeco es escritor y dramaturgo. Graduado en Ciencias Políticas y Máster en Gestión Cultural. En 2013 ha publicado la novela “El mapa de las viudas” (Algaida), Premio Ciudad de Badajoz y finalista en el Premio Clarín-Alfaguara, y en 2011 “La desesperación silenciosa” (Junta de Castilla y León), Premio Fray Luis de León. En teatro ha conseguido el Premio Antonio Buero Vallejo con “La mano de János”, el Premio de Autores Nacionales Teatro El Búho (Argentina) con “Mirando pasar los trenes” y el Premio de Teatro Mínimo Rafael Guerrero con “El ángel azul”, además de un accésit en el Certamen de Relatos Ciudad de Zaragoza en 2012. Coordina talleres literarios y laboratorios teatrales.

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