Gimferrer explicó que la generación española, posterior a la italiana, nació de la voluntad del antólogo, no de un programa ni de un manifiesto impulsado por los poetas. “Lo que nos unÃa era que todos estábamos haciendo algo diferente a lo que se hacÃa en la poesÃa del momentoâ€, explicó el autor de tÃtulos como Arde el mar, Foc sec, Mascarada, o Alma Venus.
Un lenguaje común, sostiene Nanni Ballestrini, no solo capaz de definir la sociedad, sino que sirve como punto de partida, la construcción de una comunidad consciente que el pasado ya no le representa.
El instante es siempre un renacimiento para Ballestrini. Una jaula vacÃa. Asà lo deja escrito en Empty cage, uno de los poemas que leyó en Córdoba: “Bisogna andarsene da qui / abitare il mondo intero non frammenti separati del mondo / il mondo reale non è un oggetto è un proceso / qualsiasi cosa causa ogni altra cosa / le cose devono entrare in noi / l’istante è sempre una rinascitaâ€.
Pere Gimferrer insistió en que los NovÃsimos españoles no pertenecÃan a un movimiento, aunque comparten la semejanza de la diferencia, en un contexto en que la censura se cruza con la poesÃa social. Lectores todos de la Generación del 27, y de Blas de Otero, conforman un “asalto a la razón†que, de alguna manera, habÃa pronunciado el filósofo y marxista húngaro Georg Lukács durante los años cincuenta.
Albert Lladó (Barcelona, 1980) es editor de Revista de Letras y escribe en La Vanguardia. Es autor, entre otros tÃtulos, de 'MalpaÃs' y 'La travesÃa de las anguilas' (Galaxia Gutenberg, 2022 y 2020) y 'La mirada lúcida' (Anagrama, 2019).