En el umbral de la muerte. Eduard Pascual
Roca Editorial (Barcelona, 2010)
Cuando hace un año y pico Eduard Pascual presentó su primer libro, Códex 10, muchos fueron quienes vieron en él a un autor más que prometedor. Con aquella novela, compuesta de diferentes relatos protagonizados por el Cuerpo de Mossos de Esquadra de Figueres, Pascual nos hacÃa partÃcipes de la vida rutinaria en una comisarÃa, de los desastres provocados por la burocracia administrativa y de la participación activa de los agentes en las calles, ayudando al prójimo con paciencia a pesar de estar sometidos a mucha presión y a no ser bien vistos por parte de la sociedad.
En el umbral de la muerte, su primera historia larga, recupera a muchos de los protagonistas del primer libro para resolver el caso del «estrangulador del Boockcrossing», una intriga que sacará de sus casillas al ya sargento Pep Flores, esta vez protagonista absoluto. Flores deberá enfrentarse al juego que le propone el misterioso asesino, ayudado por un no menos enigmático estudiante de informática que se ve involucrado en el caso, sin olvidar a su ex, Lola Vico y la sombra permanente de su rival en el Cuerpo, Santiago Casanovas, siempre pendiente de cualquier error que cometa nuestro héroe.
Que uno de los alicientes de la novela, el uso de los libros protagonizados por Pepe Carvalho que sirven al asesino para dejar pistas (o confundir aún más) sobre sus próximos crÃmenes, no sea convenientemente explotado, no debe verse como inconveniente. Al contrario, es el macguffin que el autor emplea para jugar con los lectores y conducirles hacia otras tramas que apoyan y definen a los personajes.
Estamos ante la confirmación de lo que se sospechaba con el primer trabajo de Pascual: Pocos autores de novela policiaca pueden presumir de la habilidad y las artes narrativas de este, ya, autor de referencia del género. No se trata únicamente de sus conocimientos sobre los procedimientos policiales (ha sido especialista en investigación criminal en la misma comisarÃa donde transcurren buena parte de los hechos) y de la cantidad de información de primera mano que nos transmite con detalle; tampoco de lo bien armada que está la historia desde su inicio, logrando involucrar al lector en la tensión que se respira en cada uno de los capÃtulos hasta llegar al, por supuesto, inesperado final; ni de que, cogiendo al toro por los cuernos, haga lo que se le venga en gana con los personajes centrales, matando sin pudor a quien menos te lo esperas o, incluso, permitiendo que Flores, un «Harry Callahan» sin escrúpulos pero con corazón, sufra lo indecible durante buena parte de la historia. Estoy refiriéndome a una de las mayores virtudes que debe tener un novelista: escribir bien, construyendo el relato con firmeza y sabiendo cómo apuntalar las frases sin caer en los tópicos que encontramos en la mayorÃa de los textos que se publican; sin engaños, manteniendo un armazón irrompible y provocando la atención permanente. No se le deberÃa pedir nada más (y nada menos) a una novela criminal.
Asà como en otras ocasiones podrÃamos sospechar que el libro ha caÃdo en manos del buen corrector que le da un repaso de estilo a la obra, en el caso de Eduard Pascual me permito creer en él: Este tipo escribe asÃ, no lo dudo, porque hay cosas que no hay manera de corregir por mucho que te lo propongas. En el umbral de la muerte no tiene aristas, no hay manera de meterle mano porque es redonda, concisa y resuelta, llena de detalles que permiten conocer la labor de los Mossos, de chistes y bromas internas pero expuestas de tal manera que se entienden perfectamente. Sin ser una obra maestra, llega a alturas que dignifican (y de qué manera) el género en España. Porque aquà también sabemos hacer policiacos. Y Eduard Pascual ya está en la lista de los mejores, junto a Manuel Vázquez Montalbán, Lorenzo Silva o Alicia Giménez Bartlett, primeros que se me vienen a la cabeza en este momento.
Ya hay ganas de saber qué pasará a continuación con Flores, con la cabo Mora (¡ay!), con el novato y con el pelmazo de Casanovas.
José A. Muñoz