La convención habla de la poesÃa con una pretenciosidad absolutamente descorazonadora. AsÃ, es normal que las personas no habituadas a leerla ni siquiera osen acercarse a ella por miedo a ser engullidos en un mundo incomprensible, trascendente, ampuloso o melancólico. Y no digo que se deba caer en la intrascendencia. La poesÃa debe ser, sobre todo, inspirada e inventiva para que pueda encajar en un mundo cultural cada vez más carcomido por la vulgaridad de los lugares comunes.
Los lectores no deben buscar en estas baladas ningún tipo de canción nostálgica o sentimental, sino un realismo, o incluso un hiperrealismo –si se me permite usar este adjetivo propio de la pintura– con el que el autor ha conseguido desplegar en su escritura las densidades del mundo. Es decir, los pliegues de la realidad, sus tonalidades, sus contradicciones y sinsentidos, se cuelen aquà con hábil desparpajo.
AgustÃn Calvo Galán (Barcelona, 1968) ha publicado 'Letras transformistas', una selección de sus poemas conceptuales y visuales (2005), 'Otra ciudad' (libro objeto, 2006), 'Poemas para el entreacto' (2007) y 'A la vendimia en Portugal' (2009). Su obra como poeta visual ha sido recogida en varias antologÃas especializadas.