Según Freud, la melancolÃa es apenas una variante improductiva del luto. Una forma edificante de la tristeza, podrÃamos añadir, que infunde a la conciencia nuevas posibilidades. Veamos la serie de ensayos Las máscaras de Dios (1959-1968; Atalanta, 2017; Traducción de Isabel Cardona), donde el escritor y profesor estadounidense Joseph Campbell (1904 – 1987) se erige en sumo sacerdote de una fe secular, con todo el misterio de un hierofante, mientras cita tanto autores clásicos (Tácito, Suetonio, Cicerón, Horacio y Virgilio) como a representantes de la mitologÃa oriental.
“La fuerza del sÃmbolo mitológico estriba precisamente en traducir una experiencia de lo inefable a través de lo local y concreto y asÃ, paradójicamente, amplificar la fuerza y atracción de las formas locales†(El funcionamiento del mito).
En MitologÃa Primitiva, primer volumen de la serie, se examinan las raÃces primitivas del hecho legendario, a la luz de los descubrimientos más recientes en arqueologÃa y antropologÃa. Se nos sitúa asà en mitad de la encrucijada de la psicologÃa y la Fe para articular un enfoque de la experiencia religiosa que nos ayude a liberarnos de sus restricciones.
Obsesionado con el problema de la expresión de la conciencia individual a través del lenguaje, encontrar nuevas formas de expresión de ideas que iluminen la Historia y ayuden a redefinirla es uno de los temas principales de esta colección de ensayos, que pretenden:
“La armonÃa y el bienestar de la comunidad, su coordinación con la armonÃa y naturaleza última del cosmos del que forma parte, asà como la integración del individuo (sus pensamientos, sentimientos y deseos personales) en el sentido y la fuerza esencial de esta circunstancia universal†(El hecho mitológico).
Reescribe para ello el filósofo de El héroe de las mil caras (1949) su discurso sobre la creencia a fin de llevar a cabo un diagnóstico de nuestra cultura. Progresa de lo concreto a lo abstracto, hasta que, en la profusión de citas, nos situamos de lleno en la complejidad de la mente y el estilo de Campbell en toda su erudición polivalente.
Se promueve asà una visión plural de la creencia inspirada en las tradiciones de la tolerancia. El norteamericano comienza su argumento con la afirmación de que la religión responde a las necesidades humanas básicas:
“Como huellas subordinadas, reescritas: imágenes prohibidas, capaces, en ocasiones, puede que, bajo cierto disfraz, de reiterar su fuerza†(El animismo espontáneo de la infancia).
Se separa, pues, la creencia de sus orÃgenes tribales. La importancia de la leyenda radica en que nos informa sobre nuestro yo:
“Los mitos y ritos constituyen un mesocosmos, un cosmos intermedio, mediador, a través del cual el microcosmos del individuo se pone en relación con el macrocosmos de la totalidad†(La ciudad-estado hierática).
“La mente humana, en su (…) paso de la infancia a la madurez y a la vejez, en su dureza y en su delicadeza, en su diálogo continuo con el mundo, es la zona mitogenética última, la creadora y destructora, la esclava y, sin embargo, dueña de todos los dioses†(La liberación de la servidumbre).
Asà concluye una prolija exploración del misticismo, la santidad, la expiación y la conversión, en una nueva edición en castellano revisada por la Joseph Campbell Foundation en 2016. Un relato de Dios como un ser finito, indisolublemente atrapado en los asuntos mundanos, y vinculado a la actividad humana y nuestras ambiciones. Melancólica excursión de una mente que se adentra en las costumbres filosóficas, asà como una meditación peculiar sobre la creencia, que se convierte, al mismo tiempo, en un ensayo sobre la naturaleza de la identidad y la vana búsqueda humana de la inmortalidad.
El primero de cuatro libros. Fundamental obra de Campbell. Esencial para entender de dónde venimos y qué arquetipos han conformado lo que somos…