Eugene Salman es un joven escritor alemán que viaja a Praga convencido que en el paÃs de Kafka y Kundera sus aspiraciones literarias se verán potenciadas. El destino, lejos de propiciar la escritura, lo arrastra por una serie de relaciones amorosas y enredos. Mientras todo a su alrededor se convierte en una trama novelesca su escritura es infructuosa. La fabulación trasforma peligrosamente la realidad. Descubre su gran capacidad para mentir y adaptar su personalidad según las diferentes necesidades. Imita primeramente el porte de un gran escritor y de un fervoroso cristiano; después pasa a imitar a un detective o agente secreto. Sin embargo, sus interpretaciones no siempre son acertadas y suelen conducirlo a situaciones absurdas, llegando hasta el punto de que siendo él mismo no sabe cómo actuar. La novela Contra la juventud de Pablo d’Ors explora la búsqueda de la identidad a través de una prosa fluida y llena de ironÃa que conduce al lector por situaciones, aparentemente banales que traslucen una aproximación profunda de la realidad.
Es propio de la juventud buscar significados ocultos, encontrarlos y seguirlos. Pablo d’Ors profundiza en una etapa de la vida, eminentemente errática, en la que se aprende a través del ensayo y el error. Los jóvenes no son todavÃa ellos mismos sino quienes quieren ser y por ese motivo hacen del mundo un teatro, una gran impostura. Contra la juventud es una historia que explora en la búsqueda de la identidad a través de un viaje lleno de contradicciones.
La poética junto con la erótica son los temas principales de la novela. En lo que respecta a la poética, el autor se nutre de las vicisitudes de un aspirante a escritor para reflexionar sobre el género de la novela y el acto de escribir. El protagonista duda de la autenticidad de sus vivencias. ¿Toma la vida su propio rumbo o es Eugene quien está forzando situaciones extremas que le puedan servir de material de escritura en un futuro? La novela es el género democrático por excelencia ya que permite un cruce de voces y perspectivas que muchas veces confrontan las opiniones del propio autor. Escribir es experimentar, trascender las barreras de la razón  y dejarse llevar por la propia trama. Eugene Salman habla de la novela que está escribiendo o, mejor, que no consigue escribir: la trama, el argumento, los rasgos de sus personajes. La escritura se extrapola a todos los aspectos de la vida. El escritor se reinventa en cada lÃnea, la propia escritura es transformadora. Por su parte, a través de la erótica se profundiza en los juegos de poderes propios de las pasiones amorosas.  La exploración de los cuerpos se relaciona también con la exploración de la propia personalidad. La seducción es un juego de interpretación al cual los amantes se entregan con desenfreno. El vÃnculo entre la erótica y la mÃstica es estrecho ya que ambas apuntan a la unidad; en el primer caso de los cuerpos y en el segundo del espÃritu.
Contra la juventud propone, a partir de las múltiples personalidades que el protagonista interpreta, un cruce de voces que incitan al lector a construir un mapa de cómo la identidad se forja a partir de la experimentación. Pablo d’Ors plantea un juego de espejos en el cual el reflejo de uno mismo no siempre es una imagen agradable. Todos nuestros actos tienen una resonancia. No se puede jugar impunemente con la identidad.