
La portada del libro tiene el dibujo del artista plástico mexicano Manuel MarÃn, Dante y Francesca, de quienes Marco Perilli dice que fueron “ejemplos, venerados, de la futura adversidad del peregrinoâ€. Las dos figuras, con diferentes posturas, desbordan el cubo que intenta contenerlos. Dante cobija con su capa a Francesca desnuda. Dante se inclina para besar a Francesca, que está sentada, desmadejada. Dante abraza a Francesca, caÃda de espaldas y le toca el brazo. El dibujo anuncia el punto nuclear del texto de Perilli, un ensayo sobre el migrante y exiliado, Dante Alighieri, que escribió una obra con el tÃtulo Comedia, la cual, años después de su muerte, Giovanni Boccaccio calificó como divina, y en 1555 “Gabriele Giolito de’Ferrari la imprimió con el tÃtulo Divina commediaâ€.
El ensayo, Dante, de Perilli, que recibió el XVI Premio Internacional de CrÃtica Literaria Amado Alonso 2018, posee todo lo que un estudio detallado sobre un autor y su obra debe contener. Una lectura cuidadosa de la obra principal; de los otros libros que escribió; del contexto socio-cultural y polÃtico-religioso en el que vivió; de las intertextualidades que contiene, y de la lectura que otros comentadores e intérpretes –de la época y posteriores– han realizado del autor y la obra.
Pre-Textos Para titular los capÃtulos, Perilli acude a palabras que señalan temas, y que simultáneamente invocan un tratamiento poético del abordaje: Experiencia, Número, Imagen, Personaje, Ritmo, Memoria, Significado. Además, Prólogo y Adenda. Dichas palabras son también conceptos y facilitan una comprensión minuciosa de la Comedia. En Experiencia, entrecruza su “experiencia†como lector del libro –un italiano que migró a México– con las menciones de la “experiencia†que aparecen en la Comedia, donde Dante abogó por una polisemia que permitiese leer el mundo de los vivos y los muertos. En Número rastrea el rol de los números en el plan de la Comedia, mediante interpretaciones planteadas en el siglo XIX y XX por autores como Antonio Medin, Manfred Hardt, Ernesto Trucchi y Wilhelm Pötters.
“La Comedia es una visiónâ€, dice Perilli en Imagen, el capÃtulo en el que ahonda en la dicotomÃa entre sueño y realidad, y en el que explica cómo Dante elaboró sus visiones-imágenes y representaciones, acentuando diferencias, variando tonos y describiendo objetos desde ángulos disÃmiles. El conteo y la distribución de los personajes aparece en Personaje, donde menciona también la “presencia†de tres Dante: “Dante Alighieri, su biografÃa; el peregrino que viajó al más allá; el narrador que lo recuerda y lo relataâ€. En Ritmo, se detiene en el espacio y el tiempo de la Comedia, y demarca el viaje de los personajes y la trashumancia de Dante en el exilio. Este último detalle vuelve a aparecer en Memoria, en el que Perilli precisa que “Dante escribió la Comedia en los años de su exilioâ€, que fueron 14, por lo que no contó con un espacio para sus libros, y tuvo que adiestrar su memoria hasta convertirla en biblioteca. En Significado, Perilli nos recuerda que la pretensión de Dante con la Comedia era escribir un tratado de filosofÃa moral, el cual puede aproximarse si reconocemos la mente medieval “anclada en la creencia de la armonÃa del tiempo, de su término y su finalidadâ€.
Dante, de Marco Perilli, es, me parece, la lectura de un libro que “es el canto doloroso, cáustico y sincero, de un hombre desterradoâ€, que invita a comprender los periplos de los migrantes, tema trascendental de los dÃas que transcurren.