Mark Strand se basó, para el tÃtulo original de Puerto Oscuro (kriller71ediciones, 2019; traducción y prólogo de Adalber Salas Hernández), Dark Harbor, en una obra del pintor William Bailey, a quien dedicó en 1987 un ensayo. El cuadro, una naturaleza muerta, muestra una mesa sobre la que se aprecian una serie de objetos de cocina: una jarra de agua, varios frascos de distintos colores, una botella de vino, un candelabro, un colador… Los colores son ocres, azules, marrones; algo de naranja. La composición es en extremo formalista, de imágenes reconocibles; pero a su vez el conjunto posee algo abstracto que transciende la objetividad de las formas que lo componen gracias a que son una presencia tangible y con autonomÃa propia. Son objetos utilitarios que, sin embargo, parecen suspendidos de su utilidad.
«â€œEsta es la vidaâ€, dijo, mientras alcanzaba la primera
de las muchas orillas del mar que buscaba, y se abrochó
el abrigo y alzó el cuello y comenzó a respirar.»
y fotos de Mamá y Papá en sus trajes de baño
anticuados, de alguna playa de los Maritimes.
Trabajamos el pasado para hacer más tolerable
el futuro. Ah, el pasado potencial, cómo se hincha,
cómo puebla los dÃas ante nosotros con sentimientos
y posturas que habÃamos desechado hasta ahora.»
«El aire está lleno de angustia. Son pocas las medidas
de la nada. El Más Allá está simplemente más allá,
un lugar melancólico para las estrellas fallidas y caÃdas.»
Israel Paredes (Madrid, 1978). Licenciado en TeorÃa e Historia del Arte es autor, entre otros, de los libros 'Imágenes del cuerpo' y 'John Cassavetes. Claroscuro Americano'. Colabora actualmente en varios medios como Dirigido por, Imágenes, 'La Balsa de la Medusa', 'ClarÃn', 'Revista de Occidente', entre otros. Es coordinador de la sección de cine de Playtime de 'El Plural'.