Ya tenemos entre nosotros el primer libro publicado por Contra Ediciones en 2014. Y como suele ser habitual con el certero ojo de esta editorial barcelonesa, ha vuelto a dar en el clavo. En esta ocasión lo hacen rescatando para nuestro paÃs Lost in Music. Una Odisea Pop de Giles Smith, una suerte de clásico -data de 1995, aunque incluye un epÃlogo del propio autor de este mismo año- del mini-género literario en que se han convertido las memorias musicales. Con una gran diferencia. Aquà no tenemos un triunfador, ni siquiera una historia tipo Behind the Music -ya saben, ilusión, éxito, peleas, drogas, abismo y resurrección gloriosa-. Sino la de alguien que lo intentó… y simplemente no lo consiguió.
El relato que nos trae Giles Smith, desenfadado, ligero y con un punto de afable socarronerÃa, es el de alguien a quien el demonio de la música se le introdujo muy pronto entre las venas, cogió un instrumento -el teclado, atención- y de forma algo casual pero con el sueño del reconocimiento y el éxito musical siempre presente, fue parte de un grupo, los Cleaners from Venus -exacto, ¿quiénes?-, acabó grabando un disco, salió de gira y se perdió en el anonimato cuasi absoluto. Como tantos otros. En Lost in Music no hay resquemor o frustración, la distancia y distensión desde la que nos habla su autor -actualmente un afamado periodista deportivo en The Times y en la página web del Chelsea FC– asà lo impide.
El glam, XTC, los primeros niños del pop -¿alguien se acuerda de Nik Kershaw?-, Phil Collins, Paul McCartney, Blur… Por entre las páginas de las entrañables peripecias –batallitas– musicales de Smith se cuelan numerosas referencias que convierten a Lost in Music en una crónica del pop de las épocas que su obra abarca. No todos los capÃtulos están a la misma altura, y quizá adolece de un cierto mordiente si lo comparamos con Alta Fidelidad -era inevitable, el libro de Hornby es referencia obligatoria-, pero sà hay varios momentos en los que Smith logra “tocar esa teclaâ€, donde sus vivencias personales nos suenan -nunca mejor dicho- a propias. Si eres de los/las que dedicas un nada desdeñable tiempo de tus fines de semana a ordenar tu colección de discos -preferiblemente vinilos, por supuesto, si la economÃa te lo permite-, irritándote sobremanera si tu pareja coloca su álbum de Extremoduro junto al tuyo de The National; si examinas a tus amigos y parientes sobre sus conocimientos musicales y te indignas cuando responden que C86 les suena a un tipo de coche; o si planificas tus vacaciones intentando hacerlas coincidir con esa irrepetible gira de esa oscura banda de Glasgow rescatada del olvido que no te deja dormir, las obsesiones de Giles Smith te van a parecer muy -admitámoslo, demasiado- familiares. En este sentido, brillan especialmente las páginas que tienen que ver con la vida en pareja o las fútiles decisiones -para el resto del mundo, claro- que uno tiene que tomar respecto a la música que uno lleva consigo. Incomprendidos del pop, Giles Smith es de los nuestros.
Y es que, en el fondo, este libro es de una sencillez desarmante en su concepción. Es un diario, caprichoso y deshilvanado, en el que se nos habla de un viaje. Un viaje que indefectiblemente hacemos todos. El de nuestra vida. Lo que hace Giles Smith es contarnos que, como nos pasa a muchos de nosotros, ese viaje no hubiera sido capaz de realizarlo sin una banda sonora. La mejor señal de que Lost in Music funciona y, por tanto, es una lectura a recomendar, es que mientras uno se adentra en sus páginas, no puede dejar de pensar en cuál serÃa su banda sonora particular.
Si se me permite la adaptación: “I know, it’s only pop, but I like it, I like it, yes I do!†Y si les pica la curiosidad, les invito a indagar en las canciones, como la que tienen a continuación, de los Cleaners from Venus, convertidos hoy en una especie de banda de culto. IronÃas del caprichoso destino pop.
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Raül Jiménez es Politólogo, Máster en Periodismo Digital y Redes Sociales, y responsable de proyectos de juventud y comunicación en el sector ONG. Actualmente ejerce como periodista «indie» en Indienauta, donde cubre conciertos hipsters, siendo el responsable de su sección literaria, además de llevar su propio blog en Bloodbuzzed. Ha realizado este trabajo dentro de las actividades del Curso de Periodismo cultural de Escuela de Letras.