Submáquina
Esther GarcÃa Llovet
Salto de Página, 2009
DÃas atrás, intercambiaba con Cristina Monteoliva, a través de Facebook, opiniones sobre Submáquina, la novela de Esther GarcÃa Llovet, editada por la editorial Salto de Página.
En algo coincidÃamos después de leer su crÃtica en La biblioteca imaginaria: la forma de escribir de su autora es diferente. Breve, lejos de barroquismos pretenciosos que intentan justificar lo mucho que sabe el autor. Cierto que yo contaba con una ventaja: estuve en la presentación de la novela en Madrid, en El bandido doblemente armado y pude charlar con la autora.
Submáquina es en realidad un conjunto de relatos que la autora decidió unir para formar esta novela. Por eso es poliédrica, muestra a la protagonista desde diferentes puntos de vista, empezando por el hecho de que ni siquiera tiene un único narrador -CM-. Tiffani Figueroa, su protagonista, es el leitmotiv de Submáquina.
Pero a diferencia de lo que observaba Cristina, esta novela está llena de imágenes cinematográficas que bien podrÃan estar sacadas de Perdita Durango, Traffic, Amores Perros, Babel o No es paÃs para viejos.
Una frontera y un sueño: pasar al otro lado y dejar éste lleno de miseria humana porque Submáquina es un collage de miserias humanas. TaquerÃas, insomnio, muertos y capÃtulos en formato de bala (todos son partes de un revólver -CM-).
La autora no buscaba estos guiños cinéfilos sino más bien, breves e intensos homenajes a la novela negra de las que es compulsiva lectora. Esther GarcÃa Llovet es, en las distancias cortas, tÃmida y huidiza. Sin embargo, escribe con la misma precisión que un buen killer hace su trabajo. Va a tiro hecho.
Y una frase de Esther: la Literatura es como una aceituna. Te la metes en la boca y lo que sobra no se parece en nada a lo que te has comido.
Fernando R. Ortega, escrito y blogger
www.fernandortega.com
Muchas gracias Fernando.
No recordaba lo de la aceituna.
Debe ser la del martini.
Un saludo!