Sonoridad, potencial imaginativo, textura, fraseo, ritmo, complejidad. La poesÃa de Aurelio Major reunida en Pródromo(Libros de la resistencia, 2019) es heredera del culteranismo y como tal propone un universo de metáforas audaces, alusiones mitológicas, gustos latinizantes, atención al color, cultismos y toda una suerte de recursos necesarios en la creación de una poética refinada, de altura estética, cuidadosa perfección y musicalidad.
De entre los recursos utilizados por el poeta, Olvido GarcÃa Valdés destaca el doble sentido, la palabra cifrada, la sonoridad en eco, el humor, la paronomasia, el equÃvoco y la elipsis, la lÃtote y la reticencia.
«De lo solo, el silencio, que ya es mucho.
Te busqué hasta debajo de las piedras,
en los vértigos de los vórtices
obnubilado que mi nombre olvido
en prenda de encontrar el tuyo
y que delirio ni mentira fuera
ni puerta sin aldaba.
Ni al fondo de los ojos o bajo la lengua
o detrás del zumbido del oÃdo,
ni leyendo palmas o entrañas
me oriento, si se han movido los polos
o llega mar adentro la tormenta de arena.
No puedo roturar mis aledaños, ni hogaño ni patrañas, aquà al lado
me he perdido: ¿a qué jugamos?
Al balero, a la cuerda,
a ver so cae la taba
a horcajadas o ya hendido
de la apnea, me exiges que salgo
que me tiras de la lengua,
el trilero de lo triple.
Nos veremos nunca o siempre,
tenue luz
inmensidad sin más decorado que ella misma.
(En Matatena)».
Pródromo, del latÃn Prodromus, significa “malestar que precede a una enfermedadâ€. Procede del griego Pródromos y remite a aquel “que corre delante, que precedeâ€, “precursoâ€.
Subraya Paul Ricoeur en Caminos del reconocimiento (Editorial Trotta, 2005) la importancia de “discernir los pródromos de toda crisis de idea de reconocimientoâ€, es decir, de diferenciar el sÃntoma del engaño.
Esta es titánica tarea que Aurelio Major emprende a través de su obra poética, y que, consecuentemente, da forma a una estética del juicio que mana de las fuentes del Barroco: la contemplación de las ruinas –esas herrumbres en el bosque-, la reflexión en torno a la fortuna o a la fugacidad de la vida: una ilusión, un dÃa, un sueño, una rosa, una calavera.
«No me froto los ojos
para mirar y creer después
ni creer primero para ver
o siquiera detener
el aliento,
sino para lastrarme
hasta el hollÃn del cieno ya revuelto
entre fosfenos abisales,
plumaje de pavo real
o nimbos o letras o muertos,
para que al flotar de regreso
el loto de los párpados
hasta la superficie de esta hoja,
todo huya,
todas aquellas cosas se confundan,
a lo lejos.
(En Jaspeado)».
Del desolado paisaje brota una lÃrica que se expresa en el fraseo. Como en las poéticas plebeyas hip-hop y rap, la culteranista de Aurelio Major se apoya en la fuerza de la dicción, de tal forma que la musicalidad no gravita en la melodÃa sino en el ritmo. Aire y palabas plantean un universo de sentidos y sensualidades.
«Soy una voz que arroja palabras
que de fragmento en fragmento
van enunciando la larga historia de la sombra.
La felicidad del arte
del extravÃo me gustarÃa escribir en chino:
nazca el niño negativo
nadie, nunca, nada, no.
Las palabas no tienen absolutamente
ninguna posibilidad de expresar nada:
la imaginación de decir que no tiene
imaginación
vive en el filo del horizonte de un mundo
muy lejano, aturdido y hechizado,
aún no sabe, mi yo, cómo vive con ellos y con todos,
entre los últimos tropezando con los muebles.
(Fragmento en Cómo leà algún libro suyo, Casi centón de B. & CÃa.).»
Como señala Olvido GarcÃa Valdés: los poemas de Aurelio Major no curan, enuncian soledad. Pero leerlos es paladear la textura del tiempo. Su poesÃa, dice Ida Vitale, sorprende con lo no previsible, su sabidurÃa y humor no inocente.
Aurelio Major es poeta, antólogo, traductor y editor en lengua española. Su vida está Ãntimamente ligada a la obra de Octavio Paz, Ida Vitale y Susan Sontag. En la obra reunida en este libro, su poesÃa traza un diálogo con Luciano, Heródoto, Diego de Landa, Silvestre, Terrazas, Cage, Nerval, Blanchot, Orozco, Supervielle, Eliot, Hopkins y aquellos que el poeta deja a la libre búsqueda del lector.
Qué excelente lectura. Nuestra enhorabuena!