Aurelio Major | Foto: Nina Subin

Nadie, nunca, nada, no

/
Aurelio Major | Foto: Nina Subin

Sonoridad, potencial imaginativo, textura, fraseo, ritmo, complejidad. La poesía de Aurelio Major reunida en Pródromo(Libros de la resistencia, 2019) es heredera del culteranismo y como tal propone un universo de metáforas audaces, alusiones mitológicas, gustos latinizantes, atención al color, cultismos y toda una suerte de recursos necesarios en la creación de una poética refinada, de altura estética, cuidadosa perfección y musicalidad.

De entre los recursos utilizados por el poeta, Olvido García Valdés destaca el doble sentido, la palabra cifrada, la sonoridad en eco, el humor, la paronomasia, el equívoco y la elipsis, la lítote y la reticencia.

Libros de la resistencia

«De lo solo, el silencio, que ya es mucho.
Te busqué hasta debajo de las piedras,
en los vértigos de los vórtices
obnubilado que mi nombre olvido
en prenda de encontrar el tuyo
y que delirio ni mentira fuera
ni puerta sin aldaba.

Ni al fondo de los ojos o bajo la lengua
o detrás del zumbido del oído,
ni leyendo palmas o entrañas
me oriento, si se han movido los polos
o llega mar adentro la tormenta de arena.
No puedo roturar mis aledaños, ni hogaño ni patrañas, aquí al lado
me he perdido: ¿a qué jugamos?

Al balero, a la cuerda,
a ver so cae la taba
a horcajadas o ya hendido
de la apnea, me exiges que salgo
que me tiras de la lengua,
el trilero de lo triple.

Nos veremos nunca o siempre,
tenue luz
inmensidad sin más decorado que ella misma.

(En Matatena)».

Pródromo, del latín Prodromus, significa “malestar que precede a una enfermedad”. Procede del griego Pródromos y remite a aquel “que corre delante, que precede”, “precurso”.

Subraya Paul Ricoeur en Caminos del reconocimiento (Editorial Trotta, 2005) la importancia de “discernir los pródromos de toda crisis de idea de reconocimiento”, es decir, de diferenciar el síntoma del engaño.

Esta es titánica tarea que Aurelio Major emprende a través de su obra poética, y que, consecuentemente, da forma a una estética del juicio que mana de las fuentes del Barroco: la contemplación de las ruinas –esas herrumbres en el bosque-, la reflexión en torno a la fortuna o a la fugacidad de la vida: una ilusión, un día, un sueño, una rosa, una calavera.

But the future is only dark from the outside | Verso/aforismo de Mina Loy

«No me froto los ojos
para mirar y creer después
ni creer primero para ver
o siquiera detener
el aliento,
sino para lastrarme
hasta el hollín del cieno ya revuelto
entre fosfenos abisales,
plumaje de pavo real
o nimbos o letras o muertos,
para que al flotar de regreso
el loto de los párpados
hasta la superficie de esta hoja,
todo huya,
todas aquellas cosas se confundan,
a lo lejos.

(En Jaspeado)».

Del desolado paisaje brota una lírica que se expresa en el fraseo. Como en las poéticas plebeyas hip-hop y rap, la culteranista de Aurelio Major se apoya en la fuerza de la dicción, de tal forma que la musicalidad no gravita en la melodía sino en el ritmo. Aire y palabas plantean un universo de sentidos y sensualidades.

«Soy una voz que arroja palabras
que de fragmento en fragmento
van enunciando la larga historia de la sombra.
La felicidad del arte
del extravío me gustaría escribir en chino:
nazca el niño negativo
nadie, nunca, nada, no.
Las palabas no tienen absolutamente
ninguna posibilidad de expresar nada:
la imaginación de decir que no tiene
imaginación
vive en el filo del horizonte de un mundo
muy lejano, aturdido y hechizado,
aún no sabe, mi yo, cómo vive con ellos y con todos,
entre los últimos tropezando con los muebles.

(Fragmento en Cómo leí algún libro suyo, Casi centón de B. & Cía.).»

Como señala Olvido García Valdés: los poemas de Aurelio Major no curan, enuncian soledad. Pero leerlos es paladear la textura del tiempo. Su poesía, dice Ida Vitale, sorprende con lo no previsible, su sabiduría y humor no inocente.

Aurelio Major es poeta, antólogo, traductor y editor en lengua española. Su vida está íntimamente ligada a la obra de Octavio Paz, Ida Vitale y Susan Sontag. En la obra reunida en este libro, su poesía traza un diálogo con Luciano, Heródoto, Diego de Landa, Silvestre, Terrazas, Cage, Nerval, Blanchot, Orozco, Supervielle, Eliot, Hopkins y aquellos que el poeta deja a la libre búsqueda del lector.

Berta Ares Yáñez

Periodista e investigadora cultural. Doctora en Humanidades. Alma Mater: Universidad Pompeu Fabra.

1 Comentario

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Previous Story

La semilla primitiva de Uruk

Next Story

El peregrinaje del preso

Latest from Críticas

La memoria cercana

En 'La estratagema', Miguel Herráez construye una trama de intriga que une las dictaduras española y

Adiós por ahora

Eterna cadencia publica 'Sopa de ciruela', volumen que recupera los escritos personales de Katherine Mansfield