Los hombres de paja. Michael Marshall
Traducción de Vicenç Tuset
Roja&Negra. Mondadori (Barcelona, 2009)
Reconozco mi simpatÃa hacia los asesinos en serie… Esos monstruos, siempre de infancia tortuosa, que se dedican a esparcir cadáveres siguiendo una metodologÃa propia y confundiendo a las fuerzas del orden. Y también les tengo una sana envidia porque, a pesar de sus atrocidades, la literatura y el cine nos los muestran como payasetes que siempre tienen alguna frase genial contra la sociedad que les ha creado, manteniendo la sonrisa en todo momento. Lo que ya no resulta tan gracioso es que la mayorÃa de estos criminales se inspiran en personas reales que han pasado a la historia por sus «hazañas». Ted Bundy, Charles Manson, Ed Gein, Gilles de Rais o, en España, José MarÃa Jarabo, forman parte de este extendido gremio que, tal y como se nos recuerda en el libro de Michael Marshall, tiene a la mayorÃa de sus miembros desperdigados por el mundo, libres y a sus anchas (¿ya ha pedido referencias de sus vecinos?).
Quien busque algún punto de originalidad en Los hombres de paja, que se vaya olvidando: Adolescente secuestrada por un psicópata con pasado tormentoso (apodado «El Hombre de Pie», un nuevo psycho killer para sumar a la lista) al que lleva años intentando dar caza un ex detective de homicidios con pasado no menos tormentoso que el del asesino, y que mantuvo relaciones (por supuesto tormentosas) con una agente del FBI que le ayuda en el caso, mientras otro personaje que también tiene un pasado tormentoso (y ya van cuatro) se dedica a investigar el asesinato de sus padres a través de unos videos alucinantes que le ofrecen pistas para descubrir a los hombres de paja del tÃtulo… y el pasado (tormentoso) de sus progenitores. Parece que poco queda por inventar en este tipo de historias. Lo que podrÃa parecernos original cae a las pocas páginas del inicio: un presunto estudio sociológico del psicópata y una crÃtica a los medios de comunicación y a la permisividad de las armas en Estados Unidos.
En la novela que nos ocupa encontramos muchas de las pautas del género. En especial, debe mucho a la obra de Thomas Harris El silencio de los corderos, tanto por el tema central por cómo desarrolla el autor los diferentes arcos narrativos desde varias perspectivas. Curiosamente, Marshall no rechaza esa influencia y ofrece repetidas referencias directas tanto a la novela como a la pelÃcula de Jonathan Demme, sin olvidar tampoco otros referentes y autores, como la serie Expediente X, Michael Connelly, Stephen King… Que un autor precise de tanto guiño y homenaje para orientarnos en lugar de crear su propio camino no le beneficia en nada.
Los hombres de paja es un libro escrito a destiempo (y es una lástima, con lo que hubiera dado que hablar hace veinte años), primero de una anunciada trilogÃa (se incluye el primer capÃtulo de la siguiente entrega) y futura pelÃcula. Consciente de ello, Marshall imprime al relato un «montaje» creado para que la adaptación a la pantalla resulte lo menos complicada posible (uno de los males que padece la novela actual), descuidando aspectos tan básicos como el del personaje de la chica secuestrada: No resulta nada creÃble que una adolescente de 14 años conozca al detalle el perfil psicológico de Ted Bundy; se atreva, totalmente inmovilizada y sometida a una tensión horrible, a mantener un duelo intelectual con su secuestrador y tenga las mismas agallas que la treintañera Clarice Starling creada por Harris.
Por último, y respecto a la edición española, dos apuntes:
1. La frase publicitaria de la cubierta no puede ser más inapropiada: Los hombres de paja no podrÃa ser el libro de cabecera de Hannibal Lecter, más bien serÃa al contrario.
2. Dejando al margen las posibles deficiencias de la traducción, se echa en falta una mÃnima corrección del texto: No hay página que no contenga graves errores ortográficos, gramaticales, frases mal compuestas, signos de puntuación y tiempos verbales sin sentido… Un caos que deberÃa ser motivo de reclamación por parte de los lectores e, incluso, de la devolución del dinero. Podremos discutir la calidad de la obra, pero lo que resulta intolerable es que se publique un libro en estas condiciones, sin corregir (o sin que el corrector haya hecho su trabajo) y malogrando la lectura. Un error que esperamos sea excepcional en la, hasta ahora, estupenda colección dirigida por Rodrigo Fresán.
Michael Marshall no es otro que Michael Marshall Smith, autor de varias novelas de ciencia ficción de éxito (Sueños; Clones) que inicia su andadura en el género del misterio contemporáneo. A esta primera entrega le seguirán Los muertos solitarios y La sangre de los ángeles, en la misma colección.
José A. Muñoz
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