Clima (Libros del Asteroide, 2020) es la tercera novela de la norteamericana Jenny Offill, tras Last Things (1999) y Departamento de especulaciones (2014; Libros del Asteroide, 2016), una novela que sigue un modelo fragmentado a modo de diario Ãntimo y confesional que Offill usaba en la anterior. La diferencia estriba en que en Clima la escritora tiene un interés que va más allá del relato Ãntimo y ahonda en angst contemporáneo.
“Lo que podrÃa haber hecho, lo que deberÃa haber hecho, lo que me gustarÃa haber hechoâ€.
La narradora de Clima es Lizzie Benson, quien abandonó sus estudios universitarios para ayudar a su hermano Henry, adicto a las drogas y quien intenta llevar una vida normativa junto a su nueva pareja. Lizzie, además, está casada con Ben y tiene un hijo, Eli. Un dÃa recibe una oferta de trabajo de una antigua profesora quien tiene un podcast de gran éxito sobre cambio climático: Lizzie debe gestionar las decenas de correos electrónicos que recibe.
El estilo de Offill, basado en párrafos breves, a veces tan solo una o dos frases, parece el más apropiado para una época en la que la pereza lectora está cada vez más extendida, acostumbrados a la lectura poco elaborada y extensa impuesta por las redes sociales, por ejemplo. Y, sin embargo, es todo lo contrario. La escritora mide cada frase a la perfección para crear una narración concreta, directa y en la que lo aparentemente intrascendental o superficial toma la misma fuerza que los pensamientos más profundos en una mirada conjunta no solo hacia el dÃa a dÃa de Lizzie, también hacia una realidad que ella observa y que se manifiesta a su alrededor.
«P. ¿Cuál es la mejor manea de preparar a nuestros hijos para el caos que se nos viene encima?
R. Se les puede enseñar a coser, a cultivar la tierra, a construir una casa. Pero las fórmulas más útiles podrÃan ser las técnicas mentales para controlar el miedo.»
La escritura de Clima, entendemos, surge en un momento muy preciso y absorbe las angustias contemporáneas de un personaje a través de un acercamiento que se siente más extenso: la mirada de la autora hacia una realidad caótica y contradictoria en la que la zozobra y los cambios polÃticos se asoman a las cotidianidades personales. Un clima polÃtico y sentimental que Offill detecta e intenta desgranar mediante este relato fragmentado en el que las decisiones más Ãntimas y pequeñas parecen cobrar una relevancia mayor que en un pasado reciente. Sin embargo, su lectura ahora resulta muy diferente. Offill sitúa a su personaje en un contexto claro y reconocible marcado por la complejidad de la lucha contra la crisis climática y del viraje polÃtico norteamericano hacia unas formas reaccionarias que no tienen nada que ver con formas polÃticas conocidas anteriormente, creando grupos paranoicos de muy diferentes Ãndoles que manifiestan su malestar desde extremos que, de una manera u otra, se acaban tocando.
“Algunos tiene la teorÃa de que se está extendiendo una nueva oleada de odio. Otra teorÃa asegura que la cantidad de odio actual es exactamente la misma que ha existido siempre. La única diferencia es que ahora hay mucha más gente que le presta atenciónâ€.
Clima es una novela que surge como retrato de unos sÃntomas basados en la percepción de una realidad, pero también como el comentario inquieto sobre el devenir social y polÃtico y su influjo en las vidas de los individuos. Unos sÃntomas que estaban ahà y que ahora no han hecho sino crecer más allá del contexto planteado por Offill. De alguna manera, Clima piensa en un futuro, sin explicitarlo, que finalmente ha llegado. O está llegando. Pero bajo esa premisa basada en la inquietud y la incertidumbre, Offill ahonda en buscar la belleza y cierto halo de esperanza sin abandonar un cierto sentido del humor que se lee con sordina o, por el contrario, como risa histérica. Lo cotidiano, aquellos actos diarios que resultan a prior intranscendentes, cuando no superficiales, adoptan la forma de lo único válido para sobrellevar lo caótico y amenazante. Es en las vidas particulares, como la de Lizzie, donde encontramos una luz que puede ser, al final, la salvación para un mundo que ha llegado, se quiera o no ver, a un punto de inflexión.
AsÃ, Clima resulta tan premonitoria en muchos elementos como una excelente novela que muestra de nuevo a Offill como una narradora del siglo XXI en cuanto a su capacidad para adoptar formas expresivas de nuestro presente devenidas en limpia y concisa literatura, con un estilo tan cuidado que sublima lo elemental para convertirlo en esencial.
“Vete a dormir, solÃa decirle. Ya te despertaré cuando hayamos llegado a algún sitioâ€.