No existe una biografÃa más exacta para retratar a un escritor que la que esboza su biblioteca. Esto es aun más acertado cuando nos referimos a un escritor que ha pasado gran parte de su vida recorriendo librerÃas de viejo, coleccionando con pasión (quizá con cierta obsesión) tÃtulos y tÃtulos, con la secreta intención de construir una biblioteca infinita (unos diez mil ejemplares). Este afán de coleccionista de libros lo encarna más que nadie Juan Bonilla, autor de varios libros de cuentos, ensayos, biografÃas, novelas y poesÃa, que en La novela del buscador de libros (Fundación José Manuel Lara, 2018) recoge, a modo de biogramas, grandes momentos de su bibliovida. Una vida, como decÃa, marcada por la lectura, la búsqueda de raros especÃmenes, el amor a los libros y por su infatigable intento de armar su biblioteca ideal.
La biblioteca, móvil y monumental de Bonilla, es el testimonio de su vida, pero también una forma muy particular de diálogo con la literatura, con los escritores y las tradiciones. Porque Juan Bonilla no se atiene al canon, sino que crea el suyo propio con un único criterio válido: su gusto personal. Por eso en ella no espere nadie encontrar las «grandes obras de la literatura» (aunque sà que hay muchas filias canónicas, como Borges, Nabokov, Bukowski) sino su más personal guÃa de lectura: desde Gonzalo Suárez hasta Guillermo de la Torre, desde Julio Mariscal hasta Fernando Quiñones o Papini. PoesÃa, pero también otros géneros, revistas, fotolibros y raras ediciones que el autor adora por su estética, por sus ilustraciones, el mal gusto o por otros motivos extraliterarios. Queda patente su obsesiva libromanÃa cuando persigue completar una colección determinada o las diferentes ediciones de un mismo tÃtulo, como ocurre con Lolita, novela a la que dedica varias páginas diseccionando, a través de la estética de sus sucesivas ilustraciones de portada, la sociedad y las costumbres. Obsesión que queda muy bien ilustrada cuando afirma que serÃa capaz de contar su vida confeccionando un catálogo de primeras ediciones.
También es este libro un libro de viajes, un recorrido por librerÃas de viejo, rastros, (una estrafalaria librerÃa-peluquerÃa, por ejemplo) y mercados, por los que Bonilla ha vivido aventuras en busca de ejemplares inencontrables. Bonilla asegura que los catálogos de libreros son la forma más refinada de crÃtica literaria. Estas memorias de bibliómano pueden definirse, todavÃa más si cabe, como un tratado de crÃtica literaria en el que desde la perspectiva del afinado lector se constata cómo las diversas publicaciones y la repercusión de algunos autores están supeditadas a factores tan volátiles como caprichosos.
En este sentido, podemos confiar en Bonilla y leer este ameno libro como una guÃa literaria, un manual de crÃtica literaria, de ese otro canon que cada autor construye de forma involuntaria durante toda una vida de lectura. El tono distendido, amable, sincero y a ratos mordaz del autor hacen de esta Novela una lectura amena, divertida y muy interesante para todos aquellos amantes de la literatura, de los libros y de la ficción como fármaco para hacernos la vida más llevadera.
Dan Aykroyd plays John Boehner in this sketch as Republicans plot about
the success of the Democrats and the stimulus pkg. The jokes about a clueless Republican Party fall
flat because they’re as well simplistic and obvious.
It is time for SNL to open with something besides a Congress sketch.
If this film is indeed the genuine thing and not staged,
it serves for a travelogue into an artist throwing away
his talent thoughtlessly. Joaquin transforms himself from a talented actor to a grotesquely overweight sloth
exactly like Marlon Brando allowed himself to become in his later months or even years.
Joaquin’s refusal to shave his hair which grows like a weed acts as his way
of giving the Hollywood establishment the finger, and it only increases our
perception of him to be a complete weirdo.
Best Supporting Actor – It had not been big surprise that this award left for Heath Ledger, even though I
really thought the Academy would shy off posthumously honoring someone
(they’ve done this quite often in the past).
James Franco got the only shot of another actor at winning the award in this category in the Independent
Spirit Awards, and when he wasn’t even nominated for
that Academy Gives. I’m not certain if Heath would have won had he stayed alive, but his family gave moving speeches that brought the audience to cry.
And at least Heath Ledger’s daughter Matilda will have a great keepsake.
I’m Still Here: The Lost Year Of joker123 is basically the contemporary
life and points during the joker android apk. Actor turned
white-hop artist. Tragic figure. Dope fiend. Comedic genius.
Night talk-show catastrophe. Johnny Cash turned Jim Morrison. Roger Moore turned Alan Moore.
The opening of the show was one of the most effective I’ve seen (can you would imagine that was Wolverine?) Seriously,
someone needs to cast Hugh Jackman in Oscar-worthy role in a musical!
He’s a real one-man express to. The beginning was scaled down, but so
significantly creative. Had been doubters, but Hugh
Jackman ended up being novice is the choice for host.
Maximus recovers from his wound with the another captured slave named Juba (Djimon Hounsou).
Both he and Juba come to be the property of Proximo (Oliver Reed).
They are then put to work as gladiators-ta
da! Concept you never saw that coming.
Lou Adler, who can often seen courtside at Lakers games with Jack
Nicholson, was an estimated ecstatic with regard to one
belonging to the producers for this show. Very that, he
was happy to have the show hit the stage in S .
f ..
Undoubtedly, there most likely sensual scenes and actors.
But Experienced limit the list to ten. I understand how it must feel
to be member of the Oscar and Tony Award committees. http://www.ffw-dierhagen.de/component/option,com_easybook/view,easybook/