En el último, brillante y demoledor relato del libro, titulado Mañana será otro dÃa, se nos muestra como el porno crea unas expectativas que, lejos de estimular la imaginación e invitar a la experimentación, colocan, si se lo consume ingenuamente, el listón de exigencia tan alto que el intento de alcanzarlo no puede sino derivar en un infierno de la carne. La sombra del Polanski de Lunas de hiel parece emerger, tan protectora como amenazante, por detrás de este cuento.
Quede claro, pese a todo, que Valencia no afronta el tema desde una perspectiva conservadora o moralista (ni lo hago yo), aunque sà moral: el autor valora el fenómeno en su justa medida, y lo entiende como algo complejo, que tiene consecuencias sobre nuestra forma de vivir, de relacionarnos y de entender el mundo; algo que está inextrincablemente ligado con los nuevos modos de ver y de comunicarse y que merece un análisis más amplio que el que trazarÃa un pazguato. Valencia complementa su propuesta con notas de humor sabiamente administradas (y poco reseñadas, quizá por la preeminente dureza del conjunto) que dan más complejidad y veracidad al todo.
Tal vez uno de los peros que se pueda poner al libro es la repetición de algunas perspectivas, más acertadas en unos textos que en otros: la presencia de la televisión como elemento esencialmente obsceno (otra vez), espectacular, disipador de la intimidad, aparece en Un tal Bergman y El problema de la familia Polo, que, a su vez, conecta con ¿Ya lo has hecho? en el análisis de la influencia de los nuevos modos (y productos) de consumo sobre las generaciones jóvenes, y con otros relatos, como Cosas que no hacen demasiada falta en la disección de la frustración, la soledad y las promesas rotas de la vida adulta. Estos hilos internos contribuyen (positivamente) a la deseada cohesión del libro, pero traslucen una cierta sensación, en algún momento puntual, de reiteración.
Otro reproche a hacerle a SonrÃa a cámara serÃa la presencia de algunas frases de puntuación errática y un tanto desconcertante que revelan no tanto desidia por parte del autor (todos tenemos momentos en que dejamos descansar al riguroso gramático que llevamos dentro) cuanto por parte de la editorial al hacer una apurada revisión de estilo. No obstante, esto son sólo apuntes menores que no restan valor a lo afirmado hasta ahora: que nos hallamos ante un debut ambicioso, muy seriamente planeado y trabajado, profundo, analÃtico, autoconsciente, riguroso y, sobretodo, logrado y que demuestra un notorio talento. Esperaremos al próximo libro: el cuento que Valencia publica en el interesantÃsimo dossier de relatos navideños de la Quimera de este mes (con textos de Jon Bilbao, celso castro o Robert-Juan Cantavella, entre otros) probablemente no indique una nueva dirección a seguir, pero sà demuestra la posibilidad de trabajar con otros materiales (en este caso, una suerte de realismo mágico muy, muy oscuro) y ratifica las buenas sensaciones apuntadas en el presente volumen.
Marc GarcÃa GarcÃa (Barcelona, 1986). Licenciado en Humanidades por la UPF y en TeorÃa de la Literatura y Literatura Comparada por la UB. Es traductor y coeditor de la web cultural "MAMAJUANA!", de próxima aparición. Colabora habitualmente en medios como "Quimera" o "Hermano Cerdo". Es el mayor experto muerto en la obra del poeta Unai Velasco.
3 Comentarios
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[…] Ver aquà en fuente original […]
Yeah that’s what I’m talking about baiby-n-ce work!
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