Iluminaciones

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 Foto: Negativespace | Pexels Commons
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En el cuento El libro de arena (1975), el argentino Jorge Luis Borges describe un volumen de hojas inconcebiblemente delgadas, en el que no hay primera ni última página, por lo que siempre que lo abrimos nos muestra una historia diferente, escrita en caracteres indescifrables. El narrador se obsesiona con ese objeto extraordinario, hasta concluir, horrorizado:

“Me di cuenta de que el libro era monstruoso. No era ningún consuelo pensar que yo… era no menos monstruoso que el libro”.

He pensado en la más famosa ficción de Borges al leer acerca del ininteligible manuscrito Voynich, “el texto más inaccesible de nuestra cultura”, en Libros, secretos (Atalanta, Memoria mundi, 2015).

Atalanta
Atalanta

He pensado en El libro de arena al leer la nueva entrega ensayística del escritor y diseñador gráfico Jacobo Fitz-James Stuart, Martínez de Irujo, conde de Siruela (Madrid, 1954), un compendio de estudios y disertaciones que parecen concebidos por la mente de escritores como Kafka y Poe, una colección de artículos que tampoco es un libro, sino toda una biblioteca que contiene lo que ha sido o podría haber sido escrito. El despertar de Finnegan es un mapa que conduce no sólo a Finnegans Wake (1939), la más críptica de las obras del irlandés James Joyce, sino al interminable laberinto de la imaginación humana y su contenido.

Formas de pensamiento sostiene un espejo frente a la modernidad, esa:

“Tensión de opuestos, aparentemente inconciliables, entre el conocimiento interior propugnado por las corrientes espirituales de todos los tiempos y el conocimiento del mundo exterior inducido por la metodología científica”.

La respuesta a esa tensión es la atracción magnética de la prosa en que está escrito el ensayo. Valentine Penrose o la búsqueda de lo femenino no sólo es una microbiografía de la poeta surrealista (1898-1978) sino una historia de apenas treinta páginas que resuena tan profundamente como la más escalofriante novela de terror. Siruela, maestro de la brevedad, sabe evocar, en tan sólo unas líneas, mundos complejos.

Al igual que su anterior ensayo El mundo bajo los párpados (Siruela, 2010), La metáfora absoluta supone una nueva promulgación del sueño, a la luz de lo que la paleontología, la biología evolutiva y la genética nos revelan. En consecuencia, nuestra respuesta a lo real no puede ser sino de asombro y admiración. La contemplación nos permite encontrar nuestro lugar en el universo. Como escribió Charles Darwin:

“Si, como dicen los poetas, la vida es sueño, en ese viaje, las visiones nos ayudan a pasar la noche”.

Otra manera de leer El mensajero de la naturaleza consiste en hacerlo a la sombra del futuro. La obra del fotógrafo Masao Yamamoto (Japón, 1957) abre innumerables formas de imaginar y de ser. “La luz que pone a prueba nuestros ojos”, escribió Thoreau, “es la oscuridad”. Así, Libros, secretos lanza piedras contra las cavernas subterráneas de nuestra mente. Su autor nos lleva a lo largo de sus pasillos, nos hace escrutar sus esquinas para revelarnos formas e imágenes extrañas. Las reverberaciones nos ayudan a rastrear las dimensiones de esos espacios, a vislumbrar sus resquicios para sumirnos, por último, en iluminaciones repentinas y deslumbrantes.

José de María Romero

José de María Romero Barea (Córdoba, 1972) es crítico de narrativa, poesía, ensayo y novela gráfica. Es miembro de la AAEC-Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literario. Colabora con sus reseñas, entrevistas y traducciones en publicaciones de ámbito nacional e internacional.

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