Aparece Dar que pensar (Cuadernos del VigÃa, 2014), el libro de aforismos de Sergio GarcÃa Clemente con el que ganó la primera edición del Premio Internacional José BergamÃn, cuando Europa se zarandea entre burdos tecnócratas, estafadores de guante blanco y profetas de paraÃsos terrenales. Todos tienen la verdad, la receta perfecta, la solución a décadas de inercia, lazarillismo y colmillos de codicia.
¿Por qué la han guardo durante tanto tiempo en el bolsillo?
“La multitud camina siempre hacia un errorâ€, nos dice el escritor. Uno, a estas alturas, ha de decidir si quiere ser comunidad o masa. Y, sin renunciar al ideal (¡siempre revisable!) que nos sirva de horizonte, apostilla: “Bajo las faldas de la utopÃa se envalentonan muchos hipócritasâ€.
¿Somos consenso o renuncia? Leemos una posible réplica: “La arraigada costumbre humana de reunirse para apuntalar prejuiciosâ€.
Aparece, pues, Dar que pensar para, a través de sus textos brevÃsimos, producir electricidad en un lector acostumbrado al titular fácil, al dualismo vacÃo, a las dicotomÃas del que aún cree que el que se sienta enfrente en el autobús es, por situación geográfica, un enemigo.
“No hay que dejarse extorsionar por las propias ideasâ€, escribirá el también poeta.
Las sentencias de GarcÃa Clemente mantienen la autonomÃa del ensayo, el látigo ético del pensamiento, y aquello que Leonid S. Sukhorukov decÃa del aforismo, que “es una novela de una lÃneaâ€. Se trata de un descartesianismo, un ponerse en duda, una batalla (nada fácil) contra las certezas que llevamos en la mochila: “No es creÃble lo que no admite dudasâ€.
“Los dogmas crean prisiones que son invisibles para sus reclusosâ€, añade, en lo que se convierte en un diálogo con uno mismo, una advertencia constante, una inestabilidad (honestidad intelectual, en realidad) que se traduce en filosofÃa de vida: “Si tus cimientos a veces se agrietan, tu construcción es sólidaâ€.
Podemos aplicar los aforismos a polÃticos que se declaran, sin sonrojarse, inmovilistas (“Cuando alguien teme una pregunta sobran las respuestasâ€). PolÃticos que, con todo tipo de disfraces y máscaras, afirman (curiosamente, jamás con una sonrisa) que ya no responden a etiquetas (pero copian los eslóganes ajenos). O que son gente, simplemente, decente (“Esos cuyo discurso es tan previsible como las tablas de multiplicarâ€). Ay, la decencia. Y detrás, entre bambalinas, llevan los esquemas caducados, demagógicos y populistas, de aquellos que creen que la libertad es la prima fea de la igualdad. Nunca reconocerán que son hermanas, gemelas. Condición sine qua non.
Europa, que confunde tradición con tabú, tiene miedo a la tabula rasa. El que agarrota sus manos mientras se aferra a la silla. Y el que viene con las reglas de juego, sin avisar de ello, apuntadas en un papel amarillento. “Evolucionar consiste en arrancarnos la cadena que nos ata a una fraseâ€, dirá Sergio GarcÃa Clemente, en un libro que es también una apuesta: “Siempre es agradable encontrar una voz autoritaria a la que desafiarâ€.
La heterodoxia y el librepensamiento no son trajes cómodos para el dÃa a dÃa. Eso es lo que muestra y demuestra el autor Dar que pensar. Pero, una vez más, “por toda coordenada, la dudaâ€. La ilusión y la euforia son campos llenos de matices. El matiz, sÃ, ese perro que muerde culos prietos. “El entusiasmo también provoca tragediasâ€, leemos. Nos llamarán aguafiestas. Qué le vamos a hacer.
No son pocos los que han padecido la soledad del rebelde. Camus, el desprecio de la izquierda. Cortázar reclamando, con razón, que no le llamen militante comunista. Los que adoran la (in)cultura militar son otros. Más cercanos. Comenzamos rebajando el disparate, la fanfarronada, y acabamos volviendo al discurso de la renuncia. Todo por la patria. Todo por la idea. “Para ser fieles a nosotros mismos, ¿cuántas veces nos hemos traicionado?â€. De eso se trata. De desmontar nuestros propios andamios, los que nos impiden caminar. Con corsé no hay pájaro que vuele alto.
[…] Y les queremos compartir también una interesante reseña que le publicaron en el periódico “La Vanguardia” sobre este libro, pinchando en este enlace: Revista de Letras. […]